domingo, 16 de julio de 2023

Digestión y nutrición del cuerpo: sobre los nutrientes y la composición química de los alimentos

Nos alimentamos ingiriendo los alimentos por la boca, los masticamos y salivamos con dientes y glándulas salivares, hasta hacerlos pedazos pequeños y poder tragarlos por la garganta. Nuestra alimentación, digestión, nutrición y eliminación de desechos están en manos del tracto intestinal o aparato digestivo, que es como un enorme tubo, con algunas partes sólidas, que adquiere formas distintivas típicas para realizar las funciones que cada parte del proceso requiere. 

Ya dentro del estómago, al que llegan por el esófago, esos trozos pequeños de comida son mezclados con jugos gástricos estomacales, los que reducen a porciones más pequeñas los alimentos, formando una papilla que facilita su absorción: el bolo alimenticio. A este proceso se le conoce como digestión y es enriquecido por la labor del hígado, la vesícula biliar y el páncreas, que son los órganos sólidos adheridos al tubo gástrico y son los que producen enzimas, sales y jugos digestivos. 


El aparato digestivo o tracto intestinal presenta muchas bacterias en las paredes internas de las cavidades o tubos por los que discurren los alimentos. Esas bacterias, también llamadas flora intestinal o microbiota, ayudan en la digestión. Algunas partes del sistema nervioso y del circulatorio también participan en la conversión del alimento en minúsculas porciones a ser absorbidas tras su estancia en el estómago. 

“Trabajando juntos: los nervios, las hormonas, las bacterias, la sangre y los órganos del aparato digestivo, digieren los alimentos y líquidos que una persona come o bebe cada día”, resume el National Institute of Diabetes and Digestive and Kidney Deseases, NIDDK (Instituto Nacional para la Diabetes y las Enfermedades Digestivas y del Riñón) (1).

La digestión es importante porque para obtener los nutrientes contenidos en los alimentos y bebidas, prepara con sucesivas reducciones y descomposición de elementos químicos, la nutrición o absorción celular utilizando la sangre como vía.   

Las proteínas, las grasas, los carbohidratos, las vitaminas, los minerales, aminoácidos y el agua son nutrientes necesarios para reponer energías, constituir y/o reparar tejidos y mantenernos saludables.

Las proteínas o prótidos son macro moléculas formadas por cadenas de aminoácidos. Las proteínas y los aminoácidos que las componen son los fundamentos de la vida tal como la conocemos (2). Son fundamentales para la constitución, funcionamiento y regulación de los diferentes tejidos que conforman el nuestro organismo. Para la defensa o inmunidad de nuestro organismo, la inmunoglobulina G, por ejemplo, es un anticuerpo que se une a partículas extrañas tipo virus o bacterias y nos protege de las potenciales enfermedades que portan. Otra función de las proteínas es provocar la enorme cantidad de reacciones químicas que requieren nuestras células para desenvolverse adecuadamente, las enzimas tienen esa cualidad y, además, ayudan a formar nuevas moléculas descifrando la información genética del ADN, por poner otro ejemplo. Asimismo, las proteínas, compuestas por diferentes elementos químicos de acuerdo a su origen (vegetal o animal, especialmente) pueden especializarse en el transporte de átomos y moléculas pequeñas dentro de las células y por todo el cuerpo. La ferritina, poniendo un último ejemplo, es una proteína que almacena hierro intracelularmente y permite al organismo liberarlo para su uso de acuerdo a necesidad. 


Las grasas o lípidos son nutrientes necesarios para la producción de hormonas y de tejido nervioso (nervios y neuronas cerebrales incluidos). Sirven, asimismo, para el almacenamiento de energía y el transporte de vitaminas. Las hormonas, a su vez, son producidas por las glándulas endocrinas y sirven como una especie de mensajería química corporal: viajan por la sangre a los tejidos y órganos llevando información para que se activen procesos de desarrollo y crecimiento, metabolismo, función sexual, reproducción y estados de ánimo. 

Las vitaminas, de otra parte, son moléculas imprescindibles para el funcionamiento celular, el crecimiento o regeneración de tejidos y el desempeño saludable de nuestro cuerpo. Son trece las vitaminas esenciales: A, C, D, E, K, Tiamina o B1, Riboflavina o B2, Niacina o B3, Piridoxina o B6, Cianocobalamina o B12, Folato (ácido fólico y B9), Ácido patoténico o B5 y Biotina o B7 (3). En un próximo artículo desarrollaremos en qué alimentos se encuentran y para qué nos son fundamentales. 

Volviendo a las grasas, existe consenso sobre aquellas que son saludables frente a aquellas otras que pueden resultar contraproducentes. En general, ingerir grasas en demasía, de cualquier tipo, no es prudente, sobre todo pensando en la salud del corazón y del sistema circulatorio (4). Las grasas menos dañinas, ingeridas con moderación, son las grasas mono y poli insaturadas, es decir, aquellas que se encuentran líquidas a temperatura ambiente. Entre ellas tenemos: aceites de oliva, canola, cártamo, girasol, maní, soja o soya. Las nueces y paltas, dentro de los vegetales, así como el salmón, la trucha, la caballa y el arenque, entre los pescados, contienen Omega 3, 6 o 9, que son ácidos grasos vitales para el organismo en cantidades pequeñas (5).

