martes, 23 de julio de 2019

Las Olimpiadas del Colegio La Casa de Cartón

  Son las Olimpiadas de La Casa de Cartón
Venimos a jugar, venimos a competir
Queremos ganar, sabemos perder…  

La psicomotricidad y la educación física son espacios del quehacer pedagógico donde se estimula la maduración del cuerpo y se fortalecen las destrezas y funciones corporales. El trabajo psicomotriz, con niñas y niños del Primer Ciclo, así como actividades gimnásticas, atléticas y deportivas dentro de la Educación Física, con l@s estudiantes de los demás ciclos, permite a los docentes desplegar al máximo la potencialidad inherente al organismo humano y perfeccionar mediante la ejercitación ciertas habilidades y destrezas.



El trabajo del y con el cuerpo, tanto en psicomotricidad como en educación física, nos permite ser conscientes de: la respiración y de la necesidad de aire puro; del requerimiento de agua para la hidratación corporal; de alimento sano y nutritivo para el desarrollo de huesos, músculos y demás tejidos de nuestro organismo; de la importancia del sistema nervioso tanto para la coordinación y precisión de todo tipo de movimiento como para la realización de las funciones involuntarias pero trascendentes del cuerpo.

El óptimo rendimiento físico traerá consigo una mejora en los aspectos cognitivos, socio afectivos y en la autoestima, dada la activación de endorfinas1 en el cerebro . Mente sana en cuerpo sano, parafraseando a los griegos, quienes –dicho sea de paso- inventaron las olimpiadas en homenaje a sus deidades.

El cuerpo es el hábitat personal, el organismo vivo donde existimos y donde se organizan todas y cada una de las funciones y mecanismos que hacen posible nuestro estar en el mundo. El cuerpo nos permite percibir la realidad mediante los órganos de los sentidos. Hace posible decodificar lo percibido e interpretarlo a través del lenguaje y del pensamiento. En el cerebro podemos irle dando crecientemente significado simbólico y práctico a las vivencias sociales, con los aspectos emocionales y sentimentales que involucra la afectividad, para construir identidad y autoestima.
Asimismo, el cuerpo que habitamos posibilita descubrir, conocer, comprender, analizar, sintetizar y evaluar los aprendizajes mediante el despliegue de la cognición y el intelecto, afirmando la construcción de las inteligencias. Las experiencias y aprendizajes inteligentes van generando conocimiento, consciencia de sí mismo, voluntad y decisión. Estas cualidades netamente humanas, tienden al afronte y superación de retos y dificultades, al logro de valores e ideales, a la búsqueda de la felicidad y realización humanas… todo gracias al cuerpo donde vivimos. 



Lo anterior es posible, siempre y cuando todo vaya “mínimamente bien” en el desarrollo de cada persona y del entorno que la cobija. Que los niños y niñas puedan satisfacer por encima de cierto umbral elemental -como para garantizar calidad de vida- las necesidades básicas, afectivas, cognitivas, culturales y recreativas, que posibilitan al individuo en sociedad crecer y madurar fuerte y sano, capaz de adaptarse y ser él mismo, sensible y sólido, libre, solidario, creativo, honesto y veraz. Que le permitan –en suma-, convertirse en persona plena y cabal.

La estimulación psicomotriz y la educación física tienen la privilegiada posibilidad de apoyar sustantivamente el proceso de humanización de los “cachorros” de nuestra especie. Una adecuada imagen corporal está a la base de la construcción de la autoestima. Imagen auténtica de sí mismo/a, aceptación del cuerpo y del sexo, auto concepto  positivo, autocontrol y auto afirmación de aspectos físicos, psicológicos y socio culturales, devienen en autoestima.



Las Olimpiadas de La Casa de Cartón brindan cada año la oportunidad de desarrollar o afirmar habilidades y destrezas corporales, especialmente, a todo el estudiantado y profesorado. Se constituyen como una fiesta en equipo de los deportes, del atletismo y de la gimnasia que capitaliza el trabajo realizado en las áreas de psicomotricidad y educación física. En las Olimpiadas se sintetizan todos los esfuerzos por desplegar al máximo el potencial corporal, social y anímico de la comunidad educativa del colegio.

