En los artículos anteriores hemos considerado
diversas pautas para alimentarnos mejor y ser conscientes de cómo aportamos a
nuestra propia nutrición. La alimentación saludable requiere de un cuerpo, de
una mente y de un espíritu en movimiento ya que todo lo que conocemos parece
ser energía vital y la vida se plasma en una dinámica de cambios constantes.
Hoy vamos a revisar la importancia de aprestar
psicomotrizmente a nuestras hijas e hijos, de favorecer e implementar espacios
para el ejercicio, los deportes y las responsabilidades. Veamos.
Desde que nacemos, estamos habilitados para
percibir el mundo y desarrollar esquemas de movimiento que nos prepararán para
conocer y desenvolvernos en el entorno que nos ha tocado vivir. Cuando nuestras
hijas e hijos, nuestros alumnos y alumnas, llegan al colegio ya han desplegado
muchas de sus potencialidades corporales dentro de sus respectivas familias.
En el nivel inicial y en la escuela primaria, las
actividades que se desarrollan en psicomotricidad, responsabilidades, juegos
libres, ejercicios y deportes buscan consolidar los aprendizajes previos y
despertar nuevos saberes corporales, cognitivos y actitudinales. Las y los docentes
y el profesor de educación física brindan constantemente pautas para que los
estudiantes efectúen acciones con mayor precisión, flexibilidad y eficiencia.
La postura del cuerpo al sentarse, pararse, agacharse, estirarse, mover
objetos, repartirlos, ordenarlos y guardarlos, alcanzar puntos elevados,
colocar carteles, regar, barrer o limpiar, lavarse, manipular las cosas del
ambiente escolar son acompañadas por el equipo a cargo de las y los niños bajo
su tutela.
Al igual que en el entorno familiar, se les puede sugerir
o indicar mejores formas de hacer algún movimiento para que la columna no sufra
o para no derramar determinado líquido o hacer caer los útiles y materiales que
están repartiendo, por poner algunos ejemplos. Todo el aprendizaje se
fundamenta en la percepción y el movimiento, así que las y los docentes promueven
actividades psicomotrices que conducirán no sólo a usar apropiadamente el
cuerpo para lograr un objetivo específico, sino que al hacerlo e irse dando
cuenta de lo que hacen y para qué lo realizan, mantienen alerta la cognición y
favorecen, en paralelo, el desarrollo intelectual, el fomento de hábitos y de
actitudes, de habilidades y destrezas tanto físicas como mentales y
espirituales, ya que sobre esa base erigirán su sistema de valores.
La psicomotricidad, puede entenderse como el
“conjunto de interacciones cognitivas, emocionales, simbólicas y sensorio
motrices en la capacidad de ser y de expresarse en un contexto psicosocial”, de
acuerdo al consenso que establecen las Asociaciones Españolas de
Psicomotricidad, también conocidas como psicomotricistas, al definir su
quehacer principal (1).
La Universidad de Málaga (UMA) y la Universidad en
Internet (UNIR) enfatizan con mayor intensidad el aspecto corporal del conjunto
de interacciones que caracterizan la psicomotricidad. La definen como el
desarrollo de las capacidades sensitivas, perceptivas, representativas,
comunicativas y expresivas mediante la interacción activa del cuerpo con su
entorno (2). El cuerpo es el vehículo que al relacionarse con el ambiente
genera el despliegue de las capacidades mencionadas.
Asimismo, continúan los expertos de la UMA, la
psicomotricidad favorece actividades que involucren el dominio corporal y
engloba habilidades como: lateralidad, equilibrio corporal, estructuración
espacial, ritmo y control que proporcionen una adecuada coordinación de
movimientos corporales. Las sensaciones, percepciones, las habilidades
visomotoras y auditivo motoras se asocian más a la motricidad fina (partes del
cuerpo en acción), mientras que las anteriormente enumeradas se relacionan con
la motricidad gruesa (todo el cuerpo en movimiento) (3).
En el Colegio La Casa de Cartón, el trabajo de la
psicomotricidad surca toda la pedagogía y didáctica del primer ciclo (de
Inicial a segundo grado) y del segundo ciclo (de tercer al quinto grados de
primaria). Sugerimos que este trabajo incorpore a las responsabilidades como
espacio adicional de aprendizaje psicomotriz y sirva para desplegar las destrezas
corporales en toda su magnitud.
Las responsabilidades “son las
actividades que pretenden la preparación para el autogobierno y que permiten
también la formación de la libertad. Tienen como función que los alumnos se
hagan responsables, en la marcha del aula y del colegio. Se desarrollan durante
los quince primeros minutos de cada día y sirven para la organización cotidiana”
(4).
