En el
presente artículo, se dará inicio a una serie de publicaciones relacionadas con
los valores y actitudes positivas del Ideario del Colegio La Casa de Cartón.
Estos valores y actitudes se establecieron como fundamentos de la pedagogía que
el Centro de Educación Alternativa – EDUCALTER, fundado en 1983, propondría
para el proyecto de educación escolarizada, que daría lugar al colegio en el
año siguiente.
Durante 1983
y liderados por Mariano Moragues, se revisaron diferentes proyectos educativos
de todo el mundo, así como sus fuentes filosóficas y psicológicas. Makarenko,
Tolstoy y las escuelas rusas de avanzada; Summerhil y la educación democrática
de Neil en Inglaterra; la Escuela Barbiana de Milani y la educación
personalizada de Montessori en Italia; la pedagogía progresiva de Dewey en
Estados Unidos; Freire y la pedagogía del oprimido en Brasil, Freinet y la escuela nueva
francesa, junto con tantos autores de la Pedagogía Activa, que revolucionaron
la educación y sus fundamentos en sus respectivos países de origen, fueron examinados
en ese lapso. También se analizaron los lineamientos de Piaget, Freud, Watson,
Skinner, Bloom y otros psicólogos que aportaron a redefinir los postulados de
la pedagogía vigente.
Se realizó el Primer Encuentro de Colegios Alternativos y se pudo recoger, así participaran o no en el evento, las experiencias educativas del Colegio Cooperativo San Felipe -pionero en educación alternativa de Lima-, del Colegio Los Reyes Rojos, del Colegio José Antonio Encinas, del Colegio Héctor de Cárdenas y del Colegio Atusparia. También fue un gran aporte la participación del Nido ABC y de La Escalerita, entre otros centros de educación inicial con propuestas innovadoras. Por último, el encuentro vivencial, en el lugar de trabajo, con los proyectos innovadores del MANTHOC (Movimiento de Adolescentes y Niños Trabajadores Hijos de Obreros Cristianos), dirigido por Cusiánovich, y el de Los Niños Trabajadores del Mercado de Frutas de Cerro El Pino, con Siguas al frente, quienes orientaban a los niños y niñas trabajadores en la calle sobre sus derechos y una vida digna, fue altamente formativo y terminó de ayudar a ponerle los “pies en tierra” a los lineamientos del colegio.
Con todos
esos elementos filosóficos, educativos y psicológicos -y muchos más que se han
omitido en este sucinto recuento-, se establecieron como valores decisivos para
el proyecto educativo de La Casa de Cartón: la Solidaridad, la Búsqueda de
Verdad, la Libertad y la Creatividad.
Sin que
exista una jerarquía de valores predeterminada, ya que todos son importantes en
educación y en la vida, hubo consenso en destacar a la solidaridad como el
valor por excelencia. Hace treinta y siete años, al igual que hoy, la
solidaridad se presentaba y se presenta como la más profunda urgencia humana,
ante las iniquidades en el acceso a bienes y servicios, las discriminaciones
étnicas, los maltratos y explotaciones de unos pocos sobre poblaciones enteras,
el machismo, la falta de igualdad entre los géneros, las abismales diferencias
entre los sectores rurales y los urbanos, así como entre pocas zonas urbanas
prósperas y aquellas en la marginalidad.
La
solidaridad tuvo y tiene la potestad de humanizar a los miembros de las
sociedades, de sensibilizarlos ante las necesidades vitales de los demás, ante
la posibilidad de una verdadera sociedad democrática, con agua, comida
saludable y una vivienda digna para todos, con una educación de calidad para
las mayorías y minorías, con áreas verdes y campos deportivos. La solidaridad
puede transformar a las personas hacia una ciudadanía democrática y hacia
mayores niveles de consciencia social, cultural y ecológica para una convivencia
más armónica entre humanos y con el ambiente que nos permite existir.
La
solidaridad, que va hermanada a la justicia, estuvo vigente hace 37 años y más,
y está vigente hoy, hasta quizás con más fuerza por la amenaza planetaria que
los sapiens venimos infligiendo al planeta y a sus habitantes. Es por ello que,
en el Ideario del colegio, actualizado este año (2021), se dice de la Solidaridad
que “Es una actitud que induce a responder a las
necesidades humanas con sensibilidad y sentido de justicia, a partir de la identificación y valorización de la propia
dignidad y la de los demás, complementando la
autorrealización con la realización colectiva”.
Al educar a las y los
estudiantes del Colegio La Casa de Cartón, se toma como punto de partida la
valoración y el respeto, que se aplica al cuidado y mantenimiento de la
naturaleza y de los objetos de la escuela, al buen trato a sí mismo y a los
demás considerando los derechos fundamentales de las personas, con los deberes
y compromisos concomitantes, para que todos los seres humanos puedan alcanzar
una vida digna.
El segundo componente de la solidaridad es la sensibilidad, que implica reconocer al otro como ser total, con un mundo de vivencias y con sus características propias, al igual que el de uno mismo. Significa que uno se acerca al otro tratando de desarrollar la empatía, la comprensión y la compasión, que permite adoptar la perspectiva del otro sin perder objetividad, pero con resonancia afectiva. De la aceptación y comprensión de uno mismo se pasa a la aceptación y comprensión inclusiva del otro, con una inteligencia emocional práctica que puede devenir en compromiso y participación social.
El tercer elemento
contemplado en el Ideario, en lo que a solidaridad se refiere, es la
convivencia e integración. El buen trato deviene en amabilidad y afectuosidad
en las relaciones cotidianas, rechazando cualquier forma de prejuicio,
discriminación, estigmatización y –menos aún- acoso o cargamontón. Se promueve
que se reconozcan como parte de un grupo, motivados por las ocurrencias de este
y su organización, por el buen ambiente de estudio, trabajo y juego, sin
aislarse ni aislar.
El compartir fue y es
un buen sinónimo de ser solidario. Se comparten objetos, juegos, experiencias,
ideas, sentimientos, estudios y trabajo, con compañerismo y en el marco grande
de una cultura de paz. Esa cultura significa resolver conflictos a través del
diálogo y sin pleitos y menos aún, violencia.
Otro componente es el
servicio, entendido como disposición de ayuda efectiva a los demás en todos los
ámbitos de la vida. El estar atento a las necesidades de los otros con una
actitud de desprendimiento, desinterés o humildad, constituye una de las
ambiciones axiológicas del colegio que se fomenta a diario pero que resulta un
reto interesantísimo de alcanzar, en uno mismo primero, para poderlo dar a los
demás después.
La responsabilidad
planetaria y la defensa de la supervivencia de todas las especies que lo
habitan, dentro de la idea fuerza del desarrollo sostenible, es uno de los
añadidos al Ideario que ha realizado este año el equipo de EDUCALTER, liderado
por Susana de Vivanco, y que se ha parafraseado en el presente artículo.
No se pierda el
próximo artículo del Blog de La casa de Cartón que tocará el tema: La búsqueda
de verdad. Hasta pronto.
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