jueves, 26 de marzo de 2020

El Sistema Braille: La gran alternativa para los invidentes


Todos los años se celebran acontecimientos que han quedado grabados en la agenda internacional, por su importancia para la vida humana y para la preservación del planeta Tierra, nuestro hogar. La Organización de las Naciones Unidas (ONU), promueve estas celebraciones en coordinación con instituciones representativas de cada campo o área del que es motivo el homenaje. La intención es alentar tanto a las antiguas como a nuevas generaciones a tomar consciencia de la trascendencia que tienen los hechos o situaciones que dan lugar a las celebraciones.

           La agenda de enero abarca los Días Mundiales del Braille (04/01), de la Educación (24/01), de las Víctimas del Holocausto (27/01) y de la Reducción de Gases de Efecto Invernadero – GEI (28/01). El calendario de febrero destaca los siguientes Días Mundiales: De la Lucha contra el Cáncer (04/02); de las Legumbres (10/02); de la Mujer y la Niña en la Ciencia (11/02);  de la Radio (13/02); de la Justicia Social (20/02); y de la Lengua Materna (21/02).

         En la presente entrega para el blog del colegio se quiere dar a conocer la historia de Louis Braille, que es el testimonio de cómo su fortaleza ante la adversidad lo llevó a crear el sistema de lectura y escritura para invidentes que lleva su nombre.  



El 04 de enero fue el Día Mundial del Braille. El sistema Braille es un medio de comunicación para personas con ceguera que utiliza celdas con relieves para el reconocimiento de letras o palabras mediante el tacto. El lenguaje para ciegos, como también se conoce al Braille, consiste en la manipulación de grabados como la manera más eficaz para leer y escribir con la que cuentan las personas con discapacidad visual.

Este año, al igual que el anterior, la ONU junto con la Unión Mundial de Ciegos (UMC), se han unido para incrementar la concienciación de la importancia del Sistema Braille como medio de comunicación para la plena realización de los derechos humanos de las personas ciegas y deficientes visuales.


 Este método de lectura y escritura fue creado por Louis Braille (1809-1852), el educador e inventor francés del sistema de escritura y lectura táctil para invidentes. Braille aplicó su método al alfabeto, a los números y a la notación musical, siendo hoy en día el sistema de lectura y escritura universalmente adoptado en los programas de educación para invidentes (Fuentes: Discapnet: El portal de las personas con discapacidad de la Fundación Once; y Biografías y vidas).
A los tres años de edad sufrió un accidente que le privó de la vista: trataba de imitar la labor de su padre en el taller familiar de talabartería y se dañó uno de los ojos con el punzón que utilizaba para perforar el cuero. Algún tiempo después, el ojo enfermo infectó el ojo sano y el pequeño Louis perdió la vista para siempre. A pesar de su deficiencia física, Braille asistió durante dos años a la escuela de su localidad natal, y aunque demostró ser uno de los alumnos más aplicados, su familia creyó que el muchacho nunca podría aprender a leer y escribir, ni acceder a través de la educación a un prometedor futuro.

Louis Braille
Cuando cumplió los diez años ingresó en el Instituto Nacional para Jóvenes Ciegos de París, una de las primeras escuelas especializadas en este campo en todo el mundo, creada con otro nombre poco antes del estallido de la Revolución Francesa. Las condiciones del centro eran muy duras; se imponía a los alumnos una severa disciplina que, sin embargo, no amedrentó el fuerte carácter del joven Braille. En el centro, los pupilos aprendían algunos oficios sencillos y recibían la mayor parte de su instrucción de forma oral.

También asistían a clases de lectura, porque el fundador de la escuela, Valentín Haüy, había conseguido desarrollar un sistema de impresión de libros con los caracteres en relieve para permitir la lectura táctil. El método era muy rudimentario: exigía una impresión individualizada en cobre para cada una de las letras y, aunque los alumnos podían tocarlas e identificarlas con las yemas de los dedos, no eran capaces de reproducirlas por sí mismos mediante la escritura.

En 1821, un oficial del ejército llamado Charles Barbier de la Serre visitó la escuela para presentar un nuevo sistema de lectura y escritura táctil que podía introducirse en el programa educativo del centro. Barbier había inventado una técnica básica para que los soldados pudieran intercambiarse mensajes en las trincheras durante la noche sin necesidad de hablar, evitando así que el enemigo descubriera su posición. Su invento de escritura nocturna, bautizado con el nombre de Sonography, consistía en colocar sobre una superficie plana rectangular doce puntos en relieve que, al combinarse, representaban sonidos diferentes.
El joven Louis Braille, que había conseguido avanzar notablemente en sus estudios y desarrollar un considerable talento para la música, percibió inmediatamente que las posibilidades del Sonography para la educación de invidentes pasaban por simplificar el sistema aportado por Barbier. En los meses siguientes experimentó con diferentes posibilidades y combinaciones hasta que encontró una solución idónea para reproducir la fonética básica que sólo requería la utilización de seis puntos en relieve. Continuó trabajando varios años más en el perfeccionamiento del sistema y desarrolló códigos diferentes para la enseñanza de materias como la música y las matemáticas.
A pesar de las indudables ventajas que ofrecía para el desarrollo educativo de los niños ciegos, el método inventado por el joven francés no se implantó de forma inmediata. Existieron reticencias entre los docentes sobre la utilidad del sistema, y un profesor de la escuela llegó incluso a prohibir a los chicos su aprendizaje. Afortunadamente, el veto causó un efecto alentador entre los alumnos, que, a escondidas, se esmeraban por estudiar las composiciones de puntos ideadas por su compañero Louis y descubrían que no sólo eran capaces de leer textos, sino también de escribirlos ellos mismos con un simple método de fabricación de puntos en relieve. Por primera vez los invidentes disfrutaban de una autonomía que hasta entonces les había sido vedada.
Braille se convirtió en profesor de la escuela y se ganó la admiración de todos sus alumnos. Desgraciadamente, no vivió lo bastante para ver cómo su sistema se adoptaba en todo el mundo. Enfermo de tuberculosis, murió a los 43 años con el pesar de que probablemente su revolucionario invento desaparecería con él. No se cumplieron los malos presagios del pedagogo francés, porque ya eran muchos los que habían descubierto la eficacia de su método. En 1860, el sistema Braille se introdujo en la escuela para ciegos de San Luis (Estados Unidos).
En 1868, un grupo de cuatro invidentes, liderado por el doctor Thomas Armitage, fundó en el Reino Unido una sociedad para impulsar el perfeccionamiento y la difusión de la literatura grabada en relieve para ciegos. Este pequeño grupo de amigos creció hasta convertirse en el Instituto Nacional de Ciegos, el mayor editor de textos en Braille en Europa y la mayor organización británica para personas con discapacidad visual. En el siglo XX, el método Braille se había implantado en casi todos los países del mundo.
      Desde este blog le rendimos un sentido homenaje al creador de este fabuloso sistema de comunicación, que permite a los invidentes acceder a la información cotidiana e informal, a las fuentes bibliográficas del conocimiento universal formal, así como a la posibilidad de expresarse por escrito. La vida de Louise Braille es la historia de la tenaz persistencia en alcanzar los retos propios en el servicio solidario a los demás. Gracias Louise.  


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