martes, 30 de noviembre de 2021

Ser conscientes aquí y ahora = Atención Plena o Mindfulness

Como se explicó en el artículo anterior, “De la oscuridad a la luz”, publicado en el blog del colegio: El Mindfulness o Atención Plena es una metodología que adecúa las ancestrales tradiciones orientales del budismo, relativas a la concepción de la vida y técnicas de meditación, que posibilita a las personas estar en el presente plenamente, en el aquí y ahora con consciencia total, con atención alerta a lo que sucede en este preciso momento.

 

El Mindfulness permite desarrollar al máximo las capacidades humanas de atención, concentración y alerta, con el objeto de alcanzar un profundo estado de consciencia sobre nuestras sensaciones, emociones, pensamientos y comportamientos, sin juzgarlos, viviéndolos intensamente, al captar lo que experimentamos aquí y ahora, en este instante. Estar en el presente con interés, curiosidad y aceptación de lo que ocurre, darse cuenta de lo que se está percibiendo y cómo se procesa en el interior, vivir en constante descubrimiento interno o de revelaciones (insight en inglés), son sinónimos de mindfulness.

 

La presencia en occidente de esta filosofía pragmática, basada en las enseñanzas de Sidharta Gautama, el Buda, hace dos mil quinientos años, tiene como pionero al Dr. Jon Kabat-Zinn, quien, en 1979, crea el Programa de Reducción de Estrés basado en Mindfulness (MBSR, por sus siglas en inglés) y funda la Clínica de Reducción del Estrés dentro del Centro Médico de la Universidad de Massachusetts (1).

 


La adecuación de las técnicas orientales de meditación y de algunos de sus postulados más liberadores, -como vivir aquí y ahora, en el presente-, en la medicina, la psiquiatría y la psicología, causó un impacto positivo en el tratamiento de múltiples afecciones vinculadas al miedo, la ansiedad, la depresión, el estrés y el dolor. La eficacia de este método resultó de tal magnitud que generó la réplica de similares experiencias terapéuticas en diferentes partes del mundo, mediante la creación de clínicas o centros médicos dedicados a la reducción del estrés basados en la atención plena o Mindfulness.

 

Algunos médicos y psicólogos han avanzado un poco más y estudian los resultados de las prácticas de atención plena y meditación a la luz de la neurociencia. El mayor conocimiento del funcionamiento del cerebro y de las variantes físico químicas del sistema nervioso, logrado en las últimas décadas gracias a la cibernética, han permitido establecer científicamente el aporte del Mindfulness a la salud no solo mental, sino al bienestar general, de las personas que lo practican (2).

 

También han aparecido varias tendencias de Mindfulness más ligadas a filosofías o creencias de tipo espiritual, esotérico o metafísico. Existen muchas ofertas de cursos, talleres y prácticas de ejercicios de atención plena que pueden ser diferentes en los enfoques teóricos que las sustentan pero que tienen un abordaje común en los aspectos aplicativos. Los terapeutas, entrenadores (coachs), facilitadores y promotores de enfoques espirituales, pueden sustentarse en el budismo directamente, o en la energía cósmica, en los chakras y el kundalini, en los planos astrales y similares (3).

 


Los referentes teóricos o filosóficos son heterogéneos. Pueden abarcar desde la medicina hasta la metafísica, con aleatorias posturas intermedias. Pero la práctica tiene una base común en la respiración como factor de entrenamiento mental para pasar de funcionar en el “hacer” con nuestro “piloto automático” activado, a discurrir hacia el “ser” con el foco en el presente y total atención y consciencia. Veamos.

 

El ejercicio básico de respiración del Mindfulness consiste en ponerse cómodos, pero con la espalda recta, y concentrarse en la respiración. Escuchar cómo ingresa el aire… cómo egresa el aire. Oír con atención cómo inhalamos y… cómo exhalamos. En simultáneo, dejamos que los pensamientos se silencien naturalmente, sin forzar nada. Solo nos concentramos en este instante a través de la escucha consciente de nuestra respiración.

 

Existen soportes de ayuda que pueden complementar esta práctica: prender una vela y mirarla antes de escuchar nuestra respiración, por ejemplo. Otros prefieren música “astral” u oriental y prender un incienso. En fin, hay variadísimas maneras de hacer los ejercicios, así como variados son éstos.

 

En el próximo artículo nos dedicaremos exclusivamente a detallar las prácticas concretas para sosegar la mente y calmar el ruido interno. No te lo pierdas.



Notas:   

 

(1) MBSR: Mindfulness Based Stress Reduction o Reducción del Estrés basada en el Mindfulness. Con estas siglas se encuentran en Internet innumerables referencias sobre este método clínico. Recomendamos, asimismo, buscar la biografía de Sidharta Gautama, el Buda, y sobre el Dharma o Ley Suprema y el Karma. De estas leyes se desprenden las cuatro verdades nobles que llevan al desapego como forma de vida y los ocho principios nobles del Budismo. 

 

(2) El Centro BalanCe de Psicología y Mindfulness, entre otros, investiga los efectos de la Atención Plena considerando los aportes de la neurociencia.

Ver: https://psicologiabalance.com/

(3)  Hemos encontrado particularmente útil y eficiente el libro de Ekhart Tolle “El poder del ahora”, con técnicas accesibles a todo tipo de público. Osho y Deepak Chopra, entre otros autores, también ofrecen métodos de meditación sencillos y basados en la respiración, inicialmente. 

En muchas páginas de la web se puede encontrar aplicaciones directas del Mindfulness. En la página de Sociedad Mindfulness y Salud, nos cuentan la historia del origen de esta práctica y de cómo se trasladó a occidente (https://www.mindfulness-salud.org/mindfulness/que-es-mindfulness/ ).

En la página de Mindfullness Vivendi / Vivir conscientemente, analizan el fenómeno de la Atención Plena desde el impacto médico clínico para la reducción del estrés y de las afecciones derivadas de él (https://reducciondelestres.net/inicio/programa-de-reduccion-de-estres/).

En la página de Omint (Alianza Global de Compañías de Asistencia), presentan un taller para aplicar Mindfulness a la dieta, (http://www.omint.com.ar/website2/Portals/0/taller-mindfulness-v3.pdf ).

Estos son solo unos pocos ejemplos de la variedad de enfoques y aplicaciones que se pueden encontrar en la web sobre el tema que nos ocupa. 

A practicar se ha dicho.


martes, 16 de noviembre de 2021

De la oscuridad a la luz

La pandemia incrementó la sensación de inseguridad que, de por sí, le es propia a la ciudad de Lima y a las vicisitudes de cualquier vida expuesta a los innumerables desafíos que conlleva la existencia. Por más que uno tenga trabajo, un seguro y algunos ahorritos en el banco, nadie está libre de sufrir reveces y hasta revolcones severos en este permanente aprendizaje de vivir con dignidad e íntegramente.



No hay ninguna persona, menos aún ninguna familia, que no haya tenido que vérselas con algún ser querido en la unidad de cuidados intensivos (UCI) o en la sala de emergencias de algún hospital o clínica, o padeciendo la covid-19 en casa, durante los últimos 20 meses. Ya sean amigos, familiares o conocidos cercanos, a todos nos ha tocado la impotencia y la enorme vulnerabilidad de sentir lo frágil y fugaz que puede ser la vida al vivir directamente una pérdida o al enterarnos de los padecimientos de alguien de nuestro entorno. Nos vimos en procesos de duelo por aquellos que partieron dejando vacío y por los cambios que la realidad nos impuso durante este periodo, y que hasta hoy lo hace, en menor medida.

 

A esta dolorosa realidad se suma todo lo que significó vernos privados de libertad durante la cuarentena que siguió al desastre sanitario que provocó la covid-19. Gracias a la tecnología se mantuvieron los contactos sociales, el trabajo a distancia y las clases para aquellos que podíamos conectarnos en las redes. Otros muchos, no gozaron de la misma suerte. Sea como fuese, con o sin conectividad, aumentaron las tensiones, el aburrimiento, la depresión en algunas personas; el miedo y hasta la paranoia en otras; la ansiedad y mucha sintomatología somática, psicosomática y psicológica en grandes sectores de la población, incluyendo a jóvenes universitarios y a niñas, niños y adolescentes en edad escolar (las cifras de la Universidad Católica estimaron una afectación del 34 % en menores de 25 años, según vimos en un artículo anterior de este blog).