Es tradicional la organización de cuatro grandes equipos: verde, rojo, amarillo y azul, con profesoras y profesores a cargo de cada uno y con árbitros evaluadores de color blanco. Las barras de los equipos, la presentación de lemas y canciones alusivas, el entusiasmo dirigido creativamente al inaugurarse los juegos, hace de ésta una de las épocas mejor valoradas y más recordadas por la comunidad de La Casa de Cartón.


Las distintas disciplinas deportivas van jugando sus respectivos partidos en espacios y tiempos ubicados en una agenda que prioriza las olimpiadas durante ese periodo. Todo el mundo tiene que ver con cada actividad olímpica. Se espera con ansia los resultados de cada día, aprendiendo tanto a ganar como a perder, sin piconerías ni malas actitudes, sino con altura, respeto y honestidad, desarrollando también tolerancia a la frustración y sana competencia, que incluye aceptar que otro equipo (o persona) ganó.


El evento cumbre dentro de este gran marco olímpico se realiza en el Estadio Gálvez Chipoco de Barranco, que sirve de sede para las pruebas de atletismo. Ahí se reúne la comunidad educativa en pleno, con las madres y padres alentando y, dependiendo del resultado, consolando a sus hijos e hijas.
Todo un despliegue de esfuerzos para enaltecer a la “maravillosa máquina” que es el cuerpo humano, en un ambiente de camaradería y solidaridad para aprender y aplicar valores en mancomunidad.

Felices juegos olímpicos del 2019.

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1 Las endorfinas son neurotransmisores cerebrales producidos por las glándulas hipotálamo y pituitaria que generan, entre otras funciones, las sensaciones de bienestar y felicidad, así como un extraordinario rendimiento general. 


Entre ser profesor y ser maestro

Estudié en un colegio particular religioso, con salones de 60 estudiantes y tres secciones por grado o año. Fui aplicado en la primaria y hasta sobresalí con altos promedios alguna vez. En la secundaria, todo cambió; ya se debiera a una adolescencia tumultuosa, al descubrir las limitaciones del sistema educativo o a mi total nulidad para las matemáticas. Me jalaron de primero a quinto y todos los maravillosos veranos, tenía que restarle horas a la playa para darme tiempo de estudiar aquel odioso curso de mis más aborrecibles pesadillas.

El examen de cargo, para reprobados de cualquier materia, se rendía en marzo en un colegio fiscal, como se les llamaba a las instituciones educativas estatales. Era de miedo ir a dar la prueba: escrita, oral y práctica, con balotas o sin ellas, debido a profesores que más parecían jueces implacables que lo miraban a uno hacia abajo, desde lo alto del estrado. Pocas veces me sentí tan pequeño, a pesar de que estaba en pleno “estirón”.


La historia se repitió casi idéntica hasta quinto de secundaria. Ese año memorable, mi padre y mi primo me animaron a presentarme a la universidad. Me matriculé en una academia y empezaron clases simultáneas entre el colegio y la preparatoria: a dedicar todo el día al estudio.

Quería estudiar la carrera de Economía, pero… se tenía que saber matemáticas. Todos mis sueños y ambiciones profesionales estuvieron a punto de desmoronarse por este requisito, hasta que en la clase de Álgebra, se presentó Jorge Salazar como el profesor. Explicó que la mayoría de personas le tienen miedo o rechazo a los números, que si uno las toma como un juego científico que tiene ciertas reglas y las usa entonces se van haciendo más comprensibles. Que conocer en qué campo de la vida se utilizan sirve mucho para revalorarlas y así, clase tras clase fue develando el oscuro misterio de los ejercicios algebraicos, geométricos, trigonométricos y aritméticos.

