lunes, 30 de enero de 2023

Consigna veraniega

Las consignas que promueve el Colegio La Casa de Cartón sirven como recurso metodológico para reforzar las actitudes, habilidades y destrezas que se están desarrollando en determinado periodo académico. En plenas vacaciones y disfrutando del verano limeño, las familias y docentes pueden extender el trabajo de la última consigna del año que pasó, dada su significativa importancia en la valoración de diferentes estilos de aprendizaje, en particular, y de la diversidad humana, en general, así como en la estimación de la pedagogía del ensayo error que contiene. Veamos.

 La consigna del tercer trimestre afirma que: “Tenemos distintas formas de aprender” y que “el error es una oportunidad para crecer”. Desde sus inicios, el colegio favoreció el aprendizaje por descubrimiento, el aprender haciendo, el jugar aprendiendo y el aprender jugando, el trabajo activo participativo, el protagonismo de los estudiantes en el proceso de construcción de saberes a partir de lo que conocían previamente. Todas estas posibilidades y variadas maneras de enfocar y desplegar las sesiones de aprendizaje se basaron en los aportes que la Escuela Activa y el Constructivismo, principalmente, le dieron a la Educación y que el colegio fue incorporando como principios pedagógicos.


De forma paralela a las contribuciones de los diversos enfoques o escuelas, los tipos de pensamiento definidos por Piaget de acuerdo el estadio de desarrollo evolutivo, el modelo del cuadrante cerebral de Herrmann sobre los estilos de pensamiento y aprendizaje, así como los postulados de Gardner sobre las inteligencias múltiples y las de Goleman sobre la inteligencia emocional, enriquecieron enormemente el conocimiento sobre las distintas formas de aprender que tenemos las personas.

Con todos estos referentes en mente y recordando el artículo de Benjamín Alfaro, estudiante de tercero de secundaria, sobre “La consigna y su aplicación dentro de 3er y 4to ciclo”, que fuera publicado en diciembre del 2022 en la “Revista de La Casa de Cartón” (1), podremos apoyar a nuestras hijas e hijos, a nuestros estudiantes de toda edad, a desarrollar las más variadas maneras de aprender en casa y de forma divertida, este verano. En los próximos números del blog revisaremos los planteamientos fundamentales y les haremos llegar sugerencias.


El otro aspecto que abarca la última consigna se refiere a aprender de los errores que cometemos, así como de visualizarlos como oportunidades de crecimiento y no como  fracasos o pérdidas de tiempo. La actitud positiva y los valores de honestidad, receptividad y buena voluntad, que componen la libertad y la búsqueda de verdad, se encuentran presentes al asumir los equívocos como retos a superar. Aprender del error implica disminuir el ego y la soberbia para aceptar que, como seres humanos somos falibles y nos equivocamos. Si nuestra actitud tiende al perfeccionismo y al ego inflado, ni siquiera somos capaces de reconocer los errores cometidos y nuestra terquedad nos puede llevar del error al horror, convirtiendo algo sencillo en tremendo problema por negligencia y negación. Pero si nos aceptamos como personas falibles, con luces y sombras, con cualidades y defectos, ante cada error cometido podemos encontrar una lección de vida, un aprendizaje significativo basado en la propia experiencia que quede acuñado, vivencialmente en nuestro ser y que nos será de utilidad filosófica y práctica el resto de nuestra vida. La sola existencia en este mundo es una gran maestra y aprender de los errores nos lleva a fiarnos de la experiencia, propia y ajena, como fuente de sabiduría.

Aquella o aquel que pretenda no equivocarse o ser perfecto, cosa muy dudosa, o nunca se atrevió a intentarlo, la pasividad y el miedo campearán soberanos en su estrecho mundo. Pero aquellos que intentamos, que nos atrevemos y ensayamos, que nos exponemos al error, a equivocarnos y ser vulnerables, definitivamente tendremos la oportunidad de crecer en seguridad, confianza, amor propio o autoestima y sabiduría. Nos hace mejores personas en última instancia.


La valoración de la diversidad de aprendizajes y de los errores como fuente de saber, también nos pueden servir, continuando con la lógica del artículo anterior de este blog, a aceptar y valorar la diversidad en general y a repensar la famosa definición de locura que nos alcanzara Einstein en su momento. Él decía que “locura es repetir los mismos errores esperando resultados diferentes”.

En el colegio y a nivel de equipo docente, en las casas y dentro de los múltiples y variados entornos familiares, en nuestra vida personal y en la vida social, política y económica de nuestro país: ¿Valoramos las distintas maneras de aprender, de ser, de comportarnos y manifestarnos? ¿Reconocemos y valoramos las diferencias, incluyéndolas, o excluimos sin más a los que nos son ni aprenden como nosotros? ¿Nos sentimos o creemos diferentes, mejores o peores que otros? (2) ¿Aprendemos de los errores que cometemos o cometimos y cambiamos nuestros patrones de conducta? O por el contrario ¿repetimos el mismo error esperando resultados diferentes? ¿Lo que nos ocurre como personas o como familia, nos está pasando a nivel de país? ¿Qué dicen?


Fuerte abrazo a tod@s. 

 

                                                                                                                             Carlos Ureña Gayoso

                                                                                                                        Integrante de EDUCALTER

 

 

(1)   “Tenemos distintas formas de aprender, el error es una oportunidad para crecer”. La consigna y su aplicación dentro de 3er y 4to ciclo. Benjamín Alfaro (3ro secundaria). Revista de La Casa de Cartón. Año 38 N-53. Diciembre 2022.

(2)    Complementariamente, ver los interesantes artículos:

-    “El racismo presente en las elecciones presidenciales: Un fenómeno social aceptado en nuestro país”, de Luciana Engblom Gallo.

