domingo, 10 de septiembre de 2017

Programar por competencias (2da parte)


¿Cuál es el Perfil del Egresado? ¿Qué competencias se trabajan en las Instituciones Educativas, IIEE, para alcanzar dicho perfil? ¿Cuáles son los enfoques transversales que insumen el trabajo por competencias en un diseño curricular?

Con esas preguntas terminamos la entrega anterior sobre este mismo tema. Retomándolo ahora nuevamente, veamos cuáles son los lineamientos que destaca el Currículo Nacional, CN, sobre el Perfil del Estudiante que egresará de la Secundaria en cualquier colegio público o privado. En ese documento rector de la Educación Básica, se afirma que:

“… el Currículo Nacional de la Educación Básica visibiliza y da forma al derecho a la educación de nuestros estudiantes al expresar las intenciones del sistema educativo, las cuales se expresan en el Perfil de egreso de la Educación Básica, en respuesta a los retos de la actualidad y a las diversas necesidades, intereses, aspiraciones, valores, modos de pensar, de interrelacionarse con el ambiente y formas de vida valoradas por nuestra sociedad. Asimismo, el Currículo apunta a formar a los estudiantes en lo ético, espiritual, cognitivo, afectivo, comunicativo, estético, corporal, ambiental, cultural y sociopolítico, a fin de lograr su realización plena en la sociedad.

De esta manera, el Currículo Nacional de la Educación Básica plantea el Perfil de egreso como la visión común e integral de los aprendizajes que deben lograr los estudiantes al término de la Educación Básica. Esta visión permite unificar criterios y establecer una ruta hacia resultados comunes que respeten nuestra diversidad social, cultural, biológica y geográfica. Estos aprendizajes constituyen el derecho a una educación de calidad y se vinculan a los cuatro ámbitos principales del desempeño que deben ser nutridos por la educación, señalados en la Ley General de Educación, tales como: desarrollo personal, ejercicio de la ciudadanía, vinculación al mundo del trabajo para afrontar los incesantes cambios en la sociedad y el conocimiento”[1]



Para precisar este perfil, el Currículo Nacional reagrupa en 12 postulados las características de las 31 competencias que propone como logros a ser alcanzados al finalizar la Secundaria. El perfil del egresado es el siguiente, de acuerdo al CN 2017:

* El estudiante se reconoce como persona valiosa y se identifica con su cultura en diferentes contextos.
* El estudiante propicia la vida en democracia a partir del reconocimiento de sus derechos y deberes y de la comprensión de los procesos históricos y sociales de nuestro país y del mundo.
* Asume la interculturalidad, la equidad de género y la inclusión como formas de convivencia para un enriquecimiento y aprendizaje mutuo. Se relaciona armónicamente con el ambiente, delibera sobre los asuntos públicos, sintiéndose involucrado como ciudadano, y participa de manera informada con libertad y autonomía para la construcción de una sociedad justa, democrática y equitativa.
* El estudiante practica una vida activa y saludable para su bienestar, cuida su cuerpo e interactúa respetuosamente en la práctica de distintas actividades físicas, cotidianas o deportivas.
* El estudiante aprecia manifestaciones artístico-culturales para comprender el aporte del arte a la cultura y a la sociedad, y crea proyectos artísticos utilizando los diversos lenguajes del arte para comunicar sus ideas a otros.
* El estudiante se comunica en su lengua materna, en castellano como segunda lengua y en inglés como lengua extranjera de manera asertiva y responsable para interactuar con otras personas en diversos contextos y con distintos propósitos.
* El estudiante indaga y comprende el mundo natural y artificial utilizando conocimientos científicos en diálogo con saberes locales para mejorar la calidad de vida y cuidando la naturaleza.
* El estudiante interpreta la realidad y toma decisiones a partir de conocimientos matemáticos que aporten a su contexto.
* El estudiante gestiona proyectos de emprendimiento económico o social de manera ética, que le permiten articularse con el mundo del trabajo y con el desarrollo social, económico y ambiental del entorno.
* El estudiante aprovecha responsablemente las tecnologías de la información y de la comunicación (TIC) para interactuar con la información, gestionar su comunicación y aprendizaje.
* El estudiante desarrolla procesos autónomos de aprendizaje en forma permanente para la mejora continua de su proceso de aprendizaje y de sus resultados.
* El estudiante comprende y aprecia la dimensión espiritual y religiosa en la vida de las personas y de las sociedades.[2] 


En relación a los enfoques transversales, que alimentan o brindan insumos articuladores al conjunto de áreas del currículo, el MINEDU plantea los siguientes ejes:

1.      Enfoque de Derechos: calidad, democracia, libertad y responsabilidad, diálogo y concertación, conciencia de DDHH y Derechos de los Niños, Niñas y Adolescentes.
2.      Enfoque Inclusivo o de Atención a la Diversidad: inclusión, respeto por las diferencias, confianza en la persona, equidad, calidad e igualdad de género.
3.      Enfoque Intercultural: interculturalidad, diálogo, equidad, respeto a la identidad cultural, democracia, igualdad de género, justicia y ética.
4.      Enfoque de Igualdad de Género: dignidad, igualdad, empatía y justicia.
5.      Enfoque Ambiental: conciencia ambiental, solidaridad planetaria, respeto a toda forma de vida, equidad intergeneracional, calidad, justicia y ética.
6.      Enfoque de Orientación al Bien Común: equidad, justicia, solidaridad, empatía, responsabilidad, democracia, interculturalidad, calidad, igualdad de género y ética.
7.      Enfoque de Búsqueda de la Excelencia: flexibilidad, apertura, superación personal, calidad, ética, igualdad de género y equidad.



