En épocas de crisis se
manifiesta lo mejor o lo peor de las personas. En los dos artículos anteriores
del blog del colegio, hemos revisado algunas ideas de lo que se puede hacer para
que salga lo mejor de nosotros en medio de una pandemia que nos obliga –por
prevención ante el contagio- a quedarnos en casa. Veremos ahora, ¿qué podemos
hacer cuando aparece lo peor?
La grave crisis mundial
que estamos padeciendo viene ocasionando un severo impacto en: la salud, la
economía, el trabajo, la educación, el acceso a servicios, las relaciones
sociales y familiares; en todos los aspectos de la existencia, en suma, y ha
cambiado muchísimo nuestra manera de vivir.
El miedo, la ansiedad,
la desesperación, la tensión estresante, el agobio por sentirse encerrados, la
cólera y el ponerse a renegar de lo que pasa o a regañar a cada rato, pueden
malograrnos la existencia y malogrársela a los que viven con nosotros durante
la cuarentena. No estamos acostumbrados a estar metidos dentro de cuatro
paredes ni a ver durante 24 horas a aquellos con quienes vivimos, así sean
nuestros seres queridos, nuestra familia.
“El grito”, de Munch |
Ya sea que vivamos con
nuestra pareja y nuestros hijos, que estemos separados y a cargo de los chicos,
que nos hayamos quedado solos o que vivamos con otros familiares, sea cual sea
nuestra condición hogareña en esta cuarentena, es preciso decidir pasar de una
actitud negativa a una positiva para no hacer ni hacernos daño.
¿Y cómo cambio de
actitud? ¿Cómo me libero de las emociones negativas que puedo estar sintiendo,
sean estas de miedo, estrés, ansiedad, pánico, agobio, desesperación, angustia,
cólera o asfixia?
Veamos algunas ideas
prácticas, de manera resumida, para afrontar lo que pasa conmigo mismo, si
estuviera en actitud negativa o sintiendo alguna de las emociones mencionadas.
1. Consciencia de mí y del entorno: Es
preciso que acepte plenamente lo que nos ha tocado vivir. Estamos en medio de
una situación única y novedosa a nivel mundial que hace urgente y necesario un
autoanálisis de nuestra parte. A través de un FODA personal (Fortalezas, Oportunidades,
Debilidades y Amenazas), puedo realizar una autoevaluación y comunicarla a
quienes conviven conmigo. En una asamblea familiar podemos acordar que todos
hagan su autoevaluación para contar con el aporte de las fortalezas y estar al
quite de las debilidades de cada quien. Siendo conscientes adrede de nuestras
características positivas y de lo que podemos mejorar y compartiéndolo con los
demás, es posible plantearnos retos para no manifestar la parte “fea” que todos
tenemos.
Para completar la toma de consciencia
de mí y los míos, cada miembro de la familia, en la misma o en una nueva
asamblea familiar, puede brindar su opinión sobre los demás. Es lo que en el
colegio llamamos heteroevaluación.
Habiendo
efectuado nuestras auto y hetero evaluaciones en familia e identificándonos con
el Ideario del colegio, podremos aceptar mejor lo que pasa en el mundo y
decidir no ser parte del problema, sino de la solución. Nos solidarizamos
conscientemente con los demás y tomamos la determinación de quedarnos en casa
sin miedos ni angustias innecesarias. Ojo: No nos resignamos, sino que
aceptamos plenamente cómo nos estamos sintiendo y los cambios que nos ha tocado
vivir
2. Hacer una lista de gratitud: Cuando
sintamos desazón, desesperanza o malestar emocional de algún tipo, en lugar de
dejarnos llevar por la emoción negativa podemos hacer un listado de todas
aquellas cosas que valoramos y tenemos.
En la autoevaluación he revisado mis
fortalezas, aquellos aspectos positivos de mi ser que me permiten lograr
objetivos, desenvolverme como persona y relacionarme con los demás,
especialmente con mi familia, amigos y compañeros de trabajo.
Estar vivo y tener salud, es una de
las primeras cosas que muchos anotamos al hacer una lista de las razones por
las que estamos agradecidos. El tener familia, una pareja y a nuestros hijos;
el contar con un hogar, una casa que tiene agua en los caños o bidones; luz y
energía para la cantidad de electrodomésticos y equipos computarizados o
electrónicos con los que contamos. Tenemos alimentos y bebidas, muebles, camas,
ropa para cada estación. Hasta algunos contamos con un mini gimnasio. Tenemos
autos, bicicletas o podemos pagar por transporte, salir a comer a la calle, ir
a un cine, al estadio, al teatro o a un concierto. Podemos… podemos… podemos… y
un larguísimo etcétera.
No hay comentarios:
Publicar un comentario