sábado, 4 de junio de 2022

Educación Sexual

No fue hasta la década de los 80 que la Educación Sexual pasó a ser un componente explícitamente afrontado dentro de los planes educativos en las escuelas y colegios. En los encuentros de instituciones educativas alternativas, de los que el Colegio La Casa de Cartón fuera parte integrante y uno de los líderes para realizarlos y socializar ideas y propuestas, la sexualidad humana pasó a ser uno de los temas de mayor interés, dada su trascendencia para la forja de identidad, autoestima, actitudes positivas y valores en las niñas, niños y adolescentes.


 

La revolución sexual de los años 60, la moda unisex en el vestido y el cabello, la liberación y equidad de las mujeres al exigir derechos sobre su vida sexual y reproductiva, el feminismo como contrapeso al machismo y al patriarcado socio culturales imperantes,

-que buscó y busca equidad entre hombres y mujeres al considerar la igualdad de derechos y deberes, así como el mayor acceso femenino a las responsabilidades laborales de toda índole con resultados tan eficientes o superiores a los que creían tener los varones-, llevó a las sociedades a un replanteamiento de roles, responsabilidades y manera de comprender y asumir la equidad entre los géneros.

 

Esos cambios se agudizaron por la mayor fragilidad de la vida en pareja, sean matrimonios o convivencias, frente al alto número de separaciones o rupturas que ponían en cuestión con quién se quedaban los hijos e hijas y quién cubriría la manutención, obligando a las mujeres a buscar fuentes de ingreso, muchas veces ante la irresponsabilidad y abandono de los padres. También se agudizaron ante las demandas respecto a poder decidir si se continuaba o no con un embarazo no deseado. El divorcio y el aborto, que ya ocurrían desde siempre en la historia, se convirtieron en asuntos de debate abierto y legislación.

 


De forma análoga, la homosexualidad, vivida clandestina y culposamente al igual que las separaciones y abortos, “salió del closet” y se hizo evidente que no solo existían dos maneras de ser en el mundo y la vida (hombre y mujer), sino diferentes orientaciones sexuales, que exigían innovaciones sociales y culturales para integrar y aceptar la diversidad en toda su dimensión y complejidad.

 

En los Encuentros de Experiencias Educativas Alternativas, como les llamamos a esas reuniones de nidos (educación inicial), escuelas (educación primaria) y colegios (educación secundaria o de los tres niveles), que propulsaban cambios sustantivos en sus propuestas pedagógicas, la necesidad urgente de incorporar la educación sexual fue una de esas innovaciones relevantes. 

 

Dos de nuestras promotoras fundadoras, por ejemplo, inspiradas en la ancestral costumbre de los pueblos de preguntarle y hacer consultas a los ancianos o al oráculo, inventaron el juego “Pregúntale al genio”, en un mix creativo con la lámpara maravillosa. El juego consistía en que los estudiantes podían hacer cualquier pregunta, de manera anónima, a este supuesto genio y recibir información de la más alta calidad. ¿Y qué creen? Un vasto espectro de cuestiones, aludían a temas sexuales.


 

¿Cómo se tienen bebés? O ¿cómo nace un niño? ¿Por qué la mamá lleva a bebé en su panza? Y cientos de inquietudes de este calibre, permitieron diseñar los proyectos de acuerdo a las áreas de interés y motivación de las niñas y niños del colegio. No todas las indagaciones eran de corte sexual, pero el Proyecto del Cuerpo Humano devino en un espacio tremendamente creativo para forjar autoestima e identidad en torno a atender de forma natural, espontánea y saludable un aspecto tan cotidiano y vital como la sexualidad humana.

 

Venciendo los miedos, las vergüenzas y los sentimientos de culpa promovidos por todo un aparato cultural que censura una vida plena en base a una vivencia saludable de la sexualidad, que es además, la base de la existencia de todo ser vivo, los colegios alternativos, primero, las escuelas y colegios particulares, después, y recién, tras el nuevo milenio, los pininos de la educación pública para introducir en el currículo aspectos relativos a la educación sexual, se han desarrollado lentamente. El mito de la cigüeña y la exclusiva representación de la sexualidad humana tomando a la abejita que va llevando el polen del estambre al pistilo como paradigma ejemplar, pasaron a ser obsoletos.


 

En el próximo artículo veremos cómo la Educación Sexual (ES) dio lugar a un tipo particular de enfoque, la Educación Sexual Integral (ESI), la que se implementa en las instituciones educativas públicas y privadas desde la segunda década del siglo XXI, en base a investigaciones de expertos y planteamientos científicos fundamentados.

 

Frente a los criterios de científicos, investigadores y pedagogos de instituciones sumamente sólidas y calificadas por sus estándares de calidad, ¿estaremos preparados las madres y padres de familia, miembros de las comunidades educativas de cada colegio, para dar opiniones y tomar decisiones sobre cómo enfocar la educación sexual? La opinión de todos los estamentos de la Comunidad Educativa es bienvenida, pero ¿es posible otorgar tal poder a uno de ellos –el de las madres y padres-, como para vetar las publicaciones que utilizan las instituciones educativas en base a las conclusiones de los especialistas?

 

No se pierda la continuación de esta interesante reflexión, sobre un asunto francamente polémico en la actual coyuntura, en la siguiente entrega del blog de La Casa de Cartón. Hasta pronto.

 

                                                                                                    

                                                                                                     Carlos Ureña Gayoso

                                                                                                   Integrante de EDUCALTER

 

 


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