 Nótese la similitud de planteamientos entre el Currículo Nacional y los que postula el Colegio La Casa de Cartón. El lector puede acceder a la página web del colegio para cotejar nuestra propuesta pedagógica con la que desde este año se estructura el currículo nacional.

Es en función de estas “coincidencias”, que reflejan el trabajo realizado con el Ministerio de Educación, por diferentes instituciones emblemáticas de la sociedad civil, tales como el Foro Educativo, Educa, el Consejo Nacional de Educación, los sindicatos de docentes, entre las más destacadas, así como la asesoría ministerial que brindaron algunos líderes de proyectos educativos alternativos o innovadores al MINEDU; que el colegio manifestó a la Comunidad Educativa de La Casa de Cartón la decisión de adecuar los lineamientos de evaluación, a los criterios y estándares del Currículo Nacional 2017.

Transcribimos aquí la comunicación que el colegio envió a las familias dentro de la Carpeta Familiar entregada a inicios de este año.

EVALUANDO POR COMPETENCIAS Repensando nuestra forma de evaluar El Ministerio de Educación publicó el año 2016 el nuevo Currículo Nacional, producto de una labor de recojo de años de información de cómo y qué aprenden nuestros estudiantes y del  análisis e intercambio de experiencias de profesionales de la educación y de otras áreas afines.

Este nuevo currículo resume el perfil de egreso del estudiante, las líneas transversales, las competencias, las capacidades y el enfoque educativo que se pretende desarrollar en el sistema escolar peruano.  El equipo docente del colegio se ha informado, analizado y debatido las innovaciones, alcances e implicancias de esta propuesta y ha contrastado la práctica docente con los planteamientos del nuevo currículo.

De este análisis, se concluye que en su mayoría existen coincidencias tanto en el perfil, en las líneas transversales como en la orientación y expectativas planteadas en cada área curricular, debido a que La Casa de Cartón y el nuevo currículo se han nutrido de las mismas fuentes, los mismos autores o planteamientos educativos. Sin embargo, se han encontrado nuevos elementos que el colegio se ha retado a  incluir y desarrollar, resultando la más significativa la evaluación por competencias.    

Una competencia se entiende como una facultad que tiene una persona de combinar un conjunto de capacidades a fin de lograr un propósito específico en una situación determinada, actuando de manera pertinente (MINEDU: 2017) y que se espera logre al finalizar su escolaridad. Por cada área se estima que hay tres a cuatro competencias (aunque en algunos casos hay dos), cuya expectativa de logro se establece por cada ciclo escolar, las que a su vez, se distribuyen en cada uno de los años académicos.
 



Este nuevo enfoque plantea un énfasis en la evaluación formativa; es decir, la evaluación del proceso mismo de aprendizaje, entendida esta como una retroalimentación constante que ayude a mejorarlo y en donde el estudiante se sienta más comprometido con el proceso. De ahí que, el equipo docente hará más explícita la importancia de la evaluación del proceso y señalará los logros, avances y dificultades en este proceso aprendizaje.

Por lo  tanto, los sílabos de cada curso darán énfasis a aquellas actividades que formen parte del proceso de aprendizaje (exposiciones, tareas, trabajos de investigación, productos materiales, prácticas de unidad, etc.),  además de diversificar los instrumentos de evaluación.
 En este sentido, corresponde a las familias seguir acompañando a sus hijos en su proceso de aprender y en donde el resultado de una evaluación, a través de cualquier tipo de instrumento, permite leer qué logros han alcanzado, pero también analizar qué debe seguir mejorando para poder lograr la competencia. Una evaluación no es una sentencia, es un diagnóstico[3].
 Resulta claro, para todas y todos los docentes, que para poder evaluar por competencias es preciso programarlas, diseñar actividades que las promuevan y hacer el seguimiento, considerándolas. En la próxima entrega, última de esta saga, revisaremos los estándares propuestos, los niveles de desempeño y las maneras de evaluar por competencias. Buen viaje y feliz campamento a todos los estudiantes y a sus profesores y profesoras. Tras los viajes y campamentos, disfruten de sus vacaciones. Hasta pronto.




[1] Currículo Nacional para la Educación Básica. MINEDU. Lima, 2017. Pág. 14.
[2] CN 2017. Págs. 15-18.
[3] Evaluando por Competencias. Carpeta Familiar 2017. Colegio La Casa de Cartón.

lunes, 7 de agosto de 2017

Programar por competencias

            Desde que se planificó el colegio, en 1983, y al empezar a funcionar como tal, en el 84, La Casa de Cartón formuló sus programaciones escolares considerando tres grandes áreas o campos de objetivos: los actitudinales, los de habilidades intelectuales y los de destrezas.
Los objetivos actitudinales implicaron el trabajo de formación de hábitos positivos, en inicial y primeros grados de primaria, como base para generar disposiciones favorables en nuestras y nuestros estudiantes; y que estas actitudes positivas, que involucraban aspectos afectivos y sociales, se conviertan en valores conforme iban creciendo y llegando a la adolescencia, donde se planteaban temas vitales fundamentales respecto su existencia y definían la escala axiológica que los acompañaría de por vida.



