miércoles, 15 de diciembre de 2021

¿Cómo practicar la Consciencia Plena o Mindfulness?

En base a la propia experiencia, les presentaremos algunos ejercicios básicos o prácticas concretas del Mindfulness. Para ordenar su descripción, los agruparemos en ejercicios que se realizan en reposo, deteniendo toda otra actividad, y ejercicios que pueden hacerse en movimiento, simultáneamente con otras actividades.

 


·         Ejercicios en reposo

 

Un primer acercamiento a los ejercicios implica darse un tiempo para practicarlos. Detener el activismo que puede caracterizar nuestras vidas, para regalarnos uno o más momentos específicos del día para ser y estar con nosotros, en nuestro interior. Al suspender todas las demás actividades, nos sentamos cómodamente, pero con la espalda recta, los ojos cerrados, los hombros relajados y nos concentramos en nuestra respiración. En silencio e inmovilidad, escuchamos cómo ingresa el aire… cómo egresa el aire. Oímos con atención cómo inhalamos y… cómo exhalamos, mientras en paralelo, dejamos que los pensamientos se silencien naturalmente, sin forzar nada. Solo nos concentramos en este instante a través de la escucha consciente de nuestra respiración.

 

En algunas páginas de la web formalizan la práctica antedicha. En Mente A Mente, por ejemplo, plantean lo que acabamos de describir, mediante 5 pasos:

 

1. Se designa o elige el objeto de nuestra atención: Les proponemos la respiración como objeto de nuestra concentración, ya que la respiración sostiene la vida y nos lleva directamente a ser conscientes de ella. Pero, en otros ejercicios, se puede prestar atención a los latidos del corazón o pulso, “mirar” por el entrecejo (donde varias filosofías o creencias ubican el tercer ojo), escuchar los ruidos externos y  concentrarse en los intervalos ruido-silencio; o, ya con los ojos abiertos, se puede observar con total atención la flama de una vela, una fogata, el mar, la puesta de sol, una flor o un árbol, y un largo etcétera de posibilidades que incluye mirar a personas y/o animales quietos o en movimiento (perros y gatos son muy accesibles).

 


2. Se enfoca la atención en el objeto elegido o designado: En el caso de la respiración, seguimos respirando como siempre y tan solo observamos eso que hacemos casi sin darnos cuenta, dándonos cuenta. La hacemos consciente, pero sin forzar el ritmo respiratorio ni hacerla más intensa para escuchar cómo respiramos. Sencillamente respiramos, escuchamos y percibimos.

Con otros objetos haríamos algo semejante. No alteramos nada de afuera. Solo intensificamos nuestra percepción de aquello que observamos, le ponemos todo nuestro ser a esa percepción; la hacemos plenamente consciente.

 

3. Se mantiene la atención en el objeto: Centrar nuestro ser consciente y estar en el presente gracias a aquel estímulo interno (respiración, pulso, sonidos-silencio, “tercer ojo” …) o externo (puesta de sol, mar, paisajes, flores, árboles, plantas en general, personas o animales), nos permite vivenciar el aquí y el ahora con total atención y concentración. Podemos empezar con 5 minutos y poco a poco aumentar el esfuerzo. Algunos se mantienen alertas de 20 a 60 minutos o más. No hay reglas. Lo que nos haga bien es lo mejor para cada quien y cada persona encuentra su tiempo óptimo y el momento propicio.

 

4. Se catalogan las distracciones: Asumamos con naturalidad las distracciones. Todos las tenemos al practicar estos ejercicios. Pero rápidamente detectemos qué tipo de pensamiento o emoción nos embarga al perder el foco de atención. Al finalizar la sesión podremos analizar su origen y fuerza. Les hemos sugerido dejar que se vayan de manera natural esas ideas o sentimientos, lo que sea que nos separe de la atención al objeto elegido o designado. En otras tendencias, se le pide “al que se observa”, que identifique y ponga etiquetas (que catalogue) a los distractores. Ejemplos de etiquetas: planificando, pensando, recordando, soñando, sintiendo (y el tipo de sentimiento), entre otras posibilidades.

 

5. Se redirige la atención al objeto: Una y otra vez, en cada momento que percibimos nuestra distracción, nos volvemos a concentrar en la respiración u otro objeto elegido. La idea es volver, lo más sencilla y naturalmente posible, a depositar nuestra atención consciente en el objeto designado, sin reproches internos, ni juicios, ni críticas, ni sermones moralizadores, sino simplemente volver a fijar la atención en lo que hemos elegido para hacerlo.

