viernes, 23 de diciembre de 2022

Y se va el 2022

Quizás les haya pasado que, cuando éramos niños de primaria y seguro también en inicial, el tiempo parecía eterno. Un año escolar o un día de clases duraban lo que tenían que durar, que usualmente era bastante. El año pasaba tan lentamente que no veíamos las horas de que llegaran las tan ansiadas vacaciones. El día era tan inmenso que alcanzaba para ir al colegio, hacer todo lo que nuestros familiares nos indicaran que había que hacer en casa y hasta quedaba un saldo para ir a visitar a algún amigo o amiga y jugar hasta que nos avisaban que volviéramos.

Ya en la pubertad y adolescencia pudimos percibir un pequeño ajuste en nuestras vivencias temporales, por la necesidad de destinar más horas a los y las amigas, las reuniones y paseos en grupo, el enamoramiento primerizo, las cada vez mayores exigencias en casa; pero no fue hasta cuarto o quinto de secundaria que sentimos la pegada: ¿Qué voy a hacer cuando termine el colegio? ¿Estudiar? ¿Trabajar? ¿En qué?  El tiempo a nuestra disposición se redujo un tanto.

Al terminar el colegio y empezar los estudios o trabajos, la percepción sobre el aprovechamiento del tiempo y cómo hacerlo más elástico, se fue convirtiendo en algo cada vez más valorado aunque de resultados fugaces. Pero la intensidad de la existencia juvenil, -con tantas vicisitudes, retos, amistades, enamoramientos, sesiones filosóficas y políticas sobre cuanto existe y cómo se podría mejorar o cambiar el mundo-, permitían alimentar la creencia de que uno, a sus 25 años –por decir una edad clave- era prácticamente eterno.

Luego la vida se encarga de abastecernos de sin número de responsabilidades, compromisos y obligaciones que nos llevan a sentir que los días pasan volando, en un respiro, demasiado de prisa. Cuando por fin nos tomamos un aire para sopesar con calma y evaluar nuestra vida por motivos, usualmente, o muy alegres y vitales, como la graduación de una hija o hijo o el nacimiento de un nieto, o por motivos más bien tristes, como la muerte de una persona querida, vemos cara a cara lo volátil que es existir.   

Hoy, mes de diciembre del 2022, el colegio termina el periodo lectivo anual y se preparan, estudiantes, familiares y equipo docente, para la clausura del viernes 16. Este año se ha pasado rápido pero estuvo lleno de grandes acontecimientos:

-  Las chicas y chicos volvieron a las aulas a rencontrarse con sus amistades y docentes tras dos años de aislamiento pandémico por el Covid 19, quienes con su algarabía y entusiasmo, le devolvieron la vida al colegio.

- Las actividades escolares se desarrollaron sin mayores contratiempos, retomándose las responsabilidades, las comisiones productivas, los proyectos de indagación científica, las áreas de comunicación y matemática, los talleres de arte, la psicomotricidad y educación física, de acuerdo a la malla curricular de cada ciclo y con las medidas sanitarias preventivas.

-  Se implementaron las Olimpiadas, los Juegos Florales, la Feria de Ciencias, la Minka, el Aniversario del colegio y las evaluaciones compartidas entre familiares y profesor@s.

-  Y llegamos a la clausura con la satisfacción de haber puesto lo mejor del equipo directivo y docente para desplegar una educación alternativa de calidad para nuestr@s estudiantes y sus familias. Desgraciadamente, en el contexto de una convulsionada situación política que ha provocado se declare en emergencia a todo el país. 

 La vida, que cada año que pasa nos da la impresión de discurrirse entre las comisuras de nuestro ser con mayor ligereza, pero que vivida intensamente, con los valores del Ideario, los ejes transversales de la ciudadanía ambiental, los principios pedagógicos y las consignas, la hacen plena, satisfactoria a pesar de los apesares, íntegra y digna, nos despedimos, agradeciéndoles su acogida y confianza en el Proyecto Educativo del Colegio La Casa de Cartón.

Fuerte abrazo a tod@s.

 

                                                                                                                             Carlos Ureña Gayoso

                                                                                                                        Integrante de EDUCALTER

 


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