               
  Los objetivos de habilidades intelectuales supusieron establecer las capacidades cognitivas básicas, que la escuela tendría que promover, para que las y los estudiantes pudiesen acceder al mundo del conocimiento siendo protagonistas del proceso de aprendizaje. La idea era y es potenciar al máximo la curiosidad natural como para que, por sí mismos, busquen la información en todo tipo de fuentes. Que pregunten, que averigüen, que indaguen o investiguen de acuerdo a intereses, necesidades y posibilidades. Que, en suma y dicho en un lenguaje más moderno, desarrollen altos niveles de motivación como para construir aprendizajes con sus profesoras y profesores.
               
  Los objetivos de destrezas corporales y artísticas entrañaron la utilización eficaz del cuerpo, en especial de las manos, para plasmar y expresar en productos tangibles, tanto las buenas disposiciones o actitudes, como las habilidades, en logros de aplicación práctica. La psicomotricidad, la educación corporal o física, los talleres de arte y las comisiones productivas, junto con las responsabilidades diarias, permitieron y permiten que los saberes sean útiles y verificables en las acciones concretas del vivir cotidiano.            

  Mientras los niños y niñas cursaban los niveles de inicial y primaria, resultaba más sencillo e integrador articular los tres grandes objetivos (actitudes, habilidades y destrezas) mediante el método de proyectos. Dicho método engarza los tres campos en simultáneo y permite utilizar las mismas actividades para desplegar facultades de las tres áreas. En 1990, cuando la primera promoción llegó a primero de secundaria, se continuó con los proyectos y se reforzó la investigación científica sin rigidez en el método, sino con flexibilidad y ludismo, más bien, para pasar del juego al trabajo y del trabajo al juego y, así, mantener la integralidad de la propuesta pedagógica de La Casa de Cartón.



   
   Mientras aumentaron los grados de secundaria y con el alumnado en segundo o tercer año, se tomó la decisión de afrontar los retos que planteaba el diseño curricular de esa época, con cantidades ingentes de contenidos, así como las expectativas de las familias en torno a si sus hijos podrían cursar estudios superiores al terminar la escolaridad. Se optó por incorporar cursos o asignaturas, actualmente áreas, al horario y mantener un proyecto anual por año de secundaria, que fuese holístico y mantuviese el abordaje interdisciplinar y la búsqueda de logros en los tres grandes campos de objetivos que el colegio promovía.

   Sin llamarlo así y de manera incipiente, estuvimos apuntando al trabajo por competencias. Articular el plano socio afectivo o actitudinal, el plano intelectual cognitivo de las habilidades, que involucra a los conocimientos; y el plano pragmático de la acción que implica las destrezas, fue bautizado como trabajo o programación por competencias.   




   A finales de la década de los 80 e inicios de los 90, el empresariado multinacional y los administradores de empresas, especialmente los gerentes de lo que se denominaba “recursos humanos”, pusieron en boga tendencias productivas conocidas como “calidad total” o “búsqueda de la excelencia”. En ese contexto, los Chicago Boys, un grupo de economistas y administradores de esa ciudad propusieron trabajar, de forma integral y con miras a elevar la productividad y las ganancias, las disposiciones de ánimo hacia el trabajo y la empresa, las capacidades o aptitudes del personal a su cargo y los conocimientos requeridos para desempeñar óptimamente la función de cada cual dentro de la organización. A este modelo se le conoció como enfoque por competencias.

  Las ideas de “calidad total”, “búsqueda de la excelencia” y “competencias”, se extendieron a todos los ámbitos de la vida humana y llegaron, también, a la educación. En la Encuesta PISA (Programa Internacional para la Evaluación de Estudiantes, diseñada en 1999 y aplicada en el 2000 por primera vez), no se evaluaron grados ni materias escolares, sino competencias: comprensión lectora, habilidad para resolver problemas lógico-matemáticos y de ciencias naturales.

En el Perú, en noviembre del 2005, se formula el primer Diseño Curricular Nacional por competencias, siendo Ministro de Educación Javier Sota Nadal.  Ese diseño curricular fue mejorado en el 2009 pero, al igual que en La Casa de Cartón, el fraseo de las competencias no estaba integrado, sino que cada campo especificaba sus objetivos o metas. Había objetivos de actitudes, de habilidades –donde se incluían las destrezas-, y de conocimientos (nótese el matiz de diferencia con la propuesta curricular del Cole, donde los conocimientos están dentro de las habilidades y las destrezas se ubican como campo aparte).
En el Perú, en noviembre del 2005, se formula el primer Diseño Curricular Nacional por competencias, siendo Ministro de Educación Javier Sota Nadal. Ese diseño curricular fue mejorado en el 2009 pero, al igual que en La Casa de Cartón, el fraseo de las competencias no estaba integrado, sino que cada campo especificaba sus objetivos o metas. Había objetivos de actitudes, de habilidades –donde se incluían las destrezas-, y de conocimientos (nótese el matiz de diferencia con la propuesta curricular del Cole, donde los conocimientos están dentro de las habilidades y las destrezas se ubican como campo aparte).
   Es recién en el 2017, con el Currículo Nacional para la Educación Básica que se incorpora en un fraseo global y único, para aspectos específicos, el esquema o modelo de competencias escolares. 