Algunas prácticas sugieren una posición especial para efectuar este ejercicio: la postura de la flor de loto, por ejemplo. En ese caso, nos sentamos con las piernas cruzadas y con las pantorrillas sobre los muslos, la espalda derecha en 90 grados respecto las piernas y los brazos extendidos apoyados en los muslos, cerca de las rodillas, haciendo un círculo con el índice y el pulgar y los demás dedos extendidos. Al comienzo cuesta conservar el equilibrio y duele un poco, pero como todo ejercicio, la práctica elimina las incomodidades iniciales.

 

Como sea que nos sentemos, lo importante es el escuchar nuestra propia respiración o atender plenamente aquello que hemos escogido, más que la postura en sí; aunque hay enfoques muy cercanos al yoga, que le dan especial relevancia a las posiciones corporales o asanas.

 

Las prácticas sin movimiento, en reposo, permiten hacer pequeñas combinaciones. Por ejemplo, se puede observar primero la luz de una vela encendida, tras prender un incienso, con música instrumental de fondo (tipo hindú, céltica u oriental, desconocida de preferencia), para luego pasar a escuchar la respiración.

 

·         Ejercicios en movimiento

 

Este tipo de ejercicios pueden tener en cuenta la respiración, pero se anclan mejor en las sensaciones y percepciones corporales. Si camino, estar atento al movimiento de cada músculo y posición corporal al momento de hacer la caminata. Si me baño, sentir las gotas o chorro de agua en el cuerpo, estar con el agua en el cuerpo, ahí, alerta a las sensaciones que produce el agua al bañar la superficie de mi piel. Cualquier cosa que se haga, hacerla con todo el ser involucrado, conectado a esa acción que estoy realizando, reduciendo al mínimo los pensamientos sobre lo que vendrá o lo que pasó, sino aquí y ahora consciente de lo que hago, de cómo lo hago y disfrutándolo.

 


Los deportes, la gimnasia y el atletismo pueden favorecer a muchas personas, a desplegar la total atención en lo que se hace. Mientras más intenso el entrenamiento, más fácil conectarse con el presente y gozar del no pensamiento, de la alerta total. El yoga y la meditación, obviamente están diseñados para lograr este efecto de incrementar al máximo la consciencia.

 

Picar frutas o verduras, cocinar, en suma, me resulta fascinante porque me obliga a dejar de pensar y concentrarme en lo que hago. Subir por una escalera para reparar algo o sacar un foco, también. Mientras más riesgosa, en el sentido de poner mayor cuidado y precaución, es la actividad, más exigente el estar alerta y conscientes de lo que ocurre en ese preciso instante. No puedo clavar un clavo de cemento pensando en lo que haré después, si tuviese que ir a la bodega, a riesgo de darme un martillazo en el dedo, por ejemplo.

 

Para terminar, se pueden resumir en dos las actitudes para poder realizar ejercicios de atención plena en movimiento. Uno es ir desarrollando una actitud contemplativa. Mirar todo lo que discurre o transcurre delante nuestro como si nunca lo hubiéramos visto, descubriendo la novedad, mirando el entorno o a la gente que lo integra, disfrutando del “paisaje”, sea urbano, campestre o natural. La otra consiste en proponerse conscientemente, observar al que piensa. Cuando decido observar a mi yo pensante, algo así como activar mi verdadero ser, se pone en funcionamiento una dimensión de la existencia que es más amplia que la sola mente. Pensar es un proceso mental. Observar al que piensa, sobrepasa esa dimensión. Pero, lo dejamos ahí no más. Seguir sería como ingresar en la “dimensión desconocida” y eso ya raya con las filosofías o las creencias. No pretendemos incomodar a nadie promoviendo filosofía alguna, sino más bien, motivar a todos -desde sus propias creencias-, a realizar estos ejercicios liberadores de tensiones y estrés.

 

Fuerte abrazo y hasta pronto.




 

martes, 30 de noviembre de 2021

Ser conscientes aquí y ahora = Atención Plena o Mindfulness

Como se explicó en el artículo anterior, “De la oscuridad a la luz”, publicado en el blog del colegio: El Mindfulness o Atención Plena es una metodología que adecúa las ancestrales tradiciones orientales del budismo, relativas a la concepción de la vida y técnicas de meditación, que posibilita a las personas estar en el presente plenamente, en el aquí y ahora con consciencia total, con atención alerta a lo que sucede en este preciso momento.

