Hemos sido testigos del enorme
esfuerzo y dedicación que realizan los atletas para lograr destacar en las
disciplinas deportivas que practican. Se han difundido las historias de muchos
deportistas de provincias y pueblos alejados o provenientes de las grandes
ciudades del Perú y toda América, que con su tenacidad lograron acceder a las
ligas locales y regionales, para luego competir en las ligas nacionales hasta
convertirse en representantes del Perú o de sus países de origen, en los juegos
deportivos internacionales de América.
El esfuerzo sostenido y exhaustivo se
aplica para cualquier modalidad gimnástica, atlética o deportiva, tal como
observáramos en los Juegos Panamericanos Lima 2019. Pero, sin lugar a dudas,
tremendamente superiores son los esfuerzos que supone para una persona en silla
de ruedas, con medio cuerpo paralizado, sin alguna de las piernas o sin las
dos; sin uno o los dos brazos, o sin manos; con ceguera, sordera o con
disfuncionalidad neurológica, que le dificulta la coordinación de movimientos,
alcanzar los logros que hemos visto obtener en los Juegos Parapanamericanos,
también celebrados en Lima, este año.
El
coraje desplegado por los atletas discapacitados en las diferentes disciplinas
deportivas del evento, ha sobrecogido y llenado de admiración a todos los que
vimos, en vivo o por televisión, el empuje y pundonor de estos deportistas paralímpicos.
El tema de la inclusión y la equidad,
que ha ganado un gran espacio en las últimas décadas, como derecho a pertenecer
y ser parte de una colectividad y a ser miembro en condiciones de igualdad de
ese colectivo, así como los Juegos Parapanamericanos Lima 2019, motivan el
presente artículo para el blog del Colegio La Casa de Cartón.
La inclusión es una idea y una
práctica, una manera de entender la vida en la que todas, todos y cada una o
uno, son parte importante de la comunidad y participan de esta colectividad con
iguales o similares derechos y deberes, de acuerdo a la variedad de habilidades
que posean.
La inclusión es un concepto que
reivindica el derecho de toda persona a ser parte del cuerpo social, a tener
acceso directo a los servicios adecuados para el desarrollo personal, familiar,
educativo y socio cultural que le permitan vivir dignamente y con calidad; y está
ligado a la noción de equidad. Todas y todos tienen (deberían tener), las
mismas oportunidades y facilidades para convertirse en o ser: sí mismos, dentro
de la comunidad local, nacional y mundial a la que se tiene derecho a
pertenecer. La equidad es una idea de igualdad plena entre seres humanos, que
aún no se plasma en la cotidianidad, pero a la que se aspira por justicia
social y compromiso con valores solidarios.
Desde que la UNESCO emitió la
Declaración Universal sobre la Diversidad Cultural, en el 2001, los temas de
inclusión y equidad pasaron a la agenda mundial con énfasis creciente. La
diversidad cultural fue declarada patrimonio de la humanidad y la diversidad
biológica y cultural, fueron y son valoradas en la misma medida que se valora
la biodiversidad del ambiente.
Se afirma –en dicha declaración
universal- “que el respeto de la diversidad de las culturas, la tolerancia, el diálogo
y la cooperación, en un clima de confianza y de entendimiento mutuos, son uno
de los mejores garantes de la paz y la seguridad internacionales; y aspira a
una mayor solidaridad fundada en el reconocimiento de la diversidad cultural,
en la conciencia de la unidad del género humano y en el desarrollo de los
intercambios culturales”. Asimismo, reafirma los derechos humanos y las
libertades fundamentales de la Declaración Universal de Derechos Humanos (web
UNESCO).
A partir de la mencionada declaración,
las iniciativas internacionales se ocuparon de detectar a las poblaciones
vulnerables y a tomar acuerdos entre las naciones para reducir la
discriminación y favorecer la inclusión social. Naciones dentro de países,
grupos étnicos, comunidades campesinas selváticas y andinas, poblaciones
originarias, estuvieron dentro de los grupos vulnerables detectados. Ya con
anterioridad, Naciones Unidas tenía a las mujeres como grupo vulnerable en
muchos estados donde se sigue discriminando por género. Las personas con
discapacidad también fueron tomadas en cuenta. Asimismo, se consideró a las
poblaciones ubicadas en zonas de alto riesgo de desastres naturales.
La
inclusión social, entonces, es una noción que implica afiliar plenamente a
todos y cada uno de los miembros de una sociedad a la vida de la comunidad, sin
que importe su condición social, origen, sexo o actividad. Se usa la palabra
“afiliar” ya que algunos expertos en estos temas expresan su disconformidad
cuando se utiliza la palabra “integrar”. Explican que integrar supone adecuar
al individuo o al grupo a la sociedad de pertenencia; mientras que incluir o
afiliar supone adecuar a la sociedad acogedora a los individuos o grupos que
considera en iguales condiciones, así existan diferencias[1].
El soporte principal de la inclusión
es “el reconocimiento de que todas las personas tienen habilidades y
potencialidades propias, distintas a las de los demás, por lo que las distintas
necesidades exigen respuestas diversas o diferentes”. La inclusión –continua inclúyeme.com- busca
que se fomente y garantice que toda persona sea “parte de” y que no permanezca
“separado de”. Inclusión, por lo tanto, significa que los sistemas establecidos
proveerán acceso y participación recíproca; y que el individuo con discapacidad
y su familia tengan la posibilidad de participar en igualdad de condiciones”.
Lo antedicho es válido para cualquier
grupo o población vulnerable.
Dóri Sirály y Daniela Rodríguez, en
el artículo “Importancia de la Inclusión”, publicado por Predi.com, distinguen
varios tipos de inclusión. Entre ellas, mencionan: la inclusión social,
cultural, educativa y laboral. Se sugiere al lector que incursione en esa
página web de interesarle profundizar en estas diferenciaciones. Para efectos
de los intereses del colegio, revisaremos a fondo, en el próximo artículo del
blog del Cole, los aspectos sociales y, muy especialmente, los educativos de la
inclusión.
Hasta pronto.
[1] Se
ha utilizado como fuentes, las páginas web de ONU; UNESCO; Inclúyeme.com;
Prezi.com; y de Inclusióneducativa.org.