lunes, 19 de junio de 2023

Alimentación Saludable

El día de hoy, quincena de junio, empezaremos una serie de artículos ligados a una alimentación balanceada, rica en todos los componentes necesarios para el óptimo desempeño de nuestros cuerpos y mentes, estableciendo criterios de cantidad y calidad sugeridos como adecuados por nutricionistas, endocrinólogos y demás especialistas en salud alimenticia. Les iremos alcanzando sugerencias para una alimentación saludable, en suma.


Somos conscientes de que una buena parte de los integrantes de la Comunidad Educativa del Colegio La Casa de Cartón: las familias y sus hijas e hijos, los docentes y el personal directivo, administrativo y promotor, somos personas con un estándar medio, y en algunos casos, medio alto, en la calidad de nuestras vidas. Generalmente contamos con recursos y posibilidades suficientes como para optar por una educación de calidad, accedemos a la satisfacción de las necesidades básicas y podemos aspirar a desarrollarnos con cierto nivel de plenitud como personas en muchos de los ámbitos donde nos movemos.  Con suerte nos encontramos dentro de ese 15 % de la población que tiene lo requerido para una existencia fluida, aun a pesar de algunos altibajos en cuestiones económicas, por los que algunas veces pasamos. Podríamos decir que  contamos con potencialidades y posibilidades superiores a las que tiene la gran mayoría de la población nacional. 

Además de elegir dónde educar a nuestras hijas e hijos, también podemos ser selectivos con lo que comemos y bebemos.

Desde la fundación del colegio y hablando estrictamente de hábitos alimenticios, el anti consumismo en general y la promoción de loncheras y alimentos saludables, han sido temas recurrentes a lo largo de estos casi 40 años de vida institucional. 

El impulsar el uso del agua y los jugos de frutas naturales, hechos en casa, como bebidas diarias, proponiendo la erradicación de las gaseosas y los “jugos de fruta” ultra elaborados vendidos en supermercados y bodegas, nos sigue caracterizando. 

 

El proponer celebraciones de cumpleaños sin los típicos chizitos, tor-tees o papitas fritas, entre otros productos envasados que eran populares en la década de los ochenta, se fue generalizando en la escuela y fuera de ella, al tomar consciencia de lo dañinos que eran dichos “piqueos” embolsados.

Para ese tipo de eventos, lo que se promovía eran celebraciones a fin de mes donde se homenajeaba a todos los que habían cumplido años ese mes, con las familias trayendo refrescos caseros y sánguches variados: de palta, huevo, queso, pollo o jamón, hasta que se repensó el tema de las carnes animales y se revisó incluso, la pertinencia de la gelatina. 

En un proceso de reflexión entre familias y docentes se iba viendo cuáles eran los mejores alimentos y cuáles eran francamente inadmisibles. El impulso a las loncheras saludables se nutrió de esas conversaciones entre todos los educadores de los niños y niñas. 

El consenso amplio sobre lo conveniente de basar la dieta cotidiana en frutas, verduras, menestras y todo tipo de vegetales, devenía en discusión alturada al hablar de los huevos y la leche, las carnes rojas y la posibilidad de remplazarlas por el pollo y el pescado. Pero el pollo trajo secuelas de análisis controvertido también, por la forma de crianza tan inhumana, de acuerdo a alguno de los criterios mencionados. Ahora el pescado, asimismo, puede generar polémica dado el alto contenido de residuos plásticos que se viene encontrando dentro de ellos. 


En el Colegio La Casa de Cartón hay cuatro grandes momentos de encuentro multitudinario de la Comunidad Educativa en pleno: la primera asamblea general de padres y madres, la Minka, el Aniversario y la Clausura. Vivimos algunas de estas fechas en medio de la discusión alturada y apasionada a la vez, sobre si permitir o no dentro del colegio, la venta de chorizo y salchichas. La mayoría de personas ligadas al colegio ven en las carnes y productos derivados de los animales domésticos una vigorosa fuente de proteínas. Otros, con argumentos solventes y datos precisos de las organizaciones mundiales preocupadas por la salud general, ven más nociva que aportativa la proteína animal. 

Un asunto que durante la historia del colegio mereció un abordaje drástico y sin excepción fue el del consumo de bebidas alcohólicas dentro del local escolar. Los temas alimenticios han motivado diferentes iniciativas de reflexión y han buscado prácticas consecuentes con la preservación del ambiente (como erradicar el tecnopor de los envases para traer comidas a la escuela, por ejemplo), evidenciando mayor flexibilidad en su implementación.

En síntesis y considerando las múltiples instancias en las que se conversan los diferentes asuntos relacionados con la convivencia escolar y la educación de nuestros estudiantes, entre ellos la alimentación saludable, cabe decir que, si bien el colegio puede y tiene todo el derecho de enrumbar algunos asuntos con claridad y fundamento, las familias tienen la libertad de utilizar los insumos alimenticios que deseen en el seno de sus hogares. El diálogo familia - escuela lo que pretende es intercambiar criterios, conocimientos y prácticas saludables para que nuestros estudiantes se formen dentro de lineamientos mínimamente coherentes, pero sabiendo que una polémica bien llevada, nutre y exige investigación en busca de fundamentos sólidos. 

 

Los artículos que iniciamos desde hoy tienen esa finalidad: Retomar una conversación alturada sobre temas de alimentación saludable. Esperamos sus aportes y comentarios para enriquecerla. Hasta pronto.     

 

                                                                                             Carlos Ureña

                                                                                 Integrante de EDUCALTER

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario