lunes, 28 de febrero de 2022

¿Tratamos igual a las chicas y a los chicos?

En el artículo de hoy, fines de febrero del 2022, no les vamos a ofrecer sugerencias ni, menos aún, respuestas; solo preguntas sobre un tema decisivo para la formación de la identidad de nuestros estudiantes, sus hijos e hijas. Ya sea que seamos miembros del equipo del Colegio La Casa de Cartón, o familiares, veamos las siguientes situaciones cotidianas que se pueden presentar.

Primer caso: Estamos en casa, durante la cuarentena impuesta por la pandemia. Se presentan labores de limpieza y mantenimiento del hogar y le pasamos la voz: ¿A nuestras hijas? ¿A nuestros hijos? ¿A quién o quiénes buscamos para que asuman las responsabilidades compartidas que implica una familia? 


Si eres docente del colegio y tienes hijas e hijos, también aplican estas preguntas. Si no los tienes: ¿Qué harías en caso de tenerlos? ¿Tratarías por igual a tus niños, sean hombres o mujeres? ¿Si? ¿No? ¿Por qué? ¿Para qué? ¿Qué ocurre si, para ciertas acciones, usualmente llamas a una niña y para otras a un niño? ¿Te pasaba eso cuando los chicos y chicas asistían a la escuela, cuando las clases eran presenciales? ¿Ocurre también en la plataforma virtual? 

Segundo caso: Ya sea el colegio o el hogar, es preciso cocinar los alimentos que necesitamos para vivir. La alimentación saludable, en cualquier escenario, es una de las necesidades vitales que atienden las familias y el colegio. ¿A quién llamas o pides apoyo para cocinar? ¿A quién ya le enseñaste a hacerlo desde muy pequeña/o? ¿Tu pareja, asume esa responsabilidad del proyecto familiar? ¿Lo hacen todos en equipo, distribuyéndose las tareas de acuerdo a edad y capacidad? ¿O siempre lo hace la misma persona, ya sea de la familia o contratada? La persona que cocina, ¿es hombre o mujer? ¿Por qué? ¿Para qué? ¿Qué vamos a lograr instalar en las actitudes de nuestros hijos e hijas con ese modelo?



Tercer caso: Tus hijos e hijas (o tus estudiantes de ambos sexos), han estudiado lo que ocurre entre Rusia, Ucrania y la OTAN, o sobre las guerras en general y, tras exponerse la información objetiva con que se cuenta, se desencadena una discusión apasionada entre los que están a favor de uno u otro país involucrado. ¿Cómo intervienes? ¿A quién le pides que se calme y por qué? ¿Al hombre? ¿A la mujer? ¿Al que levanta más la voz? 

Puede que uno de los chicos o de las chicas sea más tímido o frágil para exponer argumentos, así que callas al más desenvuelto, por decirlo así. Pero si ese no es el caso, ¿a quién aplacas y por qué? ¿Tiene que ver en tu actuación apaciguadora, si es hombre o mujer?

Cuarta situación: En el aula o en la casa, ¿han hablado abiertamente sobre qué es el machismo, qué es el feminismo o qué es el enfoque de género y cuál es la diferencia o semejanza entre ideología y enfoque? ¿Ha sido solo de vez en cuando o es un tema frecuente en la formación de tus hijas/os o alumnas/os?

De lo anterior, se deducen algunas otras preguntas que todas las personas, en cualquier familia y en todos los salones del colegio, debemos tener claras. Esa claridad nos permitirá mayor solvencia como maestras y maestros, o como madres y padres, así como hará posible un impacto educativo positivo en la formación de las chicas y chicos con quienes trabajamos y/o vivimos. Veamos:

¿Distingo roles y actividades domésticas, profesionales o laborales como femeninas y masculinas? En todo caso: ¿Qué es la masculinidad? ¿Qué es la feminidad? ¿Existe realmente lo femenino y lo masculino o es un condicionamiento cultural multifacético? ¿Qué significan esas palabras o conceptos? 

Finalmente, ¿Soy machista? ¿Soy feminista? (ojo, seas mujer u hombre, por favor, responde estas preguntas). ¿Qué les transmitimos a nuestras hijas, hijos o estudiantes de ambos sexos con nuestros comportamientos cotidianos sobre lo que es ser hombre o mujer?


Volvamos al título de este artículo: ¿Tratamos igual a chicas y chicos? ¿Por qué sí? ¿Por qué no? ¿Para qué? ¿Qué vamos a generar en la imagen de sí mismos, en la identidad y autoestima de cada persona que educamos, si tomamos tal o cual idea sobre los asuntos de género e igualdad? ¿O no pasa nada si no los abordamos y dejamos que se siga repitiendo el esquema de transmitir los valores de manera inconsciente, subliminal, en vez de hacerlo de forma consciente, franca y explícita? 

A veces, podemos tener las ideas muy claras y definidas teóricamente, pero en nuestra actuación diaria nos comportamos de otra forma. ¿Nos ocurre? ¿Somos coherentes en este delicado asunto del trato equitativo a las personas, considerando si son hombres o mujeres?

En el próximo artículo, delinearemos algunos alcances sobre estos temas cruciales y actuales. Hasta entonces.


lunes, 14 de febrero de 2022

Reflexionar y prepararse

Despedimos a las chicas y chicos en diciembre, celebramos las fiestas como parte de nuestras merecidas vacaciones y hoy, en febrero del 2022, hemos empezado a reunirnos nuevamente. Nos congregamos para reflexionar sobre la práctica educativa del año anterior y para prepararnos ante los retos de la nueva etapa escolar que se avecina. Etapa que mantiene los desafíos y exigencias de adecuar la propuesta educativa de La Casa Cartón a los formatos virtuales y, desde este año, a la modalidad semi presencial.

Revisar lo actuado permitirá detectar limitaciones y errores para mejorarlos, así como precisar aciertos y prácticas eficientes para reafirmarlas y promoverlas en todos los ámbitos de la escuela. Hacer autoevaluaciones y heteroevaluaciones por ciclo y en la plenaria de las asambleas de profesores, nos ayuda a tomar consciencia de nuestro rol en el colectivo docente, de qué aspectos podemos y debemos mejorar, qué características es positivo mantener y cómo podemos compartir con nuestros colegas la experiencia adquirida en el trato interpersonal y en la conducción de procesos de aprendizaje con nuestros estudiantes.

Crear experiencias educativas innovadoras para cada nivel de edad no es sencillo. Es necesario cotejar nuestras ideas divergentes para inventar juegos, ejercicios y estilos pedagógicos que permitan a cada estudiante ser el protagonista de su propio desarrollo de competencias, con el acompañamiento oportuno de sus profesores. Todo un reto. Por eso, darnos un espacio para evaluar las lecciones del año pasado y los resultados académicos, permitirá revisarnos individualmente, como miembros de equipos de ciclo y como partes del colectivo institucional, con el objetivo de seguir creciendo personal y profesionalmente, para bien de nuestros alumnos y alumnas.

Con esta revisión anual, que nos permite mirar crítica y autocríticamente todo lo actuado, se establecen con mayor fluidez los cauces de lo que está por venir. La reflexión nos prepara para planificar con fundamento pedagógico, psicológico y educativo, -donde el Ideario del colegio tiene un peso relevante-, a las que se suman variables de coyuntura política, socio culturales y económicas, el año lectivo que empezará en marzo.

Diseñar los planes de trabajo por grado y ciclo, así como las actividades generales del colegio, armoniza las metas a ser alcanzadas entre todos y nos convierte en elementos fundamentales de un proyecto educacional sentido como propio, con el que nos identificamos y ponemos lo mejor de cada una/o en su consecución.   

Febrero se convierte, por estas razones, en una etapa que combina las alegrías del reencuentro con nuestros colegas, con el trabajo arduo de evaluación y planificación. Esta etapa se parece mucho a lo que intentamos lograr con nuestros estudiantes: que la escuela sea un espacio de aprendizajes donde se fusiona el juego con el trabajo, lo lúdico con lo laboral. 

Así que, con buen ánimo, la mejor energía y desplegando nuestras mayores habilidades, reflexionemos y preparémonos para atender y servir a aquellos que dan sentido a nuestras vidas: a las niñas, niños y adolescentes del Colegio La Casa de Cartón y sus familias.

Fuerte abrazo a todo el equipo.

PD: Las mamás y papás que deseen realizar una asamblea familiar para reflexionar y prepararse para este año escolar, revisando acuerdos familiares, retos personales y grupales, objetivos de crecimiento personal y académico de cada integrante de la familia, estarán reforzando lo que hacemos en el colegio y promoviendo en casa una dinámica análoga a la que se realiza en la escuela. Felicitaciones a los que efectúen esta buena práctica.