El informe elaborado por el Instituto Guttmacher de Estados Unidos y la
Universidad Peruana Cayetano Heredia (UPCH), a través del Centro de Investigación
Interdisciplinaria en Sexualidad, Sida y Sociedad (CIISSS), reunió a científicos
y pedagogos expertos en las multidisciplinarias áreas que cubren la salud
sexual y reproductiva, así como la educación sexual (1).
El informe, denominado “De la Normativa a la Práctica: la Política de
Educación Sexual y su Implementación en el Perú”, nos explica, en el resumen
ejecutivo, que:
“La Educación Sexual
Integral (ESI) es una propuesta educativa fundamental para mejorar la salud
sexual y reproductiva de los adolescentes (SSRA), garantizar una vivencia de la
sexualidad responsable y placentera y prevenir la violencia de género. La ESI
cobra particular relevancia en el Perú, país que muestra cifras críticas
referidas a la SSRA. La educación sexual desde un enfoque integral que
contempla tanto las dimensiones socioculturales, biológicas y psicológicas como
éticas de la sexualidad, así como los enfoques de derechos humanos, género,
empoderamiento, igualdad y el reconocimiento de la actividad sexual en la
adolescencia como una realidad, ha demostrado ser la propuesta con resultados más
efectivos a nivel global en cuanto a la mejora de la SSRA”.
Históricamente, si bien las Escuelas Alternativas y algunos colegios
particulares asumen la educación sexual (ES) como eje transversal y dedican
proyectos específicos para desarrollar habilidades, actitudes y conocimientos
(competencias) positivas y saludables desde la década de los 80 del siglo
pasado, la educación estatal tuvo un proceso más lento, engarzado en la
evolución de las políticas públicas en toda Latinoamérica. Veamos.
Las preocupaciones en torno al control demográfico de los inicios de la
década de los 70, dan lugar a políticas educativas de tipo “educación en
población”. Se firman tratados internacionales donde los países de
Latinoamérica enfatizan la Educación Sexual (desde 1974 en adelante), el
enfoque de derechos, -siendo el derecho a la educación el relevante-, la
igualdad de género y los derechos sexuales y reproductivos. Por último, en el
2008, se incluye la prevención del VIH/sida mediante la ESI, promoviendo el trabajo
conjunto entre los sectores de salud, educación y la sociedad civil (2).
La implementación de estas políticas y la dación de leyes que las sustenten
en cada país ha sido heterogénea. Frente a países de América latina que se
encuentran a la vanguardia en ESI, el Perú va junto con algunos otros, a la
zaga, en buena medida por la oposición sistemática de sectores conservadores de
la sociedad, tipo el colectivo “Con mis hijos no te metas” por ejemplo, quienes
cuentan con respaldo eclesiástico.
La Organización de Naciones Unidas (ONU o NNUU) y sus instancias
especializadas, tales como el Fondo de Población (UNFPA), la Organización
Mundial de la Salud (OMS), las NNUU para la Educación, la Ciencia y la Cultura
(UNESCO), entre otras, fueron las pioneras en proponerle a la humanidad una
comprensión integral de la sexualidad, para hacer prevención mediante la
educación, dentro y fuera de las aulas.
Por ello, el Informe “De la Normativa a la Práctica”, del Instituto
Guttmacher y la UPCH, define la Educación Sexual Integral (ESI), basándose en
los aportes del Fondo de Población de las NNUU (UNFPA), de la siguiente manera:
A lo que añade criterios adicionales en su comprensión, que aparecen en los
cuadros adjuntos, tomados del mismo informe.
Estos criterios fueron adoptados por la
Educación Peruana, como política del sector, desde el 2008, año en que el Ministerio de Educación publicó los
“Lineamientos Educativos y Orientación Pedagógica para la Educación Sexual
Integral”. Los lineamientos pautan y ofrecen recomendaciones a ser aplicadas en
las aulas por docentes y tutores de EBR. “(…) Su implementación ha sido débil
por falta de voluntad política, reflejada en escasa capacitación docente y
ausencia de sistemas de evaluación”, afirman los expertos en los Puntos Clave del
informe. Eso se debe a que “En el Perú no existe una normativa nacional con
rango de ley que respalde un programa de educación sexual desde un enfoque
integral (ESI)”, continúan.
Finalmente, el Informe Guttmacher UPCH
concluye que: “La ESI en el Perú debe fortalecerse, elevando la normativa;
estableciendo un Programa Nacional de ESI obligatorio a nivel de la educación
primaria y secundaria, con apoyo técnico y presupuestario; e incluyendo un
sistema de monitoreo y evaluación”. También recomienda que “la ESI debe
implementarse con total respeto de la laicidad del Estado”.
Pero, ¿por qué es tan importante la
educación sexual integral y por qué las iglesias cristianas del Perú y los
conglomerados civiles en torno a ellas, vienen generando polémica y retardando su implementación desde el Congreso de la República?
En el próximo artículo culminaremos
estas reflexiones sobre la sexualidad humana y revisaremos cómo afecta su pobre
enseñanza a la inhibición del despliegue de competencias saludables y
democráticas no solo en la vida de niñas, niños y adolescentes, sino de la
colectividad nacional en su conjunto. No se lo pierda.
Carlos
Ureña Gayoso
Integrante de EDUCALTER
(1)
“De la Normativa a la Práctica:
la Política de Educación Sexual y su Implementación en el Perú”. Autores: Angélica Motta, Arón Núnez-Curto, Carlos F. Cáceres y Kelika
Konda del Centro de Investigación Interdisciplinaria en
Sexualidad, Sida y Sociedad (CIISSS) de la Universidad Peruana Cayetano Heredia
(UPCH); Sarah Keogh y Melissa Stillman del Guttmacher Institute (GI), Elena Prada (Consultora independiente). Mayo 2017.
Informe revisado por otros colegas del CIISS-UPCH y del
GI, así como por expertos y consultores externos de GRADE, UNFPA, IPPF/WHR. Asimismo,
el Comité Técnico Asesor del Perú, cuya orientación y apoyo técnico durante el
desarrollo del proyecto, su aporte a las recomendaciones de política y su
visión de la incidencia política de los resultados, fue invaluable. El Comité
Técnico Asesor estuvo integrado por especialistas e investigadores de SPAJ, del
MINEDU, de la PUCP, del UNFPA, del IES y del INPPARES. El Apoyo económico provino
del Ministerio de Asuntos Exteriores de los Países Bajos y de la Agencia Sueca
de Cooperación Internacional para el Desarrollo, así como de la William and
Flora Hewlett Foundation y de la David and Lucile Packard Foundation.
(2)
Numeral 3 del Informe Guttmacher / UPCH: La Educación
Sexual en el Perú.