   El Currículo Nacional para la Educación Básica ha significado ponerse a la altura de las tendencias ya consolidadas en los tiempos actuales, incorporando en la educación peruana una serie de propuestas y postulados que rigen los proyectos educativos y curriculares de los países más avanzados en materia de derechos ciudadanos, participación democrática, cuidado del medio ambiente, salud y educación. Constituye una herramienta moderna y de alta calificación para planificar las áreas de aprendizaje desde una óptica que implica considerar las competencias, esa suma de capacidades que se integran en cada persona y le permiten resolver problemas diferentes; que implica articular hábitos, actitudes y valores con habilidades intelectuales, destrezas y conocimientos, desde y con una participación activa del aprendiz; que se centra en el perfil del estudiante al egresar, al tiempo que establece niveles graduales de desarrollo de las competencias, también llamados “estándares de aprendizaje” y que considera como un proceso permanente y autogestionario el proceso de aprender-enseñar.




   Veamos las cuatro definiciones curriculares clave sobre las que se estructura este modelo curricular: competencias, capacidades, estándares de aprendizaje y desempeños.

Competencia: “Se define como la facultad que tiene una persona de combinar un conjunto de capacidades a fin de lograr un propósito específico en una situación determinada, actuando de manera pertinente y con sentido ético. Ser competente supone comprender la situación que se debe afrontar y evaluar las posibilidades que se tiene para resolverla. Esto significa identificar los conocimientos y habilidades que uno posee o que están disponibles en el entorno, analizar las combinaciones más pertinentes a la situación y al propósito, para luego tomar decisiones y ejecutar o poner en acción la combinación seleccionada.

   Asimismo, ser competente es combinar también determinadas características personales, con habilidades socioemocionales que hagan más eficaz su interacción con otros. Esto le va a exigir al individuo mantenerse alerta respecto a las disposiciones subjetivas, valoraciones o estados emocionales personales y de los otros, pues estas dimensiones influirán tanto en la evaluación y selección de alternativas, como también en su desempeño mismo a la hora de actuar”[1].

Capacidades: “Las capacidades son recursos para actuar de manera competente. Estos recursos son los conocimientos, habilidades y actitudes que los estudiantes utilizan para afrontar una situación determinada. Estas capacidades suponen operaciones menores implicadas en las competencias, que son operaciones más complejas.

   Los conocimientos son las teorías, conceptos y procedimientos legados por la humanidad en distintos campos del saber. La escuela trabaja con conocimientos construidos y validados por la sociedad global y por la sociedad en la que están insertos. De la misma forma, los estudiantes también construyen conocimientos. De ahí que el aprendizaje es un proceso vivo, alejado de la repetición mecánica y memorística de los conocimientos preestablecidos.

   Las habilidades hacen referencia al talento, la pericia o la aptitud de una persona para desarrollar alguna tarea con éxito. Las habilidades pueden ser sociales, cognitivas, motoras.

  Las actitudes son disposiciones o tendencias para actuar de acuerdo o en desacuerdo a una situación específica. Son formas habituales de pensar, sentir y comportarse de acuerdo a un sistema de valores que se va configurando a lo largo de la vida a través de las experiencias y educación recibida”.


  
Estándares de aprendizaje: “Son descripciones del desarrollo de la competencia en niveles de creciente complejidad, desde el inicio hasta el fin de la Educación Básica, de acuerdo a la secuencia que sigue la mayoría de estudiantes que progresan en una competencia determinada. Estas descripciones son holísticas porque hacen referencia de manera articulada a las capacidades que se ponen en acción al resolver o enfrentar situaciones auténticas.

   Estas descripciones definen el nivel que se espera puedan alcanzar todos los estudiantes al finalizar los ciclos de la Educación Básica. No obstante, es sabido que en un mismo grado escolar se observa una diversidad de niveles de aprendizaje, como lo han evidenciado las evaluaciones nacionales e internacionales y que muchos estudiantes no logran el estándar definido. Por ello, los estándares sirven para identificar cuán cerca o lejos se encuentra el estudiante en relación con lo que se espera logre al final de cada ciclo, respecto de una determinada competencia.

   En ese sentido, los estándares de aprendizaje tienen por propósito ser los referentes para la evaluación de los aprendizajes tanto a nivel de aula como a nivel de sistema (evaluaciones nacionales, muestrales o censales)” [2].