 

El Mindfulness permite desarrollar al máximo las capacidades humanas de atención, concentración y alerta, con el objeto de alcanzar un profundo estado de consciencia sobre nuestras sensaciones, emociones, pensamientos y comportamientos, sin juzgarlos, viviéndolos intensamente, al captar lo que experimentamos aquí y ahora, en este instante. Estar en el presente con interés, curiosidad y aceptación de lo que ocurre, darse cuenta de lo que se está percibiendo y cómo se procesa en el interior, vivir en constante descubrimiento interno o de revelaciones (insight en inglés), son sinónimos de mindfulness.

 

La presencia en occidente de esta filosofía pragmática, basada en las enseñanzas de Sidharta Gautama, el Buda, hace dos mil quinientos años, tiene como pionero al Dr. Jon Kabat-Zinn, quien, en 1979, crea el Programa de Reducción de Estrés basado en Mindfulness (MBSR, por sus siglas en inglés) y funda la Clínica de Reducción del Estrés dentro del Centro Médico de la Universidad de Massachusetts (1).

 


La adecuación de las técnicas orientales de meditación y de algunos de sus postulados más liberadores, -como vivir aquí y ahora, en el presente-, en la medicina, la psiquiatría y la psicología, causó un impacto positivo en el tratamiento de múltiples afecciones vinculadas al miedo, la ansiedad, la depresión, el estrés y el dolor. La eficacia de este método resultó de tal magnitud que generó la réplica de similares experiencias terapéuticas en diferentes partes del mundo, mediante la creación de clínicas o centros médicos dedicados a la reducción del estrés basados en la atención plena o Mindfulness.

 

Algunos médicos y psicólogos han avanzado un poco más y estudian los resultados de las prácticas de atención plena y meditación a la luz de la neurociencia. El mayor conocimiento del funcionamiento del cerebro y de las variantes físico químicas del sistema nervioso, logrado en las últimas décadas gracias a la cibernética, han permitido establecer científicamente el aporte del Mindfulness a la salud no solo mental, sino al bienestar general, de las personas que lo practican (2).

 

También han aparecido varias tendencias de Mindfulness más ligadas a filosofías o creencias de tipo espiritual, esotérico o metafísico. Existen muchas ofertas de cursos, talleres y prácticas de ejercicios de atención plena que pueden ser diferentes en los enfoques teóricos que las sustentan pero que tienen un abordaje común en los aspectos aplicativos. Los terapeutas, entrenadores (coachs), facilitadores y promotores de enfoques espirituales, pueden sustentarse en el budismo directamente, o en la energía cósmica, en los chakras y el kundalini, en los planos astrales y similares (3).

 


Los referentes teóricos o filosóficos son heterogéneos. Pueden abarcar desde la medicina hasta la metafísica, con aleatorias posturas intermedias. Pero la práctica tiene una base común en la respiración como factor de entrenamiento mental para pasar de funcionar en el “hacer” con nuestro “piloto automático” activado, a discurrir hacia el “ser” con el foco en el presente y total atención y consciencia. Veamos.

 

El ejercicio básico de respiración del Mindfulness consiste en ponerse cómodos, pero con la espalda recta, y concentrarse en la respiración. Escuchar cómo ingresa el aire… cómo egresa el aire. Oír con atención cómo inhalamos y… cómo exhalamos. En simultáneo, dejamos que los pensamientos se silencien naturalmente, sin forzar nada. Solo nos concentramos en este instante a través de la escucha consciente de nuestra respiración.

 

Existen soportes de ayuda que pueden complementar esta práctica: prender una vela y mirarla antes de escuchar nuestra respiración, por ejemplo. Otros prefieren música “astral” u oriental y prender un incienso. En fin, hay variadísimas maneras de hacer los ejercicios, así como variados son éstos.

 

En el próximo artículo nos dedicaremos exclusivamente a detallar las prácticas concretas para sosegar la mente y calmar el ruido interno. No te lo pierdas.



Notas:   

 

(1) MBSR: Mindfulness Based Stress Reduction o Reducción del Estrés basada en el Mindfulness. Con estas siglas se encuentran en Internet innumerables referencias sobre este método clínico. Recomendamos, asimismo, buscar la biografía de Sidharta Gautama, el Buda, y sobre el Dharma o Ley Suprema y el Karma. De estas leyes se desprenden las cuatro verdades nobles que llevan al desapego como forma de vida y los ocho principios nobles del Budismo. 

