Año tras año, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) impulsa la celebración de ciertas fechas para que la Humanidad recuerde su importancia y para que los que toman las decisiones en asuntos de interés mundial, incorporen políticas coherentes con las exigencias que demanda el planeta y la vida en mancomunidad.
La ONU ha instaurado, en consenso con los casi 200 países que la integran, fechas de reflexión-acción sobre el medio ambiente como un instrumento poderoso de promoción sobre temas urgentes de ser atendidos por los Estados Miembros. Los días, semanas, años y décadas mundiales fueron adoptados para sensibilizar e informar a la población y para movilizar a los gobiernos en relación a la voluntad política y recursos para atender asuntos relevantes a nivel internacional. Estas iniciativas suelen ser alentadas por las organizaciones y oficinas especializadas del Sistema de las Naciones Unidas (SNU), pero también las asumen los actores sociales de cada país (gobernantes, autoridades regionales y locales, sociedad civil, sector público y privado, escuelas y universidades), quienes tienen la oportunidad de realizar actividades relacionadas con la temática de la fecha celebratoria y promoverlas en su comunidad nacional, regional o local (1).
El 28 de enero se conmemoró el Día Mundial de la Acción frente al Calentamiento Terrestre. También se le conoce como el Día de la Reducción de las emisiones de Dióxido de Carbono (CO2). La Organización Meteorológica Mundial (OMM) y las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), son los dos organismos de la ONU que impulsan esta conmemoración. Un equipo de científicos de ambas organizaciones del Sistema de NNUU (SNU), crearon el Panel Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) que aporta información científica en la discusión de este grave problema que afronta la humanidad.
En el 2014, el
equipo de científicos del IPCC publicó el Quinto Informe de Evaluación, cuya
conclusión categórica fue: El cambio climático es real y las actividades
humanas son sus principales causantes.
Si bien los gases de efecto invernadero (GEI) se producen naturalmente y son esenciales para vida de todas las especies del planeta, ya que impiden que parte del calor solar se difumine hacia el espacio haciendo habitable la Tierra, los últimos dos siglos han causado un desequilibrio enorme en la cantidad de emisiones de GEI. El proceso generado por la inventiva humana y la fabricación de máquinas, que empezó en 1760 con el motor a vapor en Inglaterra y que se intensificó con la creación del motor a gasolina en 1876, dio lugar a la industrialización generalizada de la producción de bienes y servicios, a la deforestación de las reservas de bosques, a la agricultura y ganadería a gran escala, con el subsecuente incremento de GEI en la atmósfera. El aumento de población y la búsqueda de mejorar la calidad de vida, con la agudización del consumismo y de la actividad fabril, acrecientan el lanzamiento de tóxicos contaminantes que llevan al calentamiento global.
El dióxido de carbono (antes denominado anhídrido carbónico), es uno de los gases de efecto invernadero (GEI) con mayor impacto en la atmósfera planetaria. El incremento de las actividades industriales y la masificación del transporte, especialmente en las últimas décadas, han aumentado las emisiones de este gas, causando un efecto contaminante perjudicial que, junto con los demás gases de efecto invernadero (metano-CH4, óxido nitroso-N2O y ozono-O3), están provocando el cambio climático.
El cambio climático y el efecto invernadero aluden al calentamiento global, es decir, a la presencia de mayores y más intensas temperaturas en nuestro planeta. El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), señala que las emisiones de gases nocivos provocadas por los humanos, en especial el dióxido de carbono, alteran el equilibrio atmosférico provocando climas más extremos y fenómenos colaterales perjudiciales. Las temperaturas muy altas en verano, el frío extremo en invierno y una serie de lluvias torrenciales, sequías, inundaciones y deshielos de las últimas décadas, en lugares donde esto no ocurría, serían las evidencias de las alteraciones suscitadas por el aumento dramático de CO2 y los demás GEIs, que generan cambios perjudiciales para el ambiente y la vida de todas las especies, amenazando gravemente la nuestra, por supuesto (2).
