jueves, 29 de abril de 2021

Día de la Tierra 2021

En el Colegio La Casa de Cartón esta fecha (22 de abril de cada año), es motivo de reflexión sobre el impacto de los seres humanos sobre el planeta y genera acciones de investigación y difusión de la importancia de cuidar el ambiente en que vivimos.

La Tierra es el tercer planeta que orbita al Sol en nuestro sistema solar y está compuesta por una extensa masa de aire alrededor de ella (la atmósfera terrestre); por alrededor del 70 % de agua en su superficie, dando lugar a océanos, mares, ríos y lagunas (la hidrósfera, que incluye acuíferos subterráneos); y por los bloques de superficie sólida o propiamente tierra, roca y hielo, formando continentes e islas (la geósfera). La relativamente pequeña franja de aire, agua y tierra donde habitan todas las especies de seres vivos del planeta, se llama biósfera y ocupa desde 10 kilómetros de altitud en la atmósfera, hasta el fondo de los mares en la hidrósfera. En esta franja se origina toda la biodiversidad planetaria y los ecosistemas que la sostienen (1). En los campamentos y viajes del colegio se destaca el trabajo de valoración de los recursos naturales que nos brinda el planeta Tierra en cada ámbito geográfico.

 

Desde los inicios del proyecto educativo del colegio, el Día de la Tierra motivó estudios sobre la contaminación del aire, el agua y la tierra que conforman nuestro medio ambiente; sobre la importancia de mantener lo más limpios posible estos tres aspectos de la biósfera, sobre la cantidad y enorme diversidad de especies animales y vegetales, y sobre cómo generar conciencia en las personas del entorno escolar y de la ciudadanía en general, respecto de acciones de prevención y cuidado ecológico en la vida cotidiana.

 


Las marchas alrededor del primer local del colegio en Las Palomas, Surquillo, y en torno a la casona de Huáscar en Jesús María, junto con otras escuelas de la zona, plenas de niñas y niños acompañados de familiares y docentes, con carteles y pancartas alusivas al cuidado del medio ambiente, a no contaminarlo y a valorar el hogar natural donde vivimos, fueron anualmente bien recibidas por los vecinos de dichos barrios.

 

En paralelo, se inició el reciclaje, con chancheritas para alimentar a los animalitos que criábamos y con recipientes, uno para plásticos, otro para papel y cartón, y uno más para objetos de vidrio o metal. Lo que se podía reusar se volvía a utilizar y algunJs profesorJs artistas, matemáticos o de ciencias sociales empleaban rollos de cartón o tapitas, entre muchos otros elementos, para producir obras de arte o para contar, sumar o restar y/o representar algún tema cultural. El equipo docente elaboraba la mayoría de los materiales necesarios para las clases. En todos los salones había macetas con plantas sembradas por los chicos y chicas y muchos de los papelotes pegados en las paredes fueron elaborados mediante el reciclaje de papel usado.

 

En el local de La Encantada de Villa, en Chorrillos, a partir de 1990, estos primeros ensayos de trabajo sobre el cuidado de la Tierra, adoptaron un nivel intermedio en la práctica y bastante elaborado en la teoría. El proyecto educativo de La Casa de Cartón integró los cuatro valores del Ideario en función de dos ejes transversales que lo complementan: la ciudadanía democrática y la conciencia ecológica. Ambos englobarían los valores de Solidaridad, Libertad, Búsqueda de Verdad y Creatividad para responder a las necesidades del país y del mundo.




En términos prácticos, el redimensionamiento del Ideario supuso la recreación de los grandes objetivos y de los recursos metodológicos que implica cada dimensión, de manera transversal. La ciudadanía ecológica –integrando ambos ejes- supone asumir objetivos actitudinales concordantes, en las asambleas (generales, de ciclo y aula), las responsabilidades, los retos personales y grupales, los acuerdos y consignas consideraron de forma constante: el respeto a la vida y lo vital, cuidando el agua y el aire de nuestro entorno escolar, respetando a las personas con toda la diversidad específica y las similitudes como especie, valorando a todas y cada una de las especies animales y vegetales y… un largo etcétera (2).