El profesor Jorge nos trató como personas, con respeto y comprensión a pesar de nuestra ignorancia. Digo “nuestra” ya que fuimos tres compañeros del colegio estudiando en la academia y porque –salvo extrañísima excepción- todos los estudiantes matriculados adolecíamos de interés, menos aún gusto y habilidades por los números. Se interesaba por nuestras vidas y sueños y nos preguntaba por lo que vivíamos cotidianamente. Era un ejemplo de afecto, actividad, democracia, curiosidad e investigación, relacionando los temas de matemática con la realidad de manera globalizada e integral. Se ubicó en nuestro desgano y apatía y desde ese punto de partida, empezó a jugar y a permitir que tomáramos como juego las matemáticas. Luego, cuando sentimos una mínima confianza y comenzaron a salirnos bien los ejercicios elementales, fue combinando exigencia con momentos lúdicos. Hasta instauró la hora del chiste, donde un estudiante contaba algo gracioso y seguíamos la clase. También fomentó la hora de Pitágoras, de Euclides y hasta de Baldor. Introdujo el razonamiento lógico matemático para trabajar aritmética y nos permitía resolver los problemas más difíciles de cualquier dominio matemático con álgebra, siempre y cuando después de resolverlo lo explicáramos según el dominio requerido. De la misma forma, le pedía por favor al que terminaba rápido, porque había aprendido y ahora sabía, que le enseñe al que todavía no se destapaba.
Ingresamos los tres compañeros de colegio a la primera y con buen nivel. Nunca más me volvieron a desaprobar. Seguí ayudando a mis padres en asuntos de la farmacia que tenían, pero para ayudar más y mejor, me puse a dar clases de matemática a escolares que como yo, jalaban y jalaban y no entendían de números ni ciencias. Dejé de pedir propinas y me pude mantener durante y después de los estudios universitarios con las clases particulares o institucionales de matemáticas. Todo esto de lo debo a un gran maestro de los números. Gracias Jorge.

De profesor habías pasado a ser Un Maestro. Tu habilidad para sacar de dentro de nosotros las habilidades dormidas, para hacer que tus estudiantes plasmen el potencial que ellos mismo se venían negando y para lograr que disfrutemos con pasión la satisfacción de hacer entender algo a alguien cuando uno descubre su ser docente, las agradeceré por siempre. Tenía 16 años cuando fui tu alumno. A los 63 sigo enseñando matemáticas. Gracias querido maestro.

Al maestro con cariño y La sociedad de los poetas muertos, dos películas que causaron alto impacto por la extraordinaria caracterización del rol de maestro por Sidney Poitier y Robin Williams, así como por el cuestionamiento a la educación convencional.


En el Colegio La Casa de Cartón los y las docentes hemos buscado convertirnos en maestros. Para alcanzar esa distinción: “A pesar de todo, estamos dispuestos a mantener firme la utopía de contribuir a hacer un Perú solidario, con personas veraces, libres y creativas. A formar ciudadanos que se sientan sujetos de derechos y deberes, que apuesten por una sociedad más justa y un mundo ecológicamente viable”1.

La manera práctica de alcanzar ese ideal es mimetizarse con los principios pedagógicos del colegio: ser ciudadanos democráticos con consciencia ecológica que valoren y apliquen en la docencia el afecto, el ejemplo, la actividad, la realidad, la democracia, el espíritu científico (investigación, ciencia y tecnología), el respeto a los intereses, posibilidades y necesidades de los estudiantes; la actitud lúdica y trabajo, la globalización, la personalización, la integralidad y el descubrimiento.

¿A qué distancia está mi proceder docente con aquello que considero digno de
una maestra o de un maestro?

¡¡¡ FELIZ DÍA PROFESORAS, PROFESORES, MAESTRAS Y MAESTROS !!!


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1 Parafraseando el “Todavía soñamos” (Pág. 13, último párrafo), del Fascículo I de Hacia la escuela posible, EDUCALTER. Lima 2009. 








Abejas y ciudadanía ambiental (2da. Parte)


En el artículo anterior, revisamos el rol fundamental de las abejas en el mantenimiento de la biodiversidad planetaria y su importancia para la alimentación humana, dada la función polinizadora que tienen estos insectos en la reproducción de especies vegetales. También vimos el alto riesgo de extinción al que están expuestas por efecto de la actividad humana.
En este artículo veremos cómo las y los ciudadan@s ecológicos pueden aportar concretamente a la promoción de acciones coherentes y consecuentes con la preservación de la vida y del ambiente que la sustenta.