Estándares
EBR / EBE[3]
LCC
Nivel 8
Nivel destacado
Nivel esperado al finalizar el Ciclo IV
Nivel 7
Nivel esperado al final del ciclo VII
Nivel 6
Nivel esperado al final del ciclo VI
Nivel esperado al finalizar el Ciclo III
Nivel 5
Nivel esperado al final del ciclo V
Nivel esperado al finalizar el Ciclo II
Nivel 4
Nivel esperado al final del ciclo IV

Nivel 3
Nivel esperado al final del ciclo III
Nivel esperado al finalizar el Ciclo I
Nivel 2
Nivel esperado al final del ciclo II

Nivel 1
Nivel esperado al final del ciclo I




                                                              














Desempeños: “Son descripciones específicas de lo que hacen los estudiantes respecto a los niveles de desarrollo de las competencias (estándares de aprendizaje). Son observables en una diversidad de situaciones o contextos. No tienen carácter exhaustivo, más bien ilustran actuaciones que los estudiantes demuestran cuando están en proceso de alcanzar el nivel esperado de la competencia o cuando han logrado este nivel.

Los desempeños se presentan en los programas curriculares de los niveles o modalidades, por edades (en el nivel inicial) o grados (en las otras modalidades y niveles de la Educación Básica), para ayudar a los docentes en la planificación y evaluación, reconociendo que dentro de un grupo de estudiantes hay una diversidad de niveles de desempeño, que pueden estar por encima o por debajo del estándar, lo cual le otorga flexibilidad”.

¿Cuál es el Perfil del Egresado? ¿Qué competencias se trabajan en las Instituciones Educativas, IIEE, para alcanzar dicho perfil? ¿Cuáles son los enfoques transversales que insumen el trabajo por competencias en un diseño curricular?

No se pierda la próxima entrega de “Programar por competencias”, que les alcanzaremos en breve. Hasta pronto.

Carlos Ureña Gayoso
Equipo EDUCALTER





[1] Todas las citas, entre comillas, han sido tomadas del Capítulo III: Definiciones clave que sustentan el Perfil de egreso, entre las páginas 35 a 45; del Currículo Nacional para la Educación Básica. MINEDU. Lima, 2017.
[2] Los ciclos en la educación básica no coinciden con los ciclos que maneja La Casa de Cartón. Las equivalencias son:

La Casa de Cartón - LCC
Educación Básica Regular – EBR
Ciclo I
Ciclos II y III
Ciclo II
Ciclos IV y V (mitad)
Ciclo III
Ciclos V (la otra mitad) y VI
Ciclo IV
Ciclo VII

[3] “*En el caso de la modalidad de Educación Básica Especial, los estudiantes con discapacidad intelectual severa o no asociada a discapacidad tienen los mismos estándares de aprendizaje que reciben los estudiantes la Educación Básica Regular. La institución educativa y el Estado garantizan los medios, recursos y apoyos necesarios, así como las adaptaciones curriculares y organizativas que se requieren”.

miércoles, 19 de abril de 2017

La Minka del Colegio La Casa de Cartón

El próximo sábado, 22 de abril, las madres y padres de familia, con sus hijas e hijos, liderados por el equipo docente y administrativo del colegio, se reunirán en el local escolar para participar en la segunda actividad multitudinaria de la escuela: la Minka 2017.

Usualmente, se realizan cuatro grandes eventos anuales, donde se espera la presencia de la comunidad educativa en pleno: la primera reunión de familias (antes del inicio de clases, fines de febrero o inicios de marzo), la minka escolar (en abril), la celebración del aniversario del colegio (en agosto); y la ceremonia de clausura del año lectivo (en diciembre).


Niños y familiares observando el ritual de Pago a la Tierra con el que suele comenzar la Minka

La minka del Colegio La Casa de Cartón es una fiesta de trabajo compartido. Las autoridades escolares y los docentes establecen una agenda de acciones necesarias para mejorar algún aspecto del ciclo, del salón de sus hijos o del colegio en su totalidad: pintar o barnizar paredes, carpetas o el muro perimétrico, limpiar la huerta, resanar el mobiliario, contribuir a la decoración del aula o de la escuela, por poner algunos ejemplos. También puede haber talleres de capacitación en áreas de interés para las familias: alimentación saludable, fabricación de objetos útiles con material reciclado, visitas a los Pantanos de Villa para pintar las aves observadas al regresar a la escuela o para ver algún video y reflexionar sobre su importancia en la vida de las aves migratorias, entre otros talleres. Los familiares y sus hijas e hijos van conformando los equipos de trabajo o integrando los grupos para los talleres y proceden a realizar las actividades requeridas.

Mientras tanto, los estudiantes de quinto de secundaria, que conforman la promoción, con el apoyo de sus parientes, preparan los alimentos y bebidas que permitirán brindar las fuerzas para empezar el trabajo, en el caso de los que desayunan en el colegio; o reparar las energías de los participantes y generar un momento de descanso compartido, a la hora del almuerzo.

Las autoridades del colegio convocan a los asistentes en dos momentos clave: al inicio, para organizar las actividades del día y celebrar el pago a la tierra; y hacia el final del evento, para compartir entre todos los resultados alcanzados.

