Son las Olimpiadas de La Casa de Cartón
Venimos a jugar, venimos a competir
Queremos ganar, sabemos perder…
La psicomotricidad y la educación física son espacios del quehacer pedagógico donde se estimula la maduración del cuerpo y se fortalecen las destrezas y funciones corporales. El trabajo psicomotriz, con niñas y niños del Primer Ciclo, así como actividades gimnásticas, atléticas y deportivas dentro de la Educación Física, con l@s estudiantes de los demás ciclos, permite a los docentes desplegar al máximo la potencialidad inherente al organismo humano y perfeccionar mediante la ejercitación ciertas habilidades y destrezas.
El trabajo del y con el cuerpo, tanto en psicomotricidad como en educación física, nos permite ser conscientes de: la respiración y de la necesidad de aire puro; del requerimiento de agua para la hidratación corporal; de alimento sano y nutritivo para el desarrollo de huesos, músculos y demás tejidos de nuestro organismo; de la importancia del sistema nervioso tanto para la coordinación y precisión de todo tipo de movimiento como para la realización de las funciones involuntarias pero trascendentes del cuerpo.
El óptimo rendimiento físico traerá consigo una mejora en los aspectos cognitivos, socio afectivos y en la autoestima, dada la activación de endorfinas1 en el cerebro . Mente sana en cuerpo sano, parafraseando a los griegos, quienes –dicho sea de paso- inventaron las olimpiadas en homenaje a sus deidades.
El cuerpo es el hábitat personal, el organismo vivo donde existimos y donde se organizan todas y cada una de las funciones y mecanismos que hacen posible nuestro estar en el mundo. El cuerpo nos permite percibir la realidad mediante los órganos de los sentidos. Hace posible decodificar lo percibido e interpretarlo a través del lenguaje y del pensamiento. En el cerebro podemos irle dando crecientemente significado simbólico y práctico a las vivencias sociales, con los aspectos emocionales y sentimentales que involucra la afectividad, para construir identidad y autoestima.
Asimismo, el cuerpo que habitamos posibilita descubrir, conocer, comprender, analizar, sintetizar y evaluar los aprendizajes mediante el despliegue de la cognición y el intelecto, afirmando la construcción de las inteligencias. Las experiencias y aprendizajes inteligentes van generando conocimiento, consciencia de sí mismo, voluntad y decisión. Estas cualidades netamente humanas, tienden al afronte y superación de retos y dificultades, al logro de valores e ideales, a la búsqueda de la felicidad y realización humanas… todo gracias al cuerpo donde vivimos.
Lo anterior es posible, siempre y cuando todo vaya “mínimamente bien” en el desarrollo de cada persona y del entorno que la cobija. Que los niños y niñas puedan satisfacer por encima de cierto umbral elemental -como para garantizar calidad de vida- las necesidades básicas, afectivas, cognitivas, culturales y recreativas, que posibilitan al individuo en sociedad crecer y madurar fuerte y sano, capaz de adaptarse y ser él mismo, sensible y sólido, libre, solidario, creativo, honesto y veraz. Que le permitan –en suma-, convertirse en persona plena y cabal.
La estimulación psicomotriz y la educación física tienen la privilegiada posibilidad de apoyar sustantivamente el proceso de humanización de los “cachorros” de nuestra especie. Una adecuada imagen corporal está a la base de la construcción de la autoestima. Imagen auténtica de sí mismo/a, aceptación del cuerpo y del sexo, auto concepto positivo, autocontrol y auto afirmación de aspectos físicos, psicológicos y socio culturales, devienen en autoestima.
Las Olimpiadas de La Casa de Cartón brindan cada año la oportunidad de desarrollar o afirmar habilidades y destrezas corporales, especialmente, a todo el estudiantado y profesorado. Se constituyen como una fiesta en equipo de los deportes, del atletismo y de la gimnasia que capitaliza el trabajo realizado en las áreas de psicomotricidad y educación física. En las Olimpiadas se sintetizan todos los esfuerzos por desplegar al máximo el potencial corporal, social y anímico de la comunidad educativa del colegio.
Es tradicional la organización de cuatro grandes equipos: verde, rojo, amarillo y azul, con profesoras y profesores a cargo de cada uno y con árbitros evaluadores de color blanco. Las barras de los equipos, la presentación de lemas y canciones alusivas, el entusiasmo dirigido creativamente al inaugurarse los juegos, hace de ésta una de las épocas mejor valoradas y más recordadas por la comunidad de La Casa de Cartón.
Las distintas disciplinas deportivas van jugando sus respectivos partidos en espacios y tiempos ubicados en una agenda que prioriza las olimpiadas durante ese periodo. Todo el mundo tiene que ver con cada actividad olímpica. Se espera con ansia los resultados de cada día, aprendiendo tanto a ganar como a perder, sin piconerías ni malas actitudes, sino con altura, respeto y honestidad, desarrollando también tolerancia a la frustración y sana competencia, que incluye aceptar que otro equipo (o persona) ganó.
El evento cumbre dentro de este gran marco olímpico se realiza en el Estadio Gálvez Chipoco de Barranco, que sirve de sede para las pruebas de atletismo. Ahí se reúne la comunidad educativa en pleno, con las madres y padres alentando y, dependiendo del resultado, consolando a sus hijos e hijas.
Todo un despliegue de esfuerzos para enaltecer a la “maravillosa máquina” que es el cuerpo humano, en un ambiente de camaradería y solidaridad para aprender y aplicar valores en mancomunidad.
Felices juegos olímpicos del 2019.
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1 Las endorfinas son neurotransmisores cerebrales producidos por las glándulas hipotálamo y pituitaria que generan, entre otras funciones, las sensaciones de bienestar y felicidad, así como un extraordinario rendimiento general.