 

(2) El Centro BalanCe de Psicología y Mindfulness, entre otros, investiga los efectos de la Atención Plena considerando los aportes de la neurociencia.

Ver: https://psicologiabalance.com/

(3)  Hemos encontrado particularmente útil y eficiente el libro de Ekhart Tolle “El poder del ahora”, con técnicas accesibles a todo tipo de público. Osho y Deepak Chopra, entre otros autores, también ofrecen métodos de meditación sencillos y basados en la respiración, inicialmente. 

En muchas páginas de la web se puede encontrar aplicaciones directas del Mindfulness. En la página de Sociedad Mindfulness y Salud, nos cuentan la historia del origen de esta práctica y de cómo se trasladó a occidente (https://www.mindfulness-salud.org/mindfulness/que-es-mindfulness/ ).

En la página de Mindfullness Vivendi / Vivir conscientemente, analizan el fenómeno de la Atención Plena desde el impacto médico clínico para la reducción del estrés y de las afecciones derivadas de él (https://reducciondelestres.net/inicio/programa-de-reduccion-de-estres/).

En la página de Omint (Alianza Global de Compañías de Asistencia), presentan un taller para aplicar Mindfulness a la dieta, (http://www.omint.com.ar/website2/Portals/0/taller-mindfulness-v3.pdf ).

Estos son solo unos pocos ejemplos de la variedad de enfoques y aplicaciones que se pueden encontrar en la web sobre el tema que nos ocupa. 

A practicar se ha dicho.


martes, 16 de noviembre de 2021

De la oscuridad a la luz

La pandemia incrementó la sensación de inseguridad que, de por sí, le es propia a la ciudad de Lima y a las vicisitudes de cualquier vida expuesta a los innumerables desafíos que conlleva la existencia. Por más que uno tenga trabajo, un seguro y algunos ahorritos en el banco, nadie está libre de sufrir reveces y hasta revolcones severos en este permanente aprendizaje de vivir con dignidad e íntegramente.



No hay ninguna persona, menos aún ninguna familia, que no haya tenido que vérselas con algún ser querido en la unidad de cuidados intensivos (UCI) o en la sala de emergencias de algún hospital o clínica, o padeciendo la covid-19 en casa, durante los últimos 20 meses. Ya sean amigos, familiares o conocidos cercanos, a todos nos ha tocado la impotencia y la enorme vulnerabilidad de sentir lo frágil y fugaz que puede ser la vida al vivir directamente una pérdida o al enterarnos de los padecimientos de alguien de nuestro entorno. Nos vimos en procesos de duelo por aquellos que partieron dejando vacío y por los cambios que la realidad nos impuso durante este periodo, y que hasta hoy lo hace, en menor medida.

 

A esta dolorosa realidad se suma todo lo que significó vernos privados de libertad durante la cuarentena que siguió al desastre sanitario que provocó la covid-19. Gracias a la tecnología se mantuvieron los contactos sociales, el trabajo a distancia y las clases para aquellos que podíamos conectarnos en las redes. Otros muchos, no gozaron de la misma suerte. Sea como fuese, con o sin conectividad, aumentaron las tensiones, el aburrimiento, la depresión en algunas personas; el miedo y hasta la paranoia en otras; la ansiedad y mucha sintomatología somática, psicosomática y psicológica en grandes sectores de la población, incluyendo a jóvenes universitarios y a niñas, niños y adolescentes en edad escolar (las cifras de la Universidad Católica estimaron una afectación del 34 % en menores de 25 años, según vimos en un artículo anterior de este blog).


Toda la población está viviendo una especie de nuevo comienzo en la nueva “normalidad” que viene trayendo el descenso de los indicadores de mortalidad y morbilidad respecto al virus pandémico que las ocasionaba. Madres y padres con sus hijos, ancianos, adultos solos o acompañados, jóvenes de toda edad, pueblan los parques y los centros comerciales, los malecones y las calles, los cines y los restaurantes. Las escuelas y colegios van volviendo lentamente a sus quehaceres, aunque los del sector público siguen –en su mayoría- vacíos.  

 

Durante la efervescencia de la epidemia mundial, personas de toda edad encontraron mecanismos alternativos para manejar las emociones, actitudes y pensamientos negativos que les producía el miedo a la enfermedad, la muerte, la incertidumbre o el encierro. Muchas personas enfermaron o mostraron síntomas de diversos padecimientos (no necesariamente covid-19), pero muchos otros buscaron diversas opciones para evitar el desasosiego y el abatimiento al que la peste nos empujaba. Aquellos que lograron apelar a la resiliencia y la proactividad, manejaron mejor la crisis personal, familiar y económica a la que nos vimos expuestos sin desearlo.