Las grasas más perjudiciales son aquellas que se encuentran en estado sólido a temperatura ambiente y suelen ser grasas saturadas, hidrogenadas o trans. No se recomienda su uso, peor aún su abuso. Se sugiere limitar su consumo. Ellas son: carnes y derivados, especialmente carnes rojas; mantecas, piel del pollo, derivados de la leche (queso, cremas, helados, dulces y postres envasados y de panaderías), aceites tropicales (de coco y de palma), aceites hidrogenados (margarina, comidas rápidas y alimentos envasados ultra procesados).   

Los carbohidratos, por último, son moléculas de azúcar compuestas básicamente por carbono, oxígeno e hidrógeno. Junto con las proteínas y las grasas son uno de los tres nutrientes principales. Se les conoce también como hidratos de carbono o sacáridos. La digestión reduce a glucosa, fructosa, lactosa y gelactosa (azúcares simples) a los carbohidratos de una molécula o monosacáridos. Y la sacarosa o azúcar de mesa, es un bisacárido compuesto por una molécula de glucosa y otra de fructosa. Por lo general añadida, la sacarosa se encuentra en infinidad de alimentos procesados y ultra procesados siendo una de las causas más frecuentes de obesidad (6). 

Retomando la reflexión sobre la digestión en general, se puede afirmar que las proteínas se descomponen en aminoácidos con la digestión y eso facilita el proceso de nutrición o alimentación celular vía sanguínea. Las grasas se descomponen químicamente en ácidos grasos y glicerol. Los carbohidratos se descomponen en azúcares simples.

Es en el intestino delgado donde se absorben los componentes de la papilla o bolo, descompuestos en los elementos nutricionales que acabamos de revisar, produciéndose la nutrición, es decir, la succión celular de los componentes químicos que contienen los alimentos transportados por la sangre. 


Una vez absorbidos los componentes nutricionales de los alimentos, los restos del bolo pasan al intestino grueso para su eliminación al exterior. Igual ocurre con los líquidos, los cuales, tras ser descompuestos en nutrientes al ser aspirados por el intestino delgado, pasan por la sangre a los riñones para ser filtrados y los restos van a la vejiga y son eliminados vía uretra.   

Un comentario aparte sobre la sal: Un compuesto importante de ella es el sodio que mantiene el agua en el cuerpo. En cantidades pequeñas nos protege de enfermedades cardiovasculares y regula las funciones nerviosas y musculares. Su exceso, puede ser perjudicial.

En el próximo artículo estudiaremos a los alimentos que ingerimos por su nivel de procesamiento industrial y por los estándares de acidez o alcalinidad que contienen. Posteriormente les entregaremos una especie de guía práctica respecto a qué comer y qué evitar o ingerir con mucha selectividad. Finalizamos la entrega de hoy recordándoles que: “Con fruta, verdura y movimiento la fuerza perdura y va en crecimiento”. 

Feliz Día de las Maestras y Maestros, sean docentes o madres y padres de familia educadores. Aunque se celebre el 6 de julio, la labor de educar es permanente. Fuerte abrazo.

 

                                                                                           Carlos Ureña

                                                                                 Integrante de EDUCALTER



  1. El aparato digestivo y su funcionamiento. NIDDK. Fuente: https://www.niddk.nih.gov/health-information/informacion-de-la-salud/enfermedades-digestivas/aparato-digestivo-funcionamiento 
  2. “Los aminoácidos son compuestos orgánicos comunes a todos los seres vivos que se unen para formar proteínas, las cuales son indispensables para la vida. Después del agua, los aminoácidos son el componente más abundante de nuestro cuerpo, constituyendo aproximadamente el 20 % del total de él”. Tomado de la página web de Medline Plus, la Enciclopedia Médica en internet. Fuente: https://medlineplus.gov/spanish/ency/article/002222.htm
  3. Nuevamente, recomendamos la Medline Plus. Fuente: https://medlineplus.gov/spanish/ency/article/002399.htm 
  4. Sugerimos revisar la página web del Diabetes Teaching Center de la Universidad de California, San Francisco, denominada “Diabetes Education Online”. Fuente: https://dtc.ucsf.edu/es/la-vida-con-diabetes/dieta-y-nutricion/comprension-de-las-grasas-y-aceites/grasas-buenas-grasas-malas/ 
  5. En la misma página de la Universidad de California, explican con un alto nivel de precisión las diferencias y semejanzas entre todos los tipos de grasas, tanto de las “buenas” como de las “malas”.
  6. Sobre los tipos de carbohidratos y los alimentos donde se encuentran, por favor revisar la web de Medline Plus. Ver: https://medlineplus.gov/spanish/carbohydrates.html

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