Minka y ayni en la vida comunitaria ancestral y actual

La minka de La Casa de Cartón busca, asimismo, recuperar las antiguas tradiciones comunitarias de nuestros ancestros, donde el trabajo compartido, la solidaridad y la gratitud encontraban cauces concretos para expresarse.

La minka era, y todavía es, el trabajo colectivo que se realizaba y realiza para asuntos colectivos en las comunidades campesinas, donde participan todos los integrantes de la misma. El ayni es, análogamente, el trabajo comunitario pero dirigido a una familia en particular. Minka y ayni representan una modalidad de relación reciproca donde todos se ayudan entre todos. Las leyes de reciprocidad e intercambio que contienen, configuraron y configuran la solidaridad comunitaria de los pueblos ancestrales y rurales del Perú. Viene a ser el equivalente de lo que nos enseña ese tradicional cuento de la “Sopa de piedra”, donde la persona que no tiene más que la olla sin nada qué cocinar, pasa casa por casa pidiendo una colaboración y los demás, van aportando una cebolla por ahí, una zanahoria por allá, hasta que se prepara y sirve, para todos los colaboradores, una exquisita sopa con variados vegetales.



Los ciudadanos andinos y amazónicos, desde antes del Tahuantinsuyo hasta nuestros días, mantienen vigentes las leyes de reciprocidad contenidas en el ayni y la minka o minga.

Minka y ayni constituyen modalidades de trabajo dentro de la organización económica de las comunidades rurales andinas y amazónicas. “Si yo no ayudo, nadie me ayuda y si nadie me ayuda no puedo vivir. La comunidad me necesita y yo necesito a la comunidad”; vendría a ser la idea de fondo, de tipo económico, que se encuentra en el sustento de ambos tipos de trabajo. Pareciera romántica a nuestros ojos, pero es un estilo íntimamente ligado a la supervivencia.

Para profundizar un poco más en estos conceptos, haga click aquí y accederá al documento “Organización económica inca: minka, ayni y mita”, tomada de la página historiacultural.com.

Los valores que se evidencian en las minkas, ya sean las ancestrales, las actuales en las comunidades campesinas o las escolares, son, a saber: la solidaridad (valor supremo del colegio), la reciprocidad, la cooperación mutua, la ayuda multilateral entre personas o grupos de personas, el sentimiento de pertenencia a una colectividad; el vislumbrar lo particular dentro de una comunidad, así como el visualizar el impacto de valores colectivos en cada persona en particular. Incluso hay quienes plantean que la espiritualidad andina se enaltece con la práctica de la minka y el ayni dado que significa anteponer las necesidades colectivas o de otros, antes que los intereses personales. Ese desprendimiento dignifica a la persona y se plasma en un servicio útil y desinteresado . Sin embargo, insistimos que es una estrategia de supervivencia, ya que las personas y las autoridades, ya sea en la minka familiar o en la comunitaria, se apoyan mutuamente en actividades que no pueden realizar individualmente o en grupos pequeños.

Vigencia de la Solidaridad

Durante la reciente “Emergencia Nacional”, causada por el desborde de ríos y generación de huaycos en distintos lugares de nuestra patria, especialmente en la costa norte y centro del país, y que ahora se extiende a la selva peruana, cabe resaltar, el resurgimiento espontáneo y generoso de la solidaridad como fuente de apoyo entre las personas y grupos, así como de los sentimientos de unión y cooperación mutua para reconstruir las zonas afectadas.

Sobre los desastres que todos hemos visto por la televisión o internet y que, por desgracia, algunos de nuestros familiares, amigos o compañeros de trabajo, han vivido directamente, siendo parte de los damnificados por la cercanía de sus viviendas a los ríos y zonas vulnerables inundadas, se han escrito muchos artículos o se han presentado diversos reportajes con testimonios e imágenes atroces de la destrucción causada por la naturaleza desbordada y por la mala ubicación de viviendas en zonas por donde discurre el agua cuando hay exceso, aunque pasen años sin que se activen estos cauces.

La unión hace la fuerza: Solidaridad en acción. Pobladores y policías ayudándose a cruzar calles totalmente anegadas, por el desborde del río Huaycoloro en Huachipa. (Foto: La República)

No vamos a insistir en ese aspecto del gravísimo problema recién experimentado, ni de la actuación o no de las autoridades nacionales, regionales o locales involucradas, ni de las fuerzas armadas y policiales, ni de los bomberos y defensa civil, ni de su papel en esta situación tan delicada y comprometedora. Tan solo mencionar que ha habido casos de decidida y eficiente intervención de las autoridades y de los grupos de soporte social mencionados y, en otros lugares, se les ha extrañado, por decirlo con suavidad.

Queremos enfatizar más bien, el aspecto solidario, positivo y humano dentro de este desolador escenario que hemos sufrido. Como pocas veces se ha visto, se ha movilizado toda la población para ayudar a los damnificados: mediante colectas o entrega voluntaria de tiempo y esfuerzo, la gente ha apoyado a los demás a superar o paliar el horrendo trance. Parecía incluso que el Perú se había unido, que como dicen los slogans del gobierno, el “Perú, (era/es) una sola fuerza”. Si a las manifestaciones de solidaridad les sumáramos planificación y organización, cualidades de una democracia participativa, se podría evitar que año a año, siendo éste el más intenso y grave, se repitan las mismas escenas y dificultades. Con mayor organización ciudadana y mejor planificación de las ciudades, esa sola fuerza sería mayor y estaría mejor orientada.