 

En relación a los objetivos de habilidades intelectuales, conocimientos y destrezas, los recursos metodológicos han incorporado el circuito ecológico para que nuestros estudiantes puedan contar con una estrategia viable de reciclaje que va desde el depósito de residuos hasta su almacenamiento o ubicación en silos o composteras, para que sean capaces de cultivar y administrar las pequeñas parcelas de la huerta que insumen de algunas verduras y frutas al taller de cocina o a las loncheras colectivas de ciclo o salón, para que conduzcan un módulo de exposición y venta de macetas, ya sean medicinales u ornamentales.  

 

Los proyectos de indagación científica constituyen el recurso idóneo para la investigación de temas que los estudiantes escogen con sus docentes y en los que constantemente se alude a los recursos naturales que nos proporciona la Tierra o a los artificiales que elabora la humanidad a partir de ellos. Los cursos y los talleres también se desarrollan desde la mirada transversal y de valores que nuestro Ideario promueve.

 


El Día de la Tierra es bastante largo en La Casa de Cartón; está presente en prácticamente todos los quehaceres y actividades escolares. El planeta Tierra, mientras lo preservemos, fue, es y será nuestra gran casa, nuestro primer hogar, en definitiva. (3).

 

Hasta pronto.

 

 

(1)   Sobre biodiversidad y ecosistemas basta con colocar esas palabras en los buscadores de internet para ampliar la información de acuerdo al interés del o la lector/a.

(2)   En la Propuesta Educativa del colegio, publicada en la web, podrán encontrar muchos detalles de cómo se trabaja transversalmente la preservación del planeta, no sólo en su día sino todos los días del año.

(3)   En el Día Mundial de la Tierra 2021, aparecen cada vez más artículos de las Naciones Unidas y sus organismos de base u otras entidades afines, sobre la relación entre la afectación de la biodiversidad por influencia humana y la aparición del Covid-19.

Desde este blog, recomendamos la página web de las Naciones Unidas: https://www.un.org/es/observances/earth-day y la del programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA o UNEP): https://www.unep.org/interactive/emissions-gap-report/2019/report_es.php

martes, 20 de abril de 2021

Vida, muerte y duelo sanador

Durante todo este año de pandemia hemos visto cómo la muerte se acercaba poco a poco a nuestras vidas. Al comienzo, la enfermedad estaba muy intensa en China y Europa. Luego llegó a Estados Unidos. Se enfermaban y morían seres humanos que podían sensibilizarnos por las vidas que se iban y las familias que afectaba, pero que, en última instancia, se encontraban muy lejos de nosotros. Era un dolor de especie compartida, un dolor global como global se ha vuelto el planeta y las relaciones entre los humanos que lo habitamos.

 

Aun cuando el virus empezó a crecer en nuestro país, en toda Latinoamérica y demás partes del mundo, todavía podía vérsele distante ya que, gracias a poder satisfacer las necesidades básicas para una vida de calidad, nos era posible acatar todas y cada una de las medidas de prevención y asumir con total rigor las cuarentenas. No teníamos que exponernos como las personas que estaban obligadas a salir a las calles a ganarse la vida cada día o como esos tantísimos hogares que no podían hacer compras para varias semanas, ni contaban con refrigeradora para almacenar alimentos. Tenían que vivir al día y eso era un riesgo durante la primera ola.   

 

La expansión de la enfermedad se mantenía, pero fue imposible contener a las familias dentro de casa, dadas las exigencias de la economía para que la vida continuara. La muerte se acercó cada vez más a nuestra existencia. En la segunda ola, tocó poderosamente nuestras puertas y se logró introducir en varios hogares de gente conocida, amigos y familiares. Su presencia afectó a la Comunidad Educativa de La Casa de Cartón.



Junto con los casos de Covid 19, seguían y continúan dándose las enfermedades que afectan a la humanidad desde siempre. Incluso se mantiene la polémica entre las cifras oficiales del Ministerio de Salud y aquellas que maneja el Sistema Informático Nacional de Defunciones. La no exactitud en los diagnósticos ha hecho que se presenten a la ciudadanía nacional dos datas de casos Covid: la lista oficial y la extraoficial, siendo esta última casi el triple en número de casos que aquella.

  

Pero la muerte sigue su curso, sea por el virus o por las enfermedades de siempre, y ya se metió en nuestras vidas, con el profundo dolor que ocasionan las pérdidas de personas que amamos. Tenemos familiares, amigos y amigas, compañeros de trabajo y tantas personas conocidas que han tenido la enfermedad y la han superado, aunque también, algunos casos de seres queridos que no sobrevivieron.

 

Ante estas circunstancias, no es suficiente saber y entender que el ciclo de la vida es así, que la muerte es el paradero final de todos nosotros. Menos aún, cuando la persona amada es menor de edad. Es una adolescente compañera de estudios, una hija o un hijo. Toda persona querida que se va, tenga la edad que haya tenido, deja una huella indeleble que cuesta sanar.



Pero si aceptamos que la muerte es parte de la vida, entonces hablar de ella y atender las preguntas de las niñas, los niños y los adolescentes permitiría a los adultos sanear sus propias ideas y sentimientos sobre ella. Si existe algo después de esta vida, si hay otras dimensiones, cómo se afrontaran los vacíos emocionales y económicos que deja el o la difunta, si ha sufrido, qué hacer con los sentimientos hacia la persona fallecida, cómo seguirla queriendo en ausencia, son inquietudes que presentan los menores de edad sobre este tema.

 

El duelo es el proceso por el cual los humanos tratamos de reponernos y aliviarnos del dolor del trance que ocasiona la muerte. El duelo es la etapa de tránsito que va desde la negación o resignación hasta la aceptación y reconciliación del hecho doloroso de la pérdida. El estupor, la tristeza abismal del inicio, suele dar paso a la cólera surgida de la impotencia y el desasosiego; hasta que empieza uno a resignarse ante las evidencias, ante la ausencia, ante el vacío. Hasta que cierto tiempo nos permite aceptar lo ocurrido y convertir a nuestra persona querida en un sol en nuestras vidas, que nos acompaña y está presente en nuestros corazones, por el resto de nuestros días.

 

El duelo, en compañía de otros que amamos, hace menos atroz la despedida. Solos podemos sufrir más, sin nadie que nos consuele. Juntos, compartiendo los recuerdos de los seres queridos y agradeciendo a la vida haberlos tenido, así sea solo por un tiempo que siempre parece corto, podremos sobrellevar lo ocurrido. Resulta impostergable expresar los sentimientos, llorar, comunicar nuestra angustia y permitir a todos los deudos manifestar la suya, hablar sobre nuestras emociones, compartir anécdotas de momentos juntos; en definitiva, hacer de este evento lo que es: una parte ineludible de la vida, algo natural, aun cuando el momento en que ocurra no se perciba así.

 


Los valores, creencias o principios espirituales que cada quien haya desarrollado, también ayudan a darle dimensión a las pérdidas. Las diferentes maneras de entender el ciclo de la vida, hacen posibles ciertas racionalizaciones que nos ayudan a aceptar los misterios inexplicables.

 

A todas las personas de la Comunidad Educativa de La Casa de Cartón, un fuerte abrazo solidario en esta hora en que todos estamos perdiendo seres queridos, ya sea por el virus de la pandemia o por otras razones médicas. Muy sentidamente, total fraternidad con los papás de Valeria, con su hermana, con toda su familia amplia, con sus compañeras y compañeros de clase, con sus profesoras y profesores, con toda la gente que la conocía y amaba.

 

Como comentó Susana de Vivanco, de EDUCALTER: “En estos momentos tan difíciles es preciso reconciliarnos con la vida, con el milagro y la maravilla de la vida, con la idea de que Valeria querría que su familia continúe con el asombro de la vida, el descubrimiento perpetuo de ella, y los seres queridos que forman una familia y la siguen formando y tienen que hacer esfuerzos para valorar el hecho de que se siguen teniendo a ellos mismos, y que siguen con vida y que ya nadie les va a arrebatar a su querida Valeria porque el reto es incorporarla en su vida, en su sangre, como un dulce recuerdo que acompañe. 

 

Con el corazón en la mano, vaya para ustedes todo el afecto del que somos capaces.

 

 

 

                                                                                                Carlos Ureña Gayoso

                                                                                               Miembro de EDUCALTER