Toda la población está viviendo una especie de nuevo comienzo en la nueva “normalidad” que viene trayendo el descenso de los indicadores de mortalidad y morbilidad respecto al virus pandémico que las ocasionaba. Madres y padres con sus hijos, ancianos, adultos solos o acompañados, jóvenes de toda edad, pueblan los parques y los centros comerciales, los malecones y las calles, los cines y los restaurantes. Las escuelas y colegios van volviendo lentamente a sus quehaceres, aunque los del sector público siguen –en su mayoría- vacíos.  

 

Durante la efervescencia de la epidemia mundial, personas de toda edad encontraron mecanismos alternativos para manejar las emociones, actitudes y pensamientos negativos que les producía el miedo a la enfermedad, la muerte, la incertidumbre o el encierro. Muchas personas enfermaron o mostraron síntomas de diversos padecimientos (no necesariamente covid-19), pero muchos otros buscaron diversas opciones para evitar el desasosiego y el abatimiento al que la peste nos empujaba. Aquellos que lograron apelar a la resiliencia y la proactividad, manejaron mejor la crisis personal, familiar y económica a la que nos vimos expuestos sin desearlo.

 

Fueron múltiples y sumamente variados los recursos que utilizaron personas y familias para aliviar o encaminar de la mejor manera posible los retos que trajo este cambio severo en las pautas cotidianas de comportamiento individual y colectivo que, aunque ha disminuido, sigue firme y la necesidad de protegernos continúa siendo importante.

 

Entre las opciones más saludables, las personas, individualmente, en pareja o en familia, encontraron los siguientes canales para manejar el estrés pandémico: La gimnasia en el peor momento de la inamovilidad o los deportes en solitario o parejas. Cuando se permitieron espacios sin toque de queda, fueron un medio para canalizar las tensiones y la zozobra que generaba la plaga. El arte, en cualquiera de sus lenguajes, fue otro conducto privilegiado de desahogo ya que, adicionalmente, podía ser realizado en familia o individualmente. Los juegos de salón, los rompecabezas, las películas o videos también fueron útiles para varias familias. El reordenamiento total de la casa o de partes de ella, así como el cocinar diferentes potajes o postres, alivió asimismo a muchos hogares. El yoga y la meditación también resultaron ser muy efectivos.


Sobre estas últimas actividades, yoga y meditación, quisiéramos enfatizar una nueva tendencia que retoma o replantea viejas tradiciones orientales para estar en el presente plenamente, en el aquí y ahora con consciencia total, con atención alerta a lo que sucede en este preciso momento. A esta tendencia que reelabora las concepciones y técnicas de meditación ancestrales, se ha dado en denominarla “mindfullness” en occidente.

 

Haciendo una síntesis apretada de varias definiciones de internet, se puede decir que mindfullness alude a la capacidad humana elemental o a la facultad psicológica de corte espiritual, que nos permite alcanzar un profundo estado de consciencia sobre nuestras sensaciones, emociones, pensamientos y comportamientos, sin juzgarlos, viviéndolos intensamente al prestarle atención a lo que experimentamos aquí y ahora, en este preciso momento. Estar en el presente, con plena atención y consciencia, darse cuenta de lo que se está percibiendo y cómo se procesa en el interior, vivir en constante descubrimiento interno o de revelaciones (insight en inglés), son sinónimos de mindfullness y tienen que ver con esta tendencia de adecuación de antiguos saberes orientales a las necesidades de un occidente cada vez más global y en diálogo intercultural.  

 

La elección de aspectos filosóficos, estilos de vida prácticos o ejercicios concretos vinculados a la meditación o al yoga y dentro de ellos (o en paralelo, como veremos en nuestro próximo artículo), al mindfullnes, viene incrementándose en las sociedades por el sosiego y la paz interior que generan, según la opinión de expertos en el tema y de practicantes de estas disciplinas. Frente a la incertidumbre y los cambios, con o sin pandemia, adoptar este estilo de vida podría llevarnos de la oscuridad a la luz. Hasta pronto.


Nota: Las ilustraciones son de Maurits Cornelis Escher (Holanda, 1898-1972).