Nuestros ancestros edificaron sus ciudades y centros ceremoniales en los desiertos, en las laderas o en las partes altas de los cerros y montañas. Su respeto por la Pachamama, -y de ahí el Pago a la Tierra que se realiza en las minkas del colegio-, era tal, que no tocaban ninguna porción de campo útil para la agricultura o la ganadería. Nuestra así llamada civilización, hace usufructo de zonas de alto riesgo y utiliza económicamente los valles y quebradas, donde osa construir ciudades, destruyendo los campos de cultivo o pastoreo y exponiendo a los pobladores a desgracias como las que acaban de ocurrir. Los resultados son dolorosos: 106 muertos o desaparecidos, 150 mil damnificados en todo el país y 210 mil viviendas destruidas, según el Centro de Operaciones de Emergencia Nacional (COEN), al 04 de abril (Fuente: La República).

Desde Caral hasta Chan Chan (Chimú), pasando por Chavín de Huántar o Wari; desde Tambo Colorado hasta Sacsayhuamán, los antiguos peruanos no construyeron sobre tierras fértiles; ni destruyeron sus fuentes de alimento y agua.

La solidaridad sigue vigente. Hoy más que nunca antes o tan igual. Frente a un mundo individualista, egocéntrico y hedonista, donde tener pareciera (y así se le hace creer a la gente) más importe que ser; la solidaridad, la reciprocidad, la cooperación desinteresada, el compartir vida y recursos con los demás, es la alternativa.

Entre el inicio del año escolar y la minka que ya está a puertas, el Día Mundial del Agua (22 de marzo), la Hora del Planeta (25 de marzo) y el Día Mundial de la Salud (07 de abril), nos recuerdan la enorme responsabilidad que tenemos frente a estos temas de interés universal y lo valioso que es nuestro hábitat común: el planeta Tierra y sus recursos (el agua en primer lugar), así como la fragilidad de todo el montaje humano ante la fuerza de la naturaleza y la precariedad de nuestros sistemas de vida ante la falta de agua, por mencionar el recurso más necesario.

La minka y la emergencia nacional, así como estas fechas, mundialmente celebradas, enfatizan el enorme significado y valor de la solidaridad en la vida humana y en la preservación del planeta. Actitudes solidarias favorecen la paz, la reciprocidad y la convivencia saludable.

Como dijo el Dalai Lama en torno a la salud: “Si la mente está ocupada con pensamientos positivos, es más difícil que el cuerpo enferme”.

Saludos a todos. Feliz Minka del colegio.

jueves, 9 de marzo de 2017

INICIO DEL AÑO ESCOLAR 2017



REUNIÓN DE FAMILIAS

El sábado pasado, 25 de febrero, se realizó la primera reunión de familias del Colegio La Casa de Cartón, con motivo del próximo inicio de las clases escolares de este año, programada para el lunes 06 de marzo.

El ambiente festivo lo pusieron, desde que uno ingresaba al colegio, las familias de la promoción quienes, con el apoyo decidido de sus hijas e hijos, preparaban sánguches y viandas para animar a los que no hubiesen desayunado en casa. Alegres y cálidos también, al dar la bienvenida, profesores, profesoras, madres y padres anotaban a los que llegaban y les entregaban la Carpeta del Estudiante o se anotaban para las movilidades.

A eso de las 10 a. m. sonó el timbre avisando el inicio de la reunión. El auditorio estaba lleno, aunque no se podría decir que todos los y las estudiantes estuvieran representados. Las familias de alumnos nuevos, sí asistieron en pleno.


Carlos Palacios, director del colegio, fue enfático al resaltar el rol de apoyo que cumple La Casa de Cartón en la formación de las chicas y los chicos que educa. El rol protagónico, la responsabilidad directa, corresponde a las familias. Hogares y escuela se unen en la responsabilidad compartida de educar los cuatro valores del Ideario: Solidaridad, Verdad, Libertad y Creatividad; que se expresan en los ejes transversales de una ciudadanía participativa y un compromiso activo con el medio ambiente. La propuesta educativa del Cole, recoge los enunciados actitudinales generales y los ejes mencionados para darles forma concreta y ser trabajados en cada ciclo y grado.

Claudia Galarza, subdirectora, explicó la necesidad de revisar los documentos oficiales del colegio para comprender a fondo la propuesta educativa de La Casa de Cartón. Mencionó, muy especialmente, el libro morado: “Hacia la escuela posible”, que sistematiza los primeros años del colegio y da la línea axiológica de sus valores, escrito por Mariano Moragues, director fundador durante 20 años. Les recomendamos también revisar la página web del Cole. En dicha web, se encuentra la sección Una propuesta diferente, donde encontrarán hacia la izquierda los fascículos elaborados por la directiva de la AMAPAFA 2007-2008.