-       “La xenofobia en instituciones educativas que nos rodea” (sic), de Alonso Antu Santander Pérez. Y

-    “Crítica al género y descubrimiento de más identidades”, de Aiden Calderón Cruzado. Los tres son estudiantes del 3ro. de secundaria, quienes han publicado en la “Revista de La Casa de Cartón”, del mismo año, número y fecha que mencionamos en (1).


lunes, 16 de enero de 2023

Y empezó el año 2023

Las fiestas de fin de año, con la clausura del cole incluida como parte del periodo de cierre anual, han terminado. Comenzamos un nuevo año en celebraciones compartidas con familiares y amigos, entre alegrías y tristezas, ya sea que estas últimas provengan de nuestro entorno inmediato o surjan de la dolorosa conciencia de ser peruanos en un país que está desangrándose en este momento (hoy, 15 de enero).

Usualmente, muchos de nosotros aprovechamos el fin de año y el inicio de un año nuevo para hacer un listado de buenos propósitos. Tras la evaluación de lo vivido, nos proponemos ajustes o nuevas actividades, retos y metas para el año que se inicia.

Hacer algún ejercicio físico, caminar más o montar bicicleta con regularidad, ejercitarnos en yoga o meditación que tantas veces postergamos (mindfulness, que le llaman ahora), comer sano eliminando al temible “pepe” (P de panes y otra p de postres y dulces). Desarrollarnos como personas y como trabajadores (profesionales o no), siguiendo algún curso, diplomado o maestría, si contamos con los recursos para hacerlo. Al menos hacer sudokus o crucigramas para mantener la mente activa. Encontrar una pasión a la que dedicarle tiempo libre si lo hubiera. Disciplinarnos mejor en el cumplimiento de horarios para superar las carencias de tiempo para la familia y los amigos, dedicándoles más atención a nuestras hijas e hijos, a la pareja y a nuestros padres o amistades, según sea el caso. Todos estos son ejemplos de buenos propósitos.

 


Cada persona quisiera, todos nosotros quisiéramos, mejorar en varios aspectos nuestro desempeño anterior y el tránsito de un año a otro es una muy buena oportunidad para plantearnos los ajustes o programar las mejoras a realizar. Unos podrán usar una agenda o un planificador de escritorio (esos enormes con los meses para recordar lo importante o lo que se hayan propuesto). Otros, más modernos, usarán su agenda electrónica con alarmas para recordar fechas y situaciones.

Desde estas páginas, les tenemos una sugerencia muy acorde con la propuesta pedagógica del Colegio La Casa de Cartón, que es la siguiente. ¿Y si aprovechamos el inicio del año para realizar una asamblea familiar donde cada miembro de la familia llegue con su autoevaluación en mano? ¿Qué es lo mejor que tengo como persona y cuál es mi mayor aporte en esta familia a la que pertenezco? ¿Qué aspectos puedo mejorar o cuáles características podrían hacerle un daño a mis seres queridos, con quienes vivo? Cada familia es libre de matizar y de enriquecer esta sugerencia con las preguntas que cada integrante del clan deba llegar a la reunión familiar. Ya en la asamblea de familia, frente a lo que cada miembro comparte de acuerdo a turnos establecidos con un juego que ustedes inventen o que conozcan de antes, los demás le hacen conocer su opinión, con lo que se estaría en una heteroevaluación. Al finalizar las rondas donde cada miembro de la familia ha compartido su autoevaluación y se ha nutrido con la heteroevaluación de los demás, se establecen los acuerdos grupales. ¿A qué se compromete cada persona y cada cuanto tiempo se revisarán dichos acuerdos? Se nombra un secretario para formalizar en un acta o en un papelote los retos personales a fin de recordarlos constantemente. Todo este proceso puede ser diferido en dos sesiones o más si así lo requiere y muy saturado de juegos o aspectos lúdicos cada vez que termina uno de los integrantes del grupo familiar, para hacer muy amena la o las sesión/sesiones.

 


En una reunión adicional, menos lúdica quizás pero con recursos activos tipo los que usan en el cole para la indagación científica o para analizar las noticias, sería recomendable tratar de entender con fuentes provenientes de los dos bandos, ¿qué está pasando en el Perú, hoy? Esclarecer el “por qué” de los enfrentamientos, precisar las demandas de la población, sopesar la declarada no comprensión y hasta negligencia en algunos casos de las autoridades, establecer la infiltración o no de grupos de extrema izquierda o derecha que incitan a la policía a disparar, así como tener un consenso familiar sobre si se justifica o no el que tengamos 49 personas asesinadas el día de hoy, y si esto permitirá a las familias ubicarse como parte de la sociedad en su conjunto y cómo participar como familias dentro del proyecto nacional.

¿Qué podemos hacer como familias y como colectivo ante lo que viene ocurriendo? Como miembros de la comunidad educativa de La Casa de Cartón, nos es necesario enmarcar nuestros propósitos y mejoras para el 2023, en el contexto nacional desde una óptica solidaria, libre, creativa y buscadora de verdad para seguir forjando estudiantes, que pronto serán ciudadanos, lúcidos, democráticos y ecológicamente conscientes, en concordancia a la justicia social, los valores y actitudes positivas que promueve el colegio desde su fundación.

 


La situación actual demanda que dejemos de observar pasivamente lo que ocurre y que formemos conciencia sobre el uso abusivo de la represión y las armas de fuego contra los manifestantes. ¿Qué podemos hacer cada un@, cada familia y como institución educativa? Busquemos, por favor, respuestas a este gran reto que se nos ha presentado. ¿Sería oportuno hacer un pronunciamiento institucional?

 

Fuerte abrazo a tod@s. 

 

                                                                                                                             Carlos Ureña Gayoso

                                                                                                                        Integrante de EDUCALTER