 

Fueron múltiples y sumamente variados los recursos que utilizaron personas y familias para aliviar o encaminar de la mejor manera posible los retos que trajo este cambio severo en las pautas cotidianas de comportamiento individual y colectivo que, aunque ha disminuido, sigue firme y la necesidad de protegernos continúa siendo importante.

 

Entre las opciones más saludables, las personas, individualmente, en pareja o en familia, encontraron los siguientes canales para manejar el estrés pandémico: La gimnasia en el peor momento de la inamovilidad o los deportes en solitario o parejas. Cuando se permitieron espacios sin toque de queda, fueron un medio para canalizar las tensiones y la zozobra que generaba la plaga. El arte, en cualquiera de sus lenguajes, fue otro conducto privilegiado de desahogo ya que, adicionalmente, podía ser realizado en familia o individualmente. Los juegos de salón, los rompecabezas, las películas o videos también fueron útiles para varias familias. El reordenamiento total de la casa o de partes de ella, así como el cocinar diferentes potajes o postres, alivió asimismo a muchos hogares. El yoga y la meditación también resultaron ser muy efectivos.


Sobre estas últimas actividades, yoga y meditación, quisiéramos enfatizar una nueva tendencia que retoma o replantea viejas tradiciones orientales para estar en el presente plenamente, en el aquí y ahora con consciencia total, con atención alerta a lo que sucede en este preciso momento. A esta tendencia que reelabora las concepciones y técnicas de meditación ancestrales, se ha dado en denominarla “mindfullness” en occidente.

 

Haciendo una síntesis apretada de varias definiciones de internet, se puede decir que mindfullness alude a la capacidad humana elemental o a la facultad psicológica de corte espiritual, que nos permite alcanzar un profundo estado de consciencia sobre nuestras sensaciones, emociones, pensamientos y comportamientos, sin juzgarlos, viviéndolos intensamente al prestarle atención a lo que experimentamos aquí y ahora, en este preciso momento. Estar en el presente, con plena atención y consciencia, darse cuenta de lo que se está percibiendo y cómo se procesa en el interior, vivir en constante descubrimiento interno o de revelaciones (insight en inglés), son sinónimos de mindfullness y tienen que ver con esta tendencia de adecuación de antiguos saberes orientales a las necesidades de un occidente cada vez más global y en diálogo intercultural.  

 

La elección de aspectos filosóficos, estilos de vida prácticos o ejercicios concretos vinculados a la meditación o al yoga y dentro de ellos (o en paralelo, como veremos en nuestro próximo artículo), al mindfullnes, viene incrementándose en las sociedades por el sosiego y la paz interior que generan, según la opinión de expertos en el tema y de practicantes de estas disciplinas. Frente a la incertidumbre y los cambios, con o sin pandemia, adoptar este estilo de vida podría llevarnos de la oscuridad a la luz. Hasta pronto.


Nota: Las ilustraciones son de Maurits Cornelis Escher (Holanda, 1898-1972).

sábado, 30 de octubre de 2021

La Casa de Cartón reabre sus puertas

Durante todo el mes de setiembre, casi como una alegoría al renacimiento que supone la primavera en el imaginario colectivo, el Colegio La Casa de Cartón reabrió sus puertas. Patios, jardines, canchas, ramadas y auditorio, cuanto espacio amplio y al aire libre pudiese dar cobijo a las y los estudiantes, respetando la distancia y las medidas de protección protocolares, se puso a disposición para que puedan reencontrarse entre ellos, con sus profesores y profesoras y con el colegio.



En coordinación constante con los familiares de los estudiantes, a través de circulares de la dirección del colegio y mediante la comunicación directa de cada tutor con las familias de los salones que supervisan, se acordó realizar jornadas de reencuentro escolar por grupos. Para el 3 de setiembre ya habían asistido las chicas y chicos de 4 años y los muchachos y muchachas de quinto de secundaria. Y del 6 al 24 de ese mes, cada grado o año tendría un día para retomar el contacto presencial con sus profesores y profesoras, así como para el tan ansiado reencuentro con sus compañeras y compañeros. Todo el colegio estuvo a disposición de un solo grupo de edad en cada jornada.