Frente a los
impactos directos e irremediables del calentamiento terrestre en la
agricultura, la generación de energía y el desarrollo humano, entre otros, la
instauración de un Día Mundial que nos recuerde las alteraciones causadas por
el dióxido de carbono en la temperatura planetaria, además de lo ya mencionado
respecto a sensibilización, toma de consciencia ciudadana y toma de
decisiones que favorezcan el cuidado de La Tierra, busca impulsar políticas
concretas y acuerdos internacionales de reducción de emisiones de gases nocivos
y de efecto invernadero. Estas políticas y acuerdos pueden dar lugar a
inversiones en investigación y aplicación de fuentes renovables de energía, la
promoción del uso de combustibles y modos de producción limpios, mejoras en los
procesos de combustión, así como modificaciones en los hábitos de consumo y
reciclaje mediante la educación ambiental.
Según el Ministerio del Ambiente de Perú (MINAM) y OXFAM, en sus reportes sobre la COP 20, afirman que el Perú jugó un rol destacado en la preparación de la Conferencia sobre el Medio Ambiente que llevaría a importantes acuerdos internacionales en París, al año siguiente de realizada la conferencia en Perú. En el 2015, 196 naciones firman el Acuerdo de París donde se establece la perentoria disminución de gases de efecto invernadero y la búsqueda activa y financiada de soluciones ante el cambio climático y el calentamiento global del planeta, mediante la asunción del desarrollo sostenible como política general de los países firmantes. La idea de ese acuerdo era y sigue siendo, mantener por debajo de los 2°C (dos grados centígrados) el aumento de la temperatura terrestre. Este acuerdo se firmó gracias al auspicio y convocatoria de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) (3).
Si bien la responsabilidad mayor del problema del calentamiento terrestre recae sobre los países industrializados, así como de los consorcios empresariales y los gobernantes de las potencias industriales, dado que el tema nos involucra a todos, países ricos y pobres, todas las naciones del mundo se encuentran comprometidas. Igual ocurre con cada uno de nosotros: todos podemos contribuir a la reducción de las emisiones de CO2.
El Sistema de las Naciones Unidas y prácticamente todas las organizaciones que se dedican a promover medidas de acción frente al calentamiento terrestre, afirman que “todos podemos contribuir en la reducción de las emisiones de CO2”. Que las empresas, instituciones y ciudadanos de todos los países del mundo pueden:
·
Apoyar la eficiencia energética y el uso de renovables (disminuyendo el consumo de energía, apagando equipos e
instalaciones eléctricas que no se estén usando; empleando focos ahorradores,
por ejemplo).
·
Desplazarse de forma sostenible (caminar,
usar bicicleta, skate y patineta o scooter, para distancias cortas; no viajar
solo en auto sino compartir con no más de tres por la pandemia, para distancias
largas).
· Conservar y mejorar los sumideros de carbono que son los bosques y
océanos (no botar basura si se va al campo, a la playa o en cualquier
lugar inapropiado; evitar fogatas con materiales tóxicos; utilizar las estaciones de reciclaje
que muchos distritos han implementado).
· Y aplicar las tres
erres: reducir el consumo, reutilizar para maximizar la vida útil y reciclar
para aprovechar como insumo los desechos (www.un.org). En esto de las 3Rs o reciclaje, en el colegio
se ha desarrollado una vasta experiencia, que muchas familias aplican en casa.
· Comprender, analizar y evaluar
en asamblea de familia el tipo de consumo que realizamos: si es responsable o
compulsivo, si lo que se adquiere es necesario o superfluo, si el proveedor se
maneja de forma sostenible o no, determinar el impacto ambiental de los
productos que consumimos (huella hídrica y de carbono), el grave problema de los plásticos de un
solo uso, etc. (4).
· En la web de Geoinnova son muy enfáticos en el ahorro del agua: acortar duchas, cerrar el caño al jabonarse, reutilizar al máximo el agua, evitar goteras, fugas y filtraciones de agua en los baños y en cualquier cañería o caño de la casa, …
Sigamos en los esfuerzos de contrarrestar los efectos negativos del cambio climático y seamos apoyo y fuerza frente acciones positivas, particulares o institucionales, frente al calentamiento terrestre.
(1)
https://www.un.org/es/observances
En la página web de
Naciones Unidas el lector encontrará la relación completa de los Días, Semanas,
Años y Décadas Internacionales, así como las referencias puntuales sobre la
fecha que se está comentando.
(2)
En las páginas del Grupo o Panel Intergubernamental de
Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), así como en la web de la Convención
Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC).
https://unfccc.int/es
(3)
Se recomienda revisar las páginas web del Ministerio del
Ambiente de Perú y las de la Fundación OXFAM, sobre el tema.
https://peru.oxfam.org/qui%C3%A9nes-somos/organizaci%C3%B3n
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