¿Qué pretendemos? Pretendemos formar
personas responsables desde la práctica, continúa la misma fuente, y planteamos los siguientes objetivos:
(i) Fomentar el hábito, conciencia y actitud de responsabilidad
individual y social.
(ii) Visualizar la necesidad de organización para regular y hacer
eficaz la vida colectiva.
(iii) Interiorizar la repercusión colectiva de los actos
individuales. Desarrollar la autonomía y participación democrática.
Algunas responsabilidades que se realizan
en los salones, en todos los grados de primaria y secundaria, pueden ser: el control
de la asistencia y puntualidad, la limpieza
y orden del aula, la distribución de útiles y materiales, la tesorería o
cuidado de la economía del aula, el control del cumplimiento de tareas, el
cuidado de las plantas, el reciclado de residuos, el periódico mural, la
correspondencia o comunicaciones, entre otras de acuerdo a edad, grado y ciclo.
Lo más destacable de las
responsabilidades es que se aprende a ejercerla con todo el ser partiendo del
cuerpo y de la percepción consciente de qué hacer y cómo hacerlo correctamente.
Las responsabilidades constituyen un terreno fértil para educar el adecuado
manejo corporal, aplicando todo tipo de saberes y valores o actitudes positivas
a la función que se le ha encomendado en la Asamblea de Aula o a la que cada
uno se ha ofrecido voluntariamente.
Como se va vislumbrando, el dominio
integral del propio cuerpo y la capacidad de utilizarlo para lograr los fines y
retos personales, así como para ser parte comprometida de un grupo al que se
pertenece, va afianzando la confianza en uno mismo, la seguridad e identidad personales
y socio cultural, incrementa la curiosidad natural, favorece la cognición
activa y la búsqueda de conocimientos, desarrolla hábitos y actitudes, facilita
la valoración del propio cuerpo y el respeto al ajeno. Todos estos aspectos la
auto aceptación y, por ende, la autoestima.
En el próximo artículo revisaremos más aspectos de
los ejercicios gimnásticos y de los deportes en relación a la formación del
esquema corporal que sustenta el amor propio. Fuerte abrazo y hasta pronto.
Carlos
Ureña
Integrante
de EDUCALTER
(1) La Universidad de Barcelona
cita a las Asociaciones Españolas de Psicomotricidad al definir el concepto en
su página web.
(2)
Universidad de Málaga (UMA).
Fuente: https://www.uma.es/media/files/PROYECTO_PSICOMOTRICIDAD_ESCUELA_INFANTIL.pdf
Para brindar soporte pedagógico a las
iniciativas tomadas por la UMA en escuelas infantiles, precisan los contenidos
que desarrollan para el trabajo de psicomotricidad. La UMA explica que: “Los
contenidos de la etapa del primer ciclo de Educación Infantil se centran en la
adquisición de las primeras habilidades motrices. Por tanto, los 3 bloques de
contenidos motrices son los siguientes:
(i) CONTENIDO CORPORAL Y CONCIENCIA
CORPORAL 1. Actividad tónico-postural equilibrada 2. Esquema corporal 3.
Lateralidad 4. Respiración 5. Relajación 6. Sensopercepciones.
(ii)
LOCOMOCIÓN 1. Reptación 2.
Gateo 3. Trepar 4. Ponerse de pie 5. Desplazamientos naturales 6. Marcha erecta
7. Carrera 8. Primeros desplazamientos acuáticos 9. Desplazamientos construidos
10. Saltos.
(iii) MANIPULACIÓN 1. Alcanzar 2. Tomar o coger 3. Soltar 4. Lanzar 5.
Interceptar 6. Lanzamientos 7. Recepciones. Otros aspectos que no podemos
olvidar son: 1. La gestión de las emociones. 2. El control de la impulsividad.
3. El respeto hacia uno mismo y hacia los demás. 4. La expresión de emociones y
pensamientos mediante distintos lenguajes. (UMA)
(3)
Universidad en Internet (UNIR).
(4) Hacia la Escuela Posible,
Fascículo II: Nuestra propuesta pedagógica. El desarrollo de las actitudes.
Lima, 2009. Pág. 12.
Fuente 1: https://lacasadecarton.edu.pe/
Fuente 2:
https://lacasadecarton.edu.pe/pdf/FASCICULO_02_DESARROLLO_DE_LAS_ACTITUDES.pdf
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