jueves, 7 de abril de 2022

Autoestima e identidad

Según nos relata la historia de la psicología, sería Abraham Maslow (1908-1970), psicólogo y psiquiatra norteamericano, propulsor de la Psicología Humanista, el pionero que planteó la autoestima dentro del esquema general de las necesidades humanas, dando lugar a una teoría de la motivación.

El ser humano, pensaba este autor, nace, crece y se desarrolla con una serie de necesidades que pueden ser ordenadas jerárquicamente y que explican el comportamiento y afanes de la especie sapiens, dando sentido a la actividad que realizamos a lo largo de la vida. Las necesidades elementales para la sobrevivencia son las fisiológicas: oxigenarnos, beber, alimentarnos, acceder al abrigo y calor que proporcionan la ropa y la vivienda, el movimiento alternado con el descanso, son las que corresponden a este nivel básico.

Pirámide de las Necesidades de Maslow

 

Luego vienen las necesidades de seguridad: la atención y el cuidado protector de adultos que satisfacen lo básico, de personas que garantizan nuestra protección (ojo, no la sobreprotección); las normas de ética y moral que facilitan o posibilitan la convivencia, se encuentran en este segundo nivel de necesidades humanas y dan pie a la siguiente dimensión de esta jerarquía.

El sentirse querido, parte de, identificado con, posibilita la satisfacción de necesidades afectivas y de aceptación social. Recibir amor para poder darlo, aprendiendo a querer siendo miembro de una familia, grupo, colectividad, poder desarrollar vínculos de intimidad saludables, así como un adecuado manejo de emociones, es fundamental en el camino de convertirnos en humanos. Así lo postulan Maslow y sus seguidores, siendo Carl Rogers el continuador más emblemático del humanismo psicológico.

La imagen corporal y el auto concepto son componentes para construir la autoestima


Sobre la estructuración de este tercer nivel afectivo y de aceptación social se configuran las necesidades de autoestima o estima personal. Si han confiado en nosotros, nos han respetado y querido, nos han valorado, será bastante probable que podamos llegar a confiar en nosotros mismos, a respetarnos y querernos, a comprendernos y comprender, a valorarnos y valorar. Estas nociones se asemejan mucho a varias filosofías que nos enseñan que nadie da lo que no tiene y que nadie tiene lo que no le es dado.

No hay hogares perfectos, ni familias Ingalls, ni sociedades incuestionables. A pesar de existir error al encaminarse a los aciertos, un sólido afecto en la familia y en la sociedad, facilita la presencia de autoestima en los individuos particulares. Casi todas las dolencias o síntomas psicológicos y psicosomáticos tienen que ver con carencias afectivas y socioemocionales en algún momento de la evolución de cada persona, usualmente en la infancia o niñez.

Sentirse queridos es decisivo para podernos querer

 

Luego viene el quinto y último nivel, el de las necesidades de autorrealización. Aquí los valores, actitudes, esquemas de pensamiento y comportamiento pueden desplegarse con creatividad y espontaneidad, permitiendo a los individuos y colectividades sentirse satisfechos, plenos y agradecidos de ser quienes son, aun con toda la carga de retos y dificultades que representa la vida tal cual es.

Hasta aquí, Maslow. Para ustedes, estimados docentes, madres, padres y abuelos de familia, estudiantes:

¿Tienes autoestima? ¿Te quieres y te respetas? ¿Eres tú misma/o? ¿Te sientes bien en tu cuerpo, con tu mente, con tu ser personal? Te sientes bien en tu casa, con tus familiares o con tus amigos/as? ¿Tienes amigos/as? ¿Puedes intimar con ellas o ellos, es decir, ser tal cual tú eres, sin máscaras ni poses para agradar?

 

Sentirnos parte del grupo, aceptados y valorados va configurando la autoestima

 

¿Es autoestima lo que percibes o es ego inflado o desinflado? ¿Te crees más o mejor que los demás? ¿Por qué? Si respondieras que sí, por ahí anda el ego inflado. Ojo. Si respondieras que no, por ahí puede estar el “pobrecito de mí”, con la autocompasión, la vergüenza, la culpa y demás destructores de la autoestima.

Si se animan, por favor, y es la nueva tendencia de este blog, generemos un debate sobre el tema o compartamos nuestras experiencias con la autoestima y el ego (inflado o desinflado). ¿Te atreves? Vamos, compartamos lo que sintamos o pensemos de este tema. Incluso, convérsalo con los que amas y elaboren algunas conclusiones previas. Esperamos publiques en el blog del cole tus comentarios. Fuertes abrazos y hasta pronto.

 

                                                                                                                                                                                                    Carlos Ureña

                                                             Co-Promotor de EDUCALTER

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