¿Qué puede hacer una o un ciudadan@ ambiental por las abejas, por la biodiversidad del planeta y por el desarrollo sostenible?
Por las abejas
Sensibilizar a la población, en general, y a la Comunidad Educativa, en particular, sobre el importante papel de estas especies de insectos en la biodiversidad planetaria y en la alimentación humana; sobre todo si la tendencia más saludable pareciera apuntar hacia el vegetarianismo y la mayoría de verduras y frutas requieren ser polinizadas.
Aprender más sobre las abejas y vencer los temores hacia ellas. Estudiar sobre su imprescindible desempeño, conocerlas y perderles el miedo, ya que no son peligrosas. Atacan, como casi la totalidad de seres vivos, cuando son atacadas. Exploran y observan pero no toman la iniciativa de un ataque. Si la persona observadora las molesta o espanta con miedo, ellas reaccionan adversamente y pueden picar. Pero si uno se retira suavemente o las queda mirando, no pasa nada; se cansan y se van.  Si eres alérgico, hay que extremar precauciones o si son especies no nativas, como las africanas, también. Mejor es respetar su hábitat y mantenerse a prudente distancia.
Sembrar y cultivar plantas nativas con flores. Estas plantas les sirven de alimento y uno estaría ayudando a su sobrevivencia al brindarles polen. Asimismo, ellas les corresponderían polinizando sus macetas, jardín, huerta doméstica o escolar.
Instalar una fuente de agua para las abejas. En un tazón o recipiente se coloca agua limpia poco profunda, con palos y piedras para que puedan pararse a beber sin ahogarse. Tendrían donde descansar y refrescarse, especialmente si vives en ambientes campestres donde suelen buscar flores las abejas.
Comprar miel cruda a los agricultores artesanales en las bioferias o mercados locales. Pequeños agricultores o comunidades rurales utilizan técnicas sostenibles en la apicultura, así que ¿por qué no comprarles a ellos más que a las grandes industrias de la miel?
Evitar herbicidas, fungicidas y pesticidas industriales. Buscar alternativas naturales para hacer frente a plagas en las plantas de tus macetas, jardín o huerta.
No hacerles daño, menos aún matarlas, ni usarlas como parte de ningún “juego”.


Por la biodiversidad planetaria y el desarrollo sostenible
Pueden promover la reflexión y la acción sobre estos temas participando activamente en la realización de las consignas, en los murales, revistas, redes sociales, periodismo escolar y/o en los ambientes donde las familias ligadas al colegio se desempeñen (tanto en casa como dónde trabajan).
Pueden poner en marcha un movimiento escolar a través del Consejo Estudiantil (COES), o eligiendo delegados de aula, que den un impulso paralelo a las iniciativas del colegio sobre ciudadanía ambiental, ya sean las consignas como otras ligadas a las áreas donde se proponen temas ecológicos.
Pueden participar en marchas de defensa del medio ambiente y en iniciativas globales sobre estos temas, por ejemplo: hacer suyas las celebraciones del calendario escolar ecológico y cívico, o –mejor aún- las fechas de celebración mundial de las Naciones Unidas (Días Internacionales, Semanas Mundiales, Años y Décadas que promueven la toma de consciencia e invitan a una acción eficaz globalizada) respecto asuntos ambientales.


Existen Días Mundiales1 para las cuestiones políticas o vinculadas a la ciudadanía democrática, y, asimismo, fechas calendarizadas para promover y dar relieve a la importancia que tienen en la conservación del ambiente, específicamente ligadas al eje “consciencia ecológica”. Para ver los Días Internacionales de Naciones Unidas haga clic aquí y para los Días específicos de Consciencia Ambiental, click aquí

También se puede evaluar la posibilidad de participar como colectivo en la campaña “Lunes sin carne” y volver a revisar los temas de huella hídrica en relación al consumo de carnes vacunas especialmente, comparando sus efectos con la producción de vegetales y demás especies de menor costo hídrico al planeta.

En términos prácticos se ha insistido, con mucha fuerza y convicción, en una serie de medidas a ser aplicadas en la vida diaria de l@s ciudadan@s ambientales:
- Cuidar el agua: al ducharse y lavarse manos y dientes cerrando el caño, colocando envases debajo para rehusar el agua con que se enjuagan productos sin detergente, reparando fugas de agua en caños y tuberías, etc.
- Cuidar el aire eliminando el uso de aerosoles, denunciando la quema de basura especialmente si contiene plásticos, promover espacios libres de tabaco, etc.
- Cuidar los suelos mediante el reciclaje de residuos, tal como lo viene haciendo La Casa de Cartón con el circuito ecológico. Evitar el uso de plásticos y tecnopor. Investigar sobre alternativas para embolsar productos (bolsas de tela o papel), en fin, una serie de recomendaciones que el colegio viene brindando como parte de la formación integral de l@s estudiantes y comunidad educativa.
Existe una amplia gama de recomendaciones elaboradas por el colectivo directivo y docente del colegio sobre estos temas.  


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1 La información sobre los “días mundiales” y las “semanas, años y décadas internacionales” propuestas por la ONU y sus organismos especializados se encuentran en www.un.org