        Asimismo, resaltó Claudia las implicancias del respeto a la diversidad dentro de un enfoque inclusivo. Cada persona tiene un ritmo de aprendizaje y una manera peculiar y única de aprender. Se trata de valorar y respetar las diferencias que cada uno trae y organizar la docencia “acomodándonos” a esa peculiaridad de cada quien. Las mismas herramientas pueden adecuarse (acomodarse) a las necesidades de cada persona, por tanto, el acompañamiento del docente supone un asesoramiento personalizado y la utilización de diversos recursos y técnicas que estimulen las diferentes inteligencias o estilos de aprendizaje. Las clases tenderán a ser un “avispero” donde el movimiento y la conversación vayan buscando la verdad, más que un solemne auditorio donde uno hable y los demás, inmóviles y callados, escuchen.


Se presentó al equipo institucional, docente y administrativo, que conducirá las acciones pedagógicas y brindará el soporte para que ellas sean posibles. Después, la AMAPAFA (Asociación de Madres y Padres de Familia) delineó los objetivos de apoyo a las tres grandes actividades del año lectivo 2017: La Minka en mayo; el Aniversario en agosto y la Clausura en diciembre; así como anunció la creación de grupos de interés para que cada miembro de una familia del Cole pueda canalizar óptimamente sus habilidades y preferencias. No perderán de vista lo iniciado el año pasado en relación a usar de manera formativa, los Humedales (o pantanos) de Villa.

Tanto Carlos como Claudia mencionaron la identificación del colegio con el Nuevo Diseño Curricular Nacional, ya que existen suficientes “coincidencias” en cuanto a principios pedagógicos, consideraciones filosóficas y metodológicas, que apuntan al trabajo de competencias, en lugar de conocimientos; y a una evaluación permanente del proceso, más que del resultado. En la última entrega del año pasado se “colgó”, en este blog, el DCN 2016 (a ser implementado desde este año; por eso algunos hablan del DCN 2017). También lo pueden buscar en la web del MINEDU.

INICIO DE CLASES

Y… llegó el día 06. Los chicos y las chicas, grandes algunos y otros realmente enormes (¡¡¡cómo han crecido todos!!!), regresaron al colegio a empezar el trabajo-juego-estudio de este año. El primer día de clases fue intenso, bonito, creativo y lleno de emociones; por los reencuentros, el ambiente festivo, la organización inicial del salón, el diálogo con sus tutores y por los videos que vieron (adecuados a cada nivel), antes de llegar a acuerdos y decisiones por grupo, sobre temas de cuidado medio ambiental. A las 10 a. m, se realizó la Asamblea General, conducida con alegría y dinamismo por el profesor Giancarlo Gonzales, donde cada grupo presentó sus compromisos para este año, en materia de responsabilidad ecológica, con miras a formar la ciudadanía medio ambiental.


        Los niños y niñas del Primer Ciclo, valoraron el agua y su cuidado como fuente de vida para todas las especies existentes en nuestro planeta, ya sean vegetales o animales. Explicaron que los humanos podíamos cerrar los caños al cepillarnos los dientes, al jabonarnos en la ducha, al terminar de usarla, asegurándonos que no gotee; no exagerar las cantidades de agua utilizadas al lavar, ropa o vajilla, al regar las plantas o el auto; usar lo estrictamente necesario, en suma. Los estudiantes del Segundo Ciclo enfatizaron la prevención respecto la contaminación ambiental, invitándonos a botar la basura de forma organizada, separando papeles y cartones, plásticos, vidrios y desechos orgánicos (restos de verduras, cáscaras de frutas o sobras de comida, por ejemplo).

        Las alumnas y alumnos del Tercer Ciclo propusieron el ahorro de energía como reto central: apagar luces cuando no hay nadie en ese ambiente o cuando salen al recreo en la escuela, por ejemplo; y apagar artefactos cuando ya no se van a usar, ya sean electrodomésticos o ligados a la computación. Los del Cuarto Ciclo presentaron proyectos para abordar integralmente el cuidado ambiental del colegio, siendo enfáticos en incrementar las áreas verdes en todos los espacios posibles, manejando cuidadosamente todos los aspectos que intervienen: agua, energía, suelos, desechos, reciclaje para promover una vida sana tanto en el colegio como en las familias que conforman la comunidad educativa de La Casa de Cartón.


   Carlos Palacios, nuestro director, explicó que al mirar a los estudiantes sentados en el auditorio, vio delante suyo, a los de Inicial de 4 y 5 años y, a su lado, a las y los  mayores de la promoción 2017. En ese momento, visualizó como una película de 12 años, donde los pequeños llegaban llenos de curiosidad, tiernos, con ganas de aprender, conocer y hacer amistades y, luego devenían en los adolescentes de quinto de secundaria, a punto de egresar, habiendo afirmado una serie de recursos personales, cognitivos, afectivos y socio-culturales que los hacían ser quienes eran ahora.


Al finalizar la asamblea, fueron a tomar sus alimentos y al recreo. Hubo un último momento en cada aula y terminó el primer día, que estaba previsto a la 1:20 pm para todos los estudiantes.
Entonces, bienvenidos todos a este nuevo año escolar. Esperemos que con la participación y compromiso de la comunidad educativa en su conjunto, sea un año promisorio.