 

El Colegio La Casa de Cartón, sumido en el silencio y la soledad durante 18 largos meses, salió de su letargo y volvió a la vida. Saludos, risas, charlas, correteos y juegos, actividades comunes e individuales, les devolvieron sentido, alegría y vitalidad a los ambientes acondicionados para tan importantes acontecimientos. Las y los estudiantes de todas las edades escolares pudieron disfrutar de sus amigas y amigos, así como de los espacios abiertos que les permitieron moverse a sus anchas.

 

El equipo docente, administrativo y directivo había preparado las bienvenidas para cada salón. El cariño y la prolijidad en la cantidad de detalles desplegados para que se sientan bien en esas jornadas de reencuentro, permitió desarrollar actividades lúdicas de integración, recreativas y de reflexión para fortalecer los vínculos entre ellos, especialmente, y con la escuela y sus docentes.



Estos eventos no académicos sirvieron, asimismo, para evaluar el tema de los traslados al colegio vía diferentes modalidades y exigió al equipo mantener en paralelo la atención virtual para aquellos que decidieron no asistir, dado el carácter voluntario y respetando lo que cada familia resolviese.


La normativa del Ministerio de Educación (MINEDU RVM 211 – 2021), “Aprendo en Comunidad”, de julio de este año, y los requerimientos de la Unidad de Gestión Educativa (UGEL) 07 San Borja, a la que estamos integrados, favoreció la elaboración del “Plan de Implementación de la modalidad semipresencial”, en vista del retorno gradual, voluntario, flexible y, sobre todo, seguro a las aulas. El 17 de setiembre se envió a las madres y padres de familia el plan que enfatiza la asistencia de los menores del Primer Ciclo y de la Promoción 2021 “Arkadien”, para ser revisado y proceder a la encuesta que valide las iniciativas del colegio para la apertura formal con aprobación de la UGEL. La respuesta de apoyo fue mayoritaria y se agradece la confianza de las familias del colegio.

 

Tras las gestiones correspondientes, en la circular 10 del 07 de octubre, se informaba a la Comunidad Educativa que el colegio había sido declarado apto y habilitado, en una de las plataformas del MINEDU, especializada en seguimiento y alerta para el retorno seguro. Sólo faltaba la autorización de la UGEL.

 

En esa misma circular, se informó que, de acuerdo a la disposición de las familias en torno al regreso de sus hijos e hijas a la escuela en lo que restaba del año 2021, los grupos por salones de inicial de 4 años hasta cuarto de secundaria, asistirían una vez en octubre, dos veces en noviembre y una última en diciembre. La promoción tendría clases una vez por semana en el local escolar.



Todos estos esfuerzos e iniciativas para favorecer el retorno ya sea a la presencialidad o a la semipresencialidad en el 2022, implican mantener los espacios tutoriales de integración, recreación y reflexión de acuerdo a las edades de cada grupo, así como desarrollar actividades –ahora sí- académicas, de refuerzo y consolidación de aprendizajes.

 

Para el 11 de octubre, el MINEDU, había autorizado el inicio de actividades semipresenciales en los colegios y escuelas de Lima Metropolitana. El menor impacto epidemiológico del Covid-19 en niñas, niños y adolescentes, así como la ampliación de la campaña de vacunación a rangos de edad debajo de los 18 años motivaron esta decisión gubernamental.

 

En La Casa de Cartón, el equipo en pleno, todas y cada uno vacunados, seguía observando las condiciones y evaluaba los riesgos para ir ampliando la cobertura de ciclos, grados o años en simultáneo. Se vienen tomando medidas que continúen con los esfuerzos e inversiones que garanticen un retorno seguro a las aulas respetando los protocolos de bioseguridad exigidos por las autoridades del sector educación.

 

Las caritas felices, las correteaderas y juegos compartidos, la alegría del bullicio de estos reencuentros sociales, profundamente afectivos, que ven limitada su total espontaneidad solo por los protocolos, distancias y mascarillas, necesarios en la hora actual, y que retomarán los cauces del aprendizaje para que continuemos construyendo, al andar, el camino “hacia la escuela posible”. Para beneplácito de todas las personas que trabajamos ahí, las familias y, sobre todo, de nuestros chicos y chicas. 



Desde estas líneas del blog del Cole, nuestra más profunda admiración, gratitud y reconocimiento por la titánica labor de cada integrante del equipo institucional. Gracias por la dedicación y el amor incondicional que expresan en sus acciones, al habilitar el colegio para acoger de la mejor manera posible a nuestros pequeños y a los adolescentes, a quienes se les brinda una educación alternativa de calidad. Muchas gracias a todas y todos.



 

lunes, 18 de octubre de 2021

El retorno a clases presenciales tras la pandemia


Desde el 16 de marzo del 2020, al día siguiente del anuncio presidencial sobre la urgencia de adoptar la cuarentena ante el embate de la pandemia en el Perú, las aulas de los colegios quedaron vacías.  Los más optimistas supusieron que para el segundo semestre se podrían reabrir las escuelas, pero entre la primera y la segunda olas, el país fue devastado, causando orfandad y desgracia en muchísimos hogares peruanos.



Las cifras son muy crueles en su elocuencia: Somos el país con la mayor tasa de mortalidad por COVID-19 a nivel mundial (200 mil personas aproximadamente de 33 millones de peruanos en junio 2021) y estamos entre los que más niños, niñas y adolescentes perdieron a alguno de sus progenitores: Uno de cada 100 ha quedado huérfano (según The Lancer, citado en La Encerrona del 26 de agosto del 2021).

 

Las urbes más densamente pobladas fueron las más golpeadas, aunque también acusaron recibo las ciudades capitales de provincia y muchos pueblos alejados de las grandes ciudades. Paradójicamente, escuelitas perdidas en las serranías o escondidas en las selvas amazónicas continuaron funcionando y sirviendo de núcleo social y sanitario para las poblaciones en torno a ellas. Alrededor de 800 escuelas trabajaron en el 2020 en zonas rurales.

 

Tras la segunda ola y ya con las vacunas en franco proceso de distribución, el retorno de niñas, niños y adolescentes a los salones de clase volvió a la palestra. De marzo a julio del 2021, muchas voces se pronunciaron sobre la necesidad de que los menores de edad puedan socializar entre sí y que puedan acceder a espacios físicos donde desarrollar plenamente sus funciones psicomotrices (correr, saltar, subir a juegos y demás) y deportivas.

 

El ministro de educación del gobierno anterior, en julio, había expresado que se estaba evaluando la situación de las instituciones educativas del Estado, el porcentaje de docentes vacunados y la disposición de las madres y padres de familia para tomar una decisión de consenso sobre el retorno a las escuelas. El 25 de agosto, el nuevo gobierno, tras el cambio de mando de las Fiestas Patrias, declaró en emergencia al sector y la polémica sobre la vuelta a clases se intensificó (1).    


En el programa periodístico La Encerrona, del 26, titulado “La vuelta al cole… ¿Ahora sí?”, se comentaba críticamente la decisión de postergar la apertura de los colegios hasta el primer semestre del 2022 debido a que, en el Perú, a diferencia de los países del hemisferio norte del mundo, todos los negocios y establecimientos destinados para adultos han reabierto sus puertas, pero las escuelas siguen cerradas. “Se prioriza la economía a la educación aun cuando está más que demostrado que los niños contagian y se contagian muchísimo menos que los adultos”, afirmó Sifuentes en dicho programa.

 

El exministro de educación y actual jefe del Área Educativa del Banco Mundial, Jaime Saavedra, en ese mismo mini noticiero, expresó que “con la preparación y precauciones debidas, los niños podrían volver a las escuelas para gozar de ambientes que les permitan movimiento y contacto entre pares”. 

 

Dos organismos de las Naciones Unidas se pronunciaban mundialmente sobre la educación. UNESCO (2) declaró que, con los protocolos del caso, es necesario promover la apertura de escuelas dado que, la experiencia en la mayoría de países del mundo, evidencia que las instituciones educativas no se convierten en focos de contagio. En paralelo, UNICEF (3) emitió un comunicado llamando a los gobiernos a reabrir las escuelas y defendiendo el derecho a aprender como aspecto fundamental en el desarrollo, la seguridad y el bienestar de todos los niños. Lamenta la actividad social en restaurantes, salones y gimnasios mientras las aulas permanecen cerradas. El coste del cierre ha sido devastador para el aprendizaje, la salud y el bienestar general de las y los estudiantes. Ha provocado una reducción de la actividad física, empeoramiento de la alimentación, así como un aumento de los niveles de ansiedad, depresión, autolesión y mayor exposición a la violencia doméstica. Denuncia que, si bien todos los escolares están siendo afectados, los de menores recursos, los más vulnerables, sufren las peores consecuencias. En esa línea, indica que uno de cada tres estudiantes no tiene acceso a la virtualidad y se han quedado sin estudios. Concluyen con el lanzamiento de dos eslóganes: “Los niños deben recibir una enseñanza presencial lo antes posible” y “Las escuelas deben ser las últimas en cerrar y las primeras en reabrir” (4).



Por el lado del Estado Peruano, el ministro de educación reafirmó la decisión del Plan Nacional de Emergencia del Sistema Educativo Peruano de postergar el inicio de clases hasta el primer semestre del 2022, cuando –así se espera- todos los docentes y estudiantes estén vacunados. Afirmó que se han habilitado más de 68 mil instituciones educativas, el 97 % de ellas en zonas rurales, pero que el proceso de retorno semipresencial a las aulas se viene dando de forma segura, gradual, flexible y voluntaria en alrededor de 5 mil 300 colegios de 20 de las 25 regiones del país.

 

El 3 de setiembre, el diario La República informó que, de acuerdo a la contundente respuesta del ministro de educación, las clases presenciales quedarán suspendidas hasta el próximo año definitivamente, pero que las semipresenciales podrán irse realizando paulatinamente. En esa dirección, se dio a conocer el plan piloto para la vuelta semipresencial a las aulas desde el 15 de setiembre. Se presentó una lista de 16 colegios, de los cuales uno solo es público, que cuentan con autorización para reiniciar labores (5).

 

La polémica se intensificó al conocerse dicha lista, dando como resultado la iniciación de actividades físicas al aire libre en la gran mayoría de parques y espacios abiertos de la ciudad de Lima, especialmente.  Son iniciativas privadas que aglutinan a niños y sus familiares para practicar fulbito, vóley, patinaje y karate, entre otros. Los niños volvieron a los parques, pero las áreas de juegos infantiles siguen rodeadas de precintos que impiden el acceso.

 

Las declaraciones del ministro del sector educación se vieron avaladas, días más tarde, por el ministro de salud, cuando este último, el 23 de setiembre, pidió que no aceleren los procesos, se respete el término de la vacunación de todos los maestros y maestras, y que el rango de edades en vacunación siga bajando a los menores de 18 años. También le preocupan las cuestiones sanitarias de las escuelas (agua, ventilación, alimentación), así como las modalidades de transporte a las instituciones educativas.


El 7 de octubre, finalmente, a casi un mes del funcionamiento del plan piloto para colegios particulares y recogiendo las iniciativas del sector privado de salir a los parques a buscar actividades deportivas, la Oficina de Prensa del Ministerio de Educación anunció que “Un total de 43 instituciones educativas públicas de Lima Metropolitana abrieron sus puertas para que los estudiantes usen los espacios físicos de los locales escolares y desarrollen actividades físicas cumpliendo los protocolos de bioseguridad en el marco de la campaña Lima Retorna Segura que promueve el Ministerio de Educación (MINEDU).

 

En la misma Nota de Prensa se informa que en la actualidad, en todo el país, se ha incrementado a 8,012 servicios educativos que ofrecen clases semipresenciales a 363,795 estudiantes con la participación de 25,527 maestros.

 

En la próxima entrega, les contaremos cómo reinició las clases semipresenciales el Colegio La Casa de Cartón. No se lo pierda.

 

 

Notas

 

(1)  Sobre las razones para adoptar la Emergencia del Sistema Educativo Peruano y las medidas a ser implementadas, ver la página web de El Comercio del 25 de agosto. Fuente:

https://elcomercio.pe/peru/sistema-educativo-en-emergencia-por-que-el-gobierno-tomo-esta-decision-y-que-acciones-implementara-durante-la-pandemia-noticia/#:~:text=El%20%C3%BAltimo%20viernes%2C%20el%20Ejecutivo,la%20pandemia%20del%20COVID%20%2D19.

Para leer el Plan Nacional de Emergencia del Sistema Educativo Peruano, ver:

https://www.cne.gob.pe › publicaciones › 2021 y https://www.gob.pe ›  minedu

(2)  Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura.

(3)  Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia.

  (4)  Recuperemos la educación. Página web de UNICEF. Fuente: https://www.unicef.org/

 (5) La relación comprende a los siguientes: Colegio Peruano Británico, Colegio San Silvestre, Colegio Pestalozzi, Colegio Franco Peruano, Colegio Hiram Bingham, Colegio Villa María Miraflores, Colegio Markham, Colegio Augusto Weberbauer, Colegio Inmaculado Corazón, Colegio Alexander Von Humboldt, San Ignacio de Recalde School, Cambridge College Lima y los nidos: IEI 42 Elizabeth Espejo de Marroquín, La Semilla Azul